Tribuna

Juanma Rodríguez Valenzuela

Jaén auténtica y flamenca

Crónica de la primera noche de la III Edición de las Veladas Flamencas

 Jaén auténtica y flamenca

Foto: EXTRA JAÉN

Primera velada flamenca.

La primera noche de la III Edición de las Veladas Flamencas de la ciudad ha pegado el pistoletazo de salida con un grupo de músicos, algunos flamencos y otros no tanto, que han irrumpido en el silencio con un compás por alegrías que ha costado entrar en el público, el cual ha terminado jaleando cuando el palo cambió a bulerías.

David Romero al contrabajo, Jorge Cano y Álvaro García a las diversas percusiones nos propusieron un paseo por variaciones sonoras de varios palos del flamenco, con sabiduría y arriesgada genialidad. Los acompañaban al compás de las palmas José Rojo y Laura González.

Sonaba a África, pero en esto del flamenco todos sabemos aquello de las influencias. Un soniquete nuestro y sonidos de otro lugar.

Varios instrumentos (contrabajo, marimba, jembé, vibráfono...) que para los puristas no están contemplados en esto del flamenco. Sorprendentemente, las palmas, cuando las había, quedan en un segundo o tercer plano, siendo las marimbas protagonistas... Una granaína pura interpretada magistralmente por Jorge Cano a la marimba y música por bulerías "francesa", ya que de allí viene la gran composición musical que interpretó Álvaro García. El espectáculo acabó por rumbas con un gran soniquetazo. En definitiva, música, transitando por el flamenco, pero muchísima música.

El cuadro formado por dos los dos palmeros percusionistas, el contrabajo, Juan Moreno a la guitarra y Victoria Romero al cante, dio comienzo por bulerías con un Manuel Bellido elegante yendo a tangos. Muy correcto. Por tientos, como el que torea de salón, bailando en la baldosa, con el cuadro haciendo que todo camine muy correcto. Los tangos bailando más gitano que el cante sonando... ¡Qué baile recordando a lo de antes, a lo de los tabancos!
La segunda parte, Manuel arranca los oles entre el público bailando "pa rabiar" por soleá por bulerías. Victoria hace lo suyo en el cante, en su cante para el bailaor. Este ha flotado y volado sobre las ‘maeras’. En definitiva dejando al público con ganas de más. Jaén debería recuperar un artista, que como todos en esta ciudad tuvo que irse para volver bailando de esta manera."

"Antonio Mena, otro que tuvo que vivir la Triana más profunda para volver siendo CANTAOR. Comienza por alegrías, demostrando que sin tener la cejilla al 1550 se puede llegar al corazón del oyente. Cantando por levante sereno, templado y con mucho gusto. Disfrutando y gustándose en este cante por soleá, "EL PALO", el del Egio. Cantando pa tirarse por las murallas del Castillo 'pa bajo'... A veces uno se pregunta sí el público sabe lo que está oyendo, o sí lo sabe... lo valora.

Termina el recital por seguidilla, cantando lo más antiguo que se pueda cantar, con el dolor y las fatigas que el palo requiere. El cantaor llega a las entrañas de los buenos aficionados al CANTE.



En resumen de este primer día; un cuadro muy moderno, con aires de otros lugares pero unos principios muy nuestros. Un bailaor como la copa de un pino que ha mostrado todas sus facetas y que, debería verse en muchos más carteles en esta ciudad. Manuel, ven más, o tendremos que ir en busca tuya. Y Antonio, la que fue joven promesa y no se le reconoció ha vuelto siendo menos joven, conociendo el cante y siendo la realidad de aquella promesa. A destacar Juan Moreno acompañando tanto al cante como al baile, otro a valorar bastante. ¡Salud y mucho flamenco!