Como la mayoría de ustedes saben, Supersubmarina era un grupo de música indie que formaron cuatro amigos de Baeza y que, en poco tiempo alcanzaron las cotas más altas en el panorama musical español. A pesar de este éxito y de que su carrera se hubiera visto beneficiada trasladándose a Madrid, ellos nunca quisieron dejar de vivir en Baeza.
Hace 8 años, cuando volvían a su ciudad después de haber actuado en Valencia, el grupo Supersubmarina sufrió un terrible accidente del que milagrosamente sobrevivieron todos sus componentes, aunque con profundas secuelas físicas y emocionales. Ese accidente, no solo supuso el truncamiento de la carrera musical del grupo si no, que también derivó en la separación de esos amigos atravesando cada uno de ellos el infierno de su recuperación en solitario.
Hace unos meses, el periodista y escritor Fernando Navarro, publicó el libro “Algo que sirva como luz” en el que contaba toda esta historia con las declaraciones de los miembros del grupo y de sus seres más allegados. A raíz de esta publicación, se empezaron suceder los homenajes, entrevistas y reportajes que por un lado llevaron de nuevo el nombre del grupo a la actualidad nacional y por otro propiciaron el reencuentro de los cuatro amigos tras ocho largos años de distanciamiento.
Días atrás, en redes sociales, se acusaba a la actual corporación del Ayuntamiento de Baeza de mediocre al no haber sido capaz de homenajear como se merece a Supersubmarina en la ciudad que los vio nacer y a la que tanto han defendido. A raíz de esos comentarios, el grupo socialista del municipio ha solicitado que se ponga a alguna calle o plaza de Baeza el nombre de Supersubmarina. El actual equipo de gobierno del PP responde diciendo que en varias ocasiones se han puesto en contacto con los miembros del grupo para ofrecerles su disposición a homenajearlos en el momento y en el lugar que ellos estimen oportuno.
Coincide además que el líder del grupo, Jose Marín, el chino, es hermano de la anterior alcaldesa socialista de Baeza, lo que politiza aún más todo este asunto y hoy en día con el clima tan polarizado existente en nuestra sociedad, todo lo que se politiza se ensucia.
Baeza le debe un gran homenaje a estos chicos. Hasta el último de los habitantes de esta ciudad ha disfrutado de sus éxitos y ha llorado con sus desgracias. No debería de ser tan difícil que al menos para esto, en lo que todos los ciudadanos estamos de acuerdo, los políticos también lo estén.