Quien a buen árbol se arrima

Manuel Ruiz

¿Aún no reaccionamos?

Conforme pasa el tiempo se acumulan las evidencias de cambio climático que sólo la tozudez enfermiza puede seguir negando. La comunidad científica exige con...

Conforme pasa el tiempo se acumulan las evidencias de cambio climático que sólo la tozudez enfermiza puede seguir negando. La comunidad científica exige con más contundencia que se tomen las medidas oportunas para mitigar el calentamiento global y la atmósfera insiste en enviar signos inequívocos de que no vamos por buen camino. Y nosotros ¿aún no reaccionamos? Como hacen los científicos, debiéramos ser más exigentes con los que toman las decisiones en nuestro nombre y pensar mejor en quien depositamos la confianza de nuestro voto.
Hace años se empezó a promover un decálogo que ahora es más vigente que nunca, con el objetivo de reducir el impacto de nuestro modo de vida. Algunas medidas son muy evidentes en relación al medio ambiente y otras pretenden llevar a cada cual a disfrutar más de su mundo interior (cultura, arte, relaciones sociales, sensibilidad), de tal manera que nos sintamos satisfechos con nuestra vida sin tener que consumir de manera compulsiva, uno de los rasgos insostenibles del modo de vida occidental. Estas medidas aportan beneficios sociales, ecológicos, económicos y personales desde el minuto uno y son las siguientes:
1. Separa y recicla la basura.
2. Reduce el consumo de energía y el uso de plásticos y envases que no se degradan.
3. Compra sólo lo necesario. Comparte todo lo que puedas. El problema ambiental es de todos, y sólo juntos se soluciona.
4. Camina siempre que puedas. Y cuando no puedas, utiliza el transporte público.
5. Pon plantas en tu vida. Protege la Naturaleza.
6. Lleva una nutrición equilibrada, basada en el consumo de cereales, verduras, frutas y legumbres. Reducir el consumo de carne y derivados.
7. Aprende a disfrutar de los mejores sentimientos y de la imaginación. Recupera tu vida fuera de las redes sociales.
8. Desarrolla la sensibilidad, la capacidad reflexiva, la convivencia, tu mundo interior en definitiva.
9. Compromete con una causa justa, bella o buena.
10. Desarrolla todo tu potencial: nuestro lugar natural es ser más humanos.
Todos estos puntos deberían ser ya el a-e-i-o-u de todos los hogares y hay que exigir a las administraciones correspondientes que tomen medidas para facilitarlos.
En síntesis, para transformar nuestro modo de vida, revisemos seriamente nuestro consumo en todos sus aspectos, desarrollemos nuestra vida interior (para ser más capaces y sentirnos más satisfechos con menos) y fortalezcamos nuestros vínculos sociales, porque el individualismo egocéntrico y egoista no casa bien con Gaia.