Con perspectiva sureña

Antonia Merino

Desmanes reales

Cuarto en la línea sucesoria al reino de España, Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, hijo de la Infanta Elena, nieto de Juan Carlos I...

 Desmanes reales

Foto: EXTRA JAÉN

Felipe Juan Froilán de Todos los Santos.

Cuarto en la línea sucesoria al reino de España, Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, hijo de la Infanta Elena, nieto de Juan Carlos I (autoexiliado en Abu Dabi), y sobrino del rey Felipe VI, comienza a ser conocido más por sus desmanes nocturnos que por una trayectoria laboral. A punto de cumplir 27 años, este “joven talento” de la alta sociedad española va camino de convertirse en el mejor valedor de la tercera república. El chico, al que no se le conoce oficio alguno, está considerado por la prensa del corazón como el soltero de oro de la monarquía española. El chaval era mal estudiante, pero se ha mostrado como todo un erudito de la noche madrileña. Él y su hermana, de un tiempo a esta parte “influencer” de no sé qué, ejemplifican mejor que nadie la “cultura del privilegio” o, dicho de otro modo, cómo vivir intensamente sin dar un palo al agua. Ignoramos cuál es el currículum académico de ambos, pero sí somos conocedores de sus andanzas nocturnas por los garitos de la capital. Froilán de ‘Todos Los Antros’, como ya lo han bautizado en las redes sociales, es un regalo para aquellos que cuestionan el papel de la monarquía. Este jovencito indómito parece que está dispuesto a seguir los pasos del Rey emérito; ha sido nuevamente pillado practicando uno de sus pasatiempos favoritos: ir de copas con sus colegas a antros de poca monta. No es el primer escándalo que protagoniza el sobrino de Felipe VI, pero sus excesos han vuelto a encender todas las alarmas, especialmente en la Casa Real. El muchacho por lo visto se ha propuesto acabar con el escaso prestigio del que goza la maltrecha monarquía española, tirando por tierra todos los esfuerzos de su tío por proyectar una buena imagen de la institución. En cualquier caso, los republicanos no podían encontrar mejor aliado para finiquitar la monarquía borbónica. Cada andanza de Froilán (Pipe para los amigos y familia) es un dardo envenenado contra la institución monárquica, regalando argumentos más que suficientes a todos aquellos que creen que España debería ser sin demora una república. Entre tanto, el chaval exprime a tope su lujosa existencia. Sabe que la vida siempre le dará una oportunidad, por torpe que sea y por muchos escándalos que protagonice. A fin de cuentas, es más que probable que encuentre a un amigo del abuelo que lo fiche para un consejo de administración o que le proponga un negocio con una jugosa comisión. Alumno aventajado, no necesita siquiera decir aquello de “lo siento mucho, me he equivocado. No volverá a ocurrir”.