“PSOE de Andalucía: audio-vídeo, fotos y nota Manuel Chaves, 18-07-24”. Este era el encabezamiento de la nota oficial remitida ayer a los medios por el PSOE andaluz. La sede de la calle San Vicente de Sevilla abría de par en par sus puertas y ponía sus instalaciones a disposición de Manuel Chaves, flanqueado por el secretario general Juan Espadas y el presidente Manuel Pezzi, tras haber sido exculpado por el Tribunal Constitucional en el caso de los ERE. Hacía no menos de una década que el expresidente de la Junta y exsecretario general de los socialistas andaluces no pisaba la tribuna de prensa del que había sido su partido hasta su baja como militante en 2016, tras una imputación judicial que finalmente ha quedado en nada.
O en casi nada, aunque para el PP, como mal perdedor que es, la sentencia favorable del Constitucional no sea más que la demostración de que ‘Perro’ Sánchez tiene sometido y bajo control al tribunal de garantías. Recordemos el lema del PP para estos casos: si sale cara pierdes tú y si sale cruz gano yo. Como diría José Mota: no digo que me lo mejores, solo iguálamelo. A mitad de camino entre la brocha gorda y el cinismo, la antidemocrática descalificación por el Gobierno andaluz del TC por no haber dicho lo que el PP quería que dijese desluce gravemente la bella imagen que Moreno Bonilla había esculpido de sí mismo: prudente, templado, transversal, dialogante, moderado y respetuoso con las instituciones… cuando estas le dan la razón.
A lo largo de un proceso judicial que se ha prolongado durante casi tres lustros, la conducta de las sucesivas direcciones de la federación socialista andaluza no ha sido precisamente ejemplar en relación a sus compañeros. Desde los tiempos de Susana Díaz y hasta prácticamente antes de ayer el partido optó por ponerse de perfil: cierto que no era nada fácil ponerse de cara, sobre todo tras conocerse los sonrojantes episodios de corrupción protagonizados por el ex director general de Empleo Javier Guerrero, en el marco de la escandalosa dejación de funciones en la Consejería de Empleo a la hora de otorgar y fiscalizar las ayudas a trabajadores y empresas en crisis.
Aun así, no pocos de los argumentos ahora servidos en doctrinal bandeja por el Tribunal Constitucional ya fueron puestos blanco sobre negro por destacados expertos en derecho penal, constitucional o presupuestario al menos desde 2019, cuando la Audiencia de Sevilla dio a conocer la durísima sentencia que llevó a la cárcel por malversación a dirigentes políticos por cuyas manos jamás pasó ni un maldito céntimo de las ayudas sociolaborales. De ninguno de esos argumentos se hizo realmente eco ni por supuesto incorporó a su argumentario el Partido Socialista, cuyo tancredismo posibilitó que sobre el caso ERE campara a su aire y sin resistencias un único relato: el urdido por el Partido Popular, según el cual los socialistas robaron 680 millones de euros del dinero de los parados. No era cierto, pero se sabía que no era cierto mucho antes incluso de que el TC dictara sentencia, como quedaba demostrado por el hecho de que miles de beneficiarios siguieran cobrando las ayudas con los gobiernos de la derecha.
Ahora, San Vicente pero también Ferraz van por fin a ponerse a remar: de entrada, han situado a Manuel Chaves en la línea de salida. “Estoy a disposición del partido”, dijo ayer el expresidente. Aunque todavía no sepamos los detalles, su rehabilitación orgánica y política está en marcha. El expresidente ha vuelto. Lo ha hecho no solo con la cabeza alta sino, por lo que pudo verse ayer, con ganas, con muchas ganas de guerra.