Sobre nuestras piedras lunares

Manuel Montejo

Pascuas son

La Noche de San Antón, la simbiosis de la carrera y las lumbres, se ha consolidado como un símbolo de identidad para los jiennenses

... hasta San Antón. Al menos, en Jaén, donde echamos el cierre a las Navidades con una noche que se ha convertido en la más especial, emocionante y mágica del año. La combinación de lo cultural y lo deportivo, de nuestras tradiciones y nuestra forma de ser, han ido trasformando este evento con el paso de los años, trascendiendo lo meramente deportivo para convertirse en una parte integral del tejido cultural, comunitario y económico de la ciudad.

La Noche de San Antón, la simbiosis de la carrera y las lumbres, se ha consolidado como un símbolo de identidad para los jiennenses. Un emblema de Jaén del que sentirse orgulloso, como bien ha dicho el alcalde, cuya clave es la capacidad para atraer a una amplia variedad de participantes y espectadores, garantizando una diversa y masiva participación ciudadana que potencia su dimensión festiva. Nuestro Jaén se llena de calles iluminadas y actividades culturales, creando una experiencia única que va más allá de una mera carrera popular.



Esta es la Noche de San Antón, ni más ni menos. Un evento único que ha ido creciendo y mejorando con el trabajo de todos los que han pasado por la organización y el Ayuntamiento en 40 años, desde José Montané como su impulsor. Y por eso mismo, porque se trata de un símbolo de todos, debería tratarse como tal y servir de ejemplo para hacer crecer Jaén con otras actividades, con otros productos, pero siempre a través de nuestro trabajo y nuestra cultura. Es decir, desterrar tanto la crítica fácil y espuria, la que no aporta nada, como la apropiación y el alardeo sin aceptar opiniones contrarias, ya que en cada edición se pueden encontrar tanto errores como aciertos.

Somos conscientes de que, desde el punto de vista económico, este evento tiene un impacto considerable en la ciudad. Hoteles, restaurantes y comercios locales experimentan un aumento en la demanda durante todo el fin de semana, generando empleo temporal y estimulando nuestra economía local, además del impacto a largo plazo que tiene la promoción turística asociada a San Antón, una puerta para descubrir la riqueza cultural de Jaén. Por ello, existen todavía muchas cosas que mejorar y en eso deberíamos centrarnos. Desde potenciar que las empresas locales formen parte del desarrollo de la "Noche", en todas sus actividades y productos, hasta reforzar la imagen consolidada de la fiesta y la carrera, como un evento único, a través de un marketing más potente. Aumentar el presupuesto, fomentando la participación y colaboración del tejido social y económico de Jaén, tiene que redundar en una mejora de los detalles (el entorno web, la información, una imagen corporativa propia, clara y permanente,...) y de la misma organización del evento. Pero también en una ampliación de las actividades que completan el fin de semana.

Promover una mayor participación ciudadana y fortalecer las asociaciones con empresas locales debe consolidar aún más la conexión entre el evento y la ciudad. Pero es que además puede ser la forma de asegurar un flujo constante de visitantes, transformando la Noche de San Antón en un catalizador económico continuo para Jaén, para lo que se necesita una estrategia más amplia.

La gestión logística de un evento nocturno de esta magnitud, desde la seguridad hasta la gestión del tráfico, requiere una planificación minuciosa y mucho esfuerzo, como el que se hace, pero debe avanzarse en reforzar los servicios para una mejora de las actividades. La información precisa y amplia de la organización debe además ser estable a lo largo de los años, para permitir que la comunicación y el desplazamiento por la ciudad sea posible sin ningún caos, a pesar de las necesarias restricciones. Necesitamos una ciudad limpia y preparada para ser disfrutada el mismo domingo por la mañana, gracias a un refuerzo extraordinario y planificado desde los servicios de limpieza. Imagínense que además tuviéramos trenes con la frecuencia y las condiciones adecuadas para permitir una llegada masiva a Jaén de participantes y visitantes y plazas hoteleras para alojarlos a todos. Éstas y muchas otras cuestiones deben estar en la agenda de trabajo inmediata.

Como ya sabemos, la dependencia excesiva de un evento puntual no es recomendable, por lo que necesitamos estrategias que aprovechen a lo largo de todo el año el impacto económico, turístico y deportivo de la Noche de San Antón. Ser realmente "La Ciudad del Atletismo" requiere trabajar para serlo de forma continua y no únicamente un sábado al año. Hay que la expandir actividades relacionadas con la “Noche”, tanto deportivas como culturales, más allá de la noche de la carrera, creando un atractivo y un producto permanente a lo largo del año.

La evolución de la Noche de San Antón pasa también por buscar un equilibrio entre la preservación de nuestras raíces culturales y la adaptación a las demandas actuales, incorporando la tecnología para mejorarla en un sentido más amplio, desde la organización hasta la difusión, pasando por la comunicación y la retransmisión del evento.

Nada de esto es novedoso ni original. Son sólo ejemplos de hacia dónde podemos avanzar y hay otros tantos que ustedes tendrán en la cabeza. La Noche de San Antón es un símbolo de Jaén, un orgullo y un ejemplo para todos. Un evento que define nuestra identidad y que debe crecer, asegurando por un lado su continuidad como un pilar cultural y económico para Jaén en los años venideros, y por otro siendo el referente que necesitamos para otras actividades y productos, para que nuestra ciudad pueda crecer, en población y en bienestar. Si tenemos San Antón, podemos tener otras muchas cosas pero trabajemos para tener el mejor San Antón posible.

Aprovechemos nuestras riquezas para mejorar, en lugar de utilizarlo para el pequeño y miserable beneficio particular. Hagámoslo mediante el trabajo continuo y discreto, aquel que queda lejos de las los focos y las redes, y no nos detengamos en cuestiones menores y subsanables, ni para criticar al que gobierna ni para restregárselo a quien no lo hace. Ese es el camino; no hay otro. Con orgullo pero con trabajo, por San Antón y por otras tantas cosas que necesita Jaén.