El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, la ha liado parda a escasos días de las elecciones gallegas a costa de los catalanes y la controvertida amnistía que ha terminado por explotarle en la cara. Ante un grupo de periodistas de 16 medios distintos, y coincidiendo con la Gala de los Goyas, les trasladó sorpresivamente su voluntad de conceder un indulto condicionado a Carles Puigdemont como parte de un plan de reconciliación que permitiese pasar página del procés, reconociendo que “sería muy difícil” para los jueces probar los delitos de terrorismo. Con esta confesión (off de récord) pretendía salir al paso de la misiva del político catalán enviada a los eurodiputados en la que denunciaba una campaña de acoso contra él. Esa carta finalizaba con unas intimidatorias palabras: “Hay otra cosa de la que estoy completamente convencido. Si mi partido hubiera permitido la investidura del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, o hubiera impedido la de Pedro Sánchez, estos espectáculos se habrían ahorrado. Y de esto también hablaremos cuando toque. Como en la “trama rusa”, todo se sabrá”. Un escalofrío debió recorrer las sedes del PP el sábado por la noche. ¿Será capaz el prófugo de la justicia de irse de la lengua y desmontar su plan para llegar a la Moncloa? El “todo se sabrá” ha generado y generará más de un dolor de cabeza, porque se desconocen los entresijos de las reuniones y llamadas de teléfono que se produjeron tras las elecciones del 23–J. Si bien, vamos conociendo que el flirteo del PP con los nacionalistas (vascos y catalanes) no se quedó en un simple café y un hasta luego; había concesiones desde ministerios, lo confirmó Aitor Esteban (PNV), hasta indultos y una posible amnistía por “la puerta de atrás” a cambio de garantizar su investidura, según han desvelado ahora fuentes de Junts. Pero las palabras del líder popular en plena campaña gallega, pese a sus posteriores desmentidos, son un torpedo en la estrategia de crispación alentada por el ala más radical del PP y porque supone saltarse las líneas rojas de las que tantas veces ha hecho gala. A pesar del ruido mediático a la derecha le resbala todo el asunto de la amnistía, lo que le importa es el gobierno y para ello no tienen reparo alguno en boicotear la legislatura y si puede, forzar una repetición electoral. La amnistía es simplemente su instrumento de combate y degaste, ni Ayuso ni Vox le van permitir cualquier acercamiento con aquellos que quieren “romper España”. “Al independentismo, ni agua”, sentencia la presidenta madrileña, mientras Feijóo se retrata con hechos y con las palabras pronunciadas ante casi 20 periodistas. Otra cuestión es la credibilidad que a estas alturas tenga el presidente del PP, hable español, galego o como aquel otro, catalán en la intimidad.
Antonia Merino
Con perspectiva sureñaLa amnistía fala galego
¿Será capaz el prófugo de la justicia de irse de la lengua y desmontar su plan para llegar a la Moncloa?