Mis amores (veintiuno): El paraíso
Se acaba este último día de Manzanera y quiero dejar este artículo también acabado porque creo que no sabría hacerlo fuera de aquí
Maestro jubilado. Pertenece al colectivo ‘Peor para el sol’.
Se acaba este último día de Manzanera y quiero dejar este artículo también acabado porque creo que no sabría hacerlo fuera de aquí
Juan José Gordillo declara sus amores a la que está siendo la novela del momento, La península de las casas vacías, de David Uclés
Por lo que me cuentan quienes asisten año tras año a escuchar al elegido la cosa parece repetitiva y algo tediosa
Lo que sí se logró, por contra, fue la desaparición lenta pero inexorable de todas aquellas reivindicaciones netamente andaluzas que a pesar de las diferencias
La conmoción cuando se produce lo hace de este modo, necesita expandirse y habitar nuestros rincones más adictos a la bondad
Juanjo Gordillo vuelve con sus amores, en esta ocasión, con otro cuento de Navidad
Sabemos, y esto es incuestionable, que se ponen de acuerdo entre ellos abusando de triquiñuelas parlamentarias, y tal y tal, tales como las de sumar sus votos
Vías apareadas, oxidadas, brillantes, ennegrecidas por el roce, raíles extendidos sobre caminos de grava y piedras molidas
Manuel Vázquez Montalbán, que tan huérfanos nos dejó, convencido estoy que pondría a la tortilla en un lugar muy destacado de su pensamiento y análisis
Las tardes de este verano tan extraño me han recordado también los días de aquella primavera lunar de la pandemia