Nos tocan nuestra mayor conquista: la UJA

Seguro que les suena la canción. Debilitar universidades públicas, sobre todo aquellas “de provincias” que tanto han trabajado por su territorio, y que, como la de Jaén, han hecho tan bien las cosas, para que -quién pueda pagárselo- termine llevando a sus hijos a universidades privadas, ante la falta de medios buscada por la Junta de Andalucía como ente financiable.

Sí, es la misma historia de la Sanidad en Andalucía, y detrás están los mismos, la Junta de Andalucía, el PP, y Moreno Bonilla. No sé si, tirando del hilo, aparecerían los mismos beneficiarios finales, aunque da igual: Negocio seguro a costa de los servicios públicos de los andaluces y las andaluzas; negocio seguro a costa de lo que tanto ha costado hacer realidad.

Yo fui de las que estudió en la UJA. Posiblemente hubiera sido una utopía estudiar fuera en una familia con cinco hijos y un solo sueldo a fin de mes. Por supuesto que más imposible aún hacerlo en una universidad privada. Y la UJA nos trajo la posibilidad de estudiar, de ser diplomados y licenciados universitarios, a decenas de miles de jiennenses en circunstancias parecidas a la mía; y ha traído a Jaén nuevos horizontes, y nos ha metido en el mapa universitario mundial, posicionándose con orgullo en el ranking de Shanghái; y ha traído investigación, y nos ha permitido intercambiar conocimientos con gente de medio mundo. Posiblemente, su creación, de la mano de una diputación de la que también hay que sentirse orgullosa, ha sido el hito contemporáneo más importante de las vidas de nuestros comprovincianos.

Esto es muy serio. Nos están tocando nuestra mayor conquista. Toca defender lo que tanto nos ha costado. Toca pelear por las próximas generaciones. Por las expectativas de futuro real de nuestra gente. Jamás entenderé que las posibilidades de negocio que puede traer a algunos “poderosos” la privatización de la Salud o del horizonte universitario, sea capaz de mover al Gobierno de Andalucía frente a la inmensa mayoría de la ciudadanía. No creo que la mayoría absoluta pueda ser nunca un aval para destrozar lo que tanto costó construir.

No tengo ninguna duda. Nos veremos en las calles.