Cetedex

Más de 220 millones de inversión. Un plazo de ejecución extremadamente corto para un maravilloso proyecto. 2.650 puestos de trabajo. Una salida profesional excelente y cerca de casa para muchos titulados recién salidos de nuestra Universidad. Una referencia en tecnología y en investigación en una industria que hoy se aprecia fundamental. Hasta el nombre suena a música: CETEDEX. Una inmensa noticia para esta ciudad y para esta provincia. Alegría, mucha alegría por Jaén y por su gente.

Enhorabuena al Gobierno, al alcalde y su equipo de gobierno; a nuestros representantes en Madrid; al presidente de la Diputación, y, sobre todo y por encima de todo, enhorabuena a la ciudad de Jaén y a toda la provincia de Jaén. A los políticos que han sabido pelear por Jaén, desde el convencimiento de que el proyecto debía sustentar espacios para la investigación, las tecnologías en marcha; adelantarnos a un futuro que no se nos puede escurrir una vez más.

Y ahora sí, se ha hecho con toda discreción, sin fuegos artificiales, sin mascotas, ni vender la piel del oso antes de cazarlo, asegurando así que no pudiese escaparse. Enhorabuena también por haber aprendido a leer los errores anteriores. Eso no suele darse en política. Mientras unos se ocupaban de intentar aprovechar la frustración en beneficio propio y difícilmente explicable, otros han sido capaces de analizar, de aprender, y de hacer, desde la prudencia y desde el silencio, un proyecto que, esta vez sí, tiene capacidad para transformarse en foco generador del valor añadido inmenso del futuro. Esa es la forma de hacer política que necesitamos. Gracias, de nuevo, a cuantas personas en nuestras Instituciones han sabido hacer las cosas bien.

Y sólo un lunar en lo que, en general, ha sido una explosión de felicidad, de justicia de las administraciones con Jaén -qué bien lo expresó el propio presidente del Gobierno-, y de fe en el futuro. Y es que la sensación de que a una parte de los políticos de la oposición les ha pillado en fuera de juego, metidos ya de lleno en la estrategia de la frustración, ha sobrado en medio de la alegría generalizada de la ciudadanía.

Me voy a permitir un consejo desde quien ve las cosas desde la barrera, y hace ya bastantes años que no está en la bendita política, en la que siempre creeré: Primero alégrense por su ciudad, su provincia, sus vecinos, a quienes acaba de llegar una inversión importantísima, sea el que sea el apellido de los “culpables” del mismo,- en esta ocasión, las Instituciones gobernadas por el PSOE y sus responsables-; feliciten, -por qué no-, a quienes han ideado, pensado, trabajado y peleado el proyecto.

Porque si no se hace así, todas las críticas que se emiten en los momentos malos, pierden su sentido y su referencia. Y, al contrario, aporta la sensación de que no estamos sino ante gente que no sabe hacer otra cosa que hurgar en sentimientos de frustración. Y así no se va a ninguna parte, por mucho que se intenten interpretaciones forzadas para colgar medallas imposibles.