En lo que va de año tres de cada diez mujeres asesinadas por violencia de género registradas en nuestro país han tenido lugar en Andalucía. Los dos últimos casos, uno en Sevilla y otro en Jaén, elevan la cifra de víctimas en nuestra comunidad a 15 desde que comenzó 2023, lo que supone el 35% del total de 42 crímenes en España desde enero. Lo más terrible de esta lacra es que las cifras no se corresponden con una foto fija y que es muy posible que en las próximas semanas, estas aumenten porque los asesinatos de mujeres por ser mujeres y de sus hijos e hijas, se van a seguir perpetrando. A pesar de este drama, aún hay quienes alzan la voz para afirmar que la violencia no tiene género denunciando incluso su politización. Esas mismas voces alertan de la existencia de hombres que viven angustiados por denuncias falsas, que el feminismo, al que tildan de radical e intransigente, ataca a los hombres. Son voces que ven en cada esquina, una amenaza; y en cada palabra, un agravio. Y este discurso es el que ha ido calando con la irrupción de la extrema derecha en la escena política cuestionando la existencia de la violencia machista, deslegitimando el feminismo y socavando los avances conseguidos en los últimos años. Así que habrá que recordar las veces que sean necesarias que la violencia de género sí existe. Que es una lacra difícil de combatir, pero que requiere de la colaboración y el compromiso de toda la sociedad para erradicarla y, sobre todo, que no se puede ocultar bajo la etiqueta de “violencia intrafamiliar”. Porque mientras algunos se afanan en negarla, a las mujeres las siguen matando por el hecho de ser mujeres, porque la sociedad es machista y patriarcal. Ese es precisamente el peligro, la presencia en las instituciones del Estado de la extrema derecha que no solo la niega, sino que la tacha como "violencia intrafamiliar". Que promueva el negacionismo de la violencia machista es muy grave, pero lo es mucho más que un partido como el PP haya firmado pactos autonómicos y municipales con VOX asumiendo con total naturalidad que el concepto violencia de género quede diluido en el de violencia intrafamiliar. Con estos pactos, el PP está legitimando el discurso ideológico de la extrema derecha en este tema, puesto que le está otorgando carta de validez a ideas o debates que teníamos superados. Porque lo que sí existe es la violencia de género, existe el Convenio de Estambul, existe una ley, existe el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y existen las víctimas.
Antonia Merino
Con perspectiva sureñaAndalucía bate récord en terrorismo machista
Porque mientras algunos se afanan en negarlo, a las mujeres las siguen matando por el hecho de ser mujeres