Con perspectiva sureña

Antonia Merino

Ni rastro de humanidad

Los crímenes de guerra se suceden a diario y las fuerzas israelíes violan sistemáticamente el derecho internacional

2023 se despide sumido en un baño de sangre. La masacre continúa en Gaza. El número de víctimas por la ofensiva del Ejército israelí en su guerra contra el grupo islamista Hamás se eleva ya a 21.110 muertos y 55.243 heridos, la mayoría niños y mujeres, según informa el Ministerio de Sanidad palestino. Un colapso humanitario y sanitario que tiene lugar con la complicidad de Occidente, que permite que el Estado de Israel actúe con total impunidad, sembrando muerte, dolor y destrucción. Los crímenes de guerra se suceden a diario; las fuerzas israelíes violan sistemáticamente el derecho internacional, atacan de forma indiscriminada sin distinguir entre civiles y objetivos militares. Su desprecio por la vida es absolutamente escalofriante. Las imágenes que nos llegan desde Gaza, además de ser brutales (cuerpos mutilados, niños desangrándose, cadáveres en descomposición, detenciones masivas en ropa interior o entierros masivos en fosas comunes), nos enseñan que existen mil maneras de exterminar a un pueblo: de hambre, de sed, de frío, de enfermedad, por fragmentos de metralla o por ejecuciones sumarias. Todo ello sucede con luz y taquígrafos y a la vista de un mundo que ni siente ni padece. Niños arrastrando unos bidones, mientras unos drones israelíes les acechan; menores portando cadáveres de otros niños; estadios de fútbol convertidos en campo de concentración; hospitales y escuelas arrasadas por bombas… Un sufrimiento descomunal y del todo insoportable. “Gaza es una absoluta carnicería, con un sufrimiento sin precedentes para los palestinos”, con estas palabras la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios describe el día a día de los palestinos. Frente al desgarro emocional de todo un pueblo, aflora la cruel insensibilidad de miembros del parlamento de Israel que defienden el exterminio de todos los hombres, mujeres y niños en Gaza. “Son todos terroristas, hijos de perros. Hay que exterminarlos, matarlos a todos”. Lo que hace Israel no es nuevo, desde 1949 practica el apartheid y el genocidio sobre los palestinos. Si Hamás es una organización terrorista, ¿no es Israel un Estado terrorista?