Con perspectiva sureña

Antonia Merino

Buscavidas

Según el Censo de Población y Vivienda de 2021, el 24,8 por ciento de nuestros jóvenes nos abandonan en busca de unas expectativas laborales

Emigrar responde casi siempre a la legítima pretensión de cualquier persona de buscar un cambio que arroje algo de luz en su futuro. La actual generación de jóvenes, según dicen la más preparada, lleva tiempo preguntándose si Jaén podrá colmar sus expectativas. Muchos de ellos estudian una carrera sin tener la certeza de encontrar un trabajo que pague el esfuerzo realizado y que les permita poner en práctica los conocimientos adquiridos en un puesto en consonancia con su formación. También son muchos los que vislumbran un mañana fuera de aquí para escapar de la precariedad y la falta de alternativas. Según el Censo de Población y Vivienda de 2021, el 24,8 por ciento de nuestros jóvenes nos abandonan en busca de unas expectativas laborales y vitales que aquí les deniegan. De las personas entre 25 y 39 años que nacieron en nuestra provincia, cerca de 32.000 residen en la actualidad fuera. Madrid, Granada, Málaga, Baleares, Sevilla o Barcelona son los destinos principales. Sus vidas giran en torno a las oportunidades laborales que aquí no encuentran por más que les hagan creer que vamos por el buen camino. ¿Qué camino? Ni siquiera la capital es el destino deseado por los jóvenes de la provincia. Y, ante tanta desesperación, aparece de la chistera la palabra preferida de los políticos “emprendedor”. Han enfatizado tanto con la idea de que es necesario emprender que algunos han llegado a confundir emprendimiento con autoempleo, ¿pero como levantar de la nada una empresa si no cuentan con un potente respaldo económico? Y sin ese respaldo, ¿tienen que aparcar sus verdaderas pasiones y vocaciones para ponerse al servicio de un mercado laboral con escasas garantías? ¿Y, sobre todo, en qué condiciones? Y mientras dilucidan su porvenir de quedarse o irse, los servidores de lo público están en otros menesteres, no sólo están alejados de la realidad, sino que lo único que cuenta para ellos es su propia conveniencia. O sino que tomen nota del ajetreado currículum de Moreno Bonilla (sin titulación universitaria) que ha pasado de pizzero a presidente de la Junta, a subirse el sueldo un 19% vía decreto y alegando “urgente necesidad”, la misma urgencia que se dio para gestionar el Bono de Alquiler Joven. Más empatía imposible.