Con perspectiva sureña

Antonia Merino

¿Por qué aún sigue existiendo la brecha salarial de género?

La igualdad sigue siendo un espejismo porque los principales temas que afectan a la mujer siguen sin resolverse

El 22 de febrero se celebra el Día Europeo por la Igualdad Salarial, una vieja reivindicación que a pesar de los años de protesta, de los argumentos y de tantas y tantas razones está lejos de conseguirse. La igualdad sigue siendo un espejismo porque los principales temas que afectan a la mujer siguen sin resolverse, porque ni siquiera en el ámbito laboral existen motivos de alegría y porque la pandemia acentúo los problemas de las mujeres. Hay cuestiones que siguen atascadas como la conciliación de la vida laboral y familiar, por no hablar de la no implicación de muchos hombres en el cuidado del hogar y la familia, que desemboca en una doble jornada laboral; esto quiere decir que una de cada cuatro mujeres (22,6%) asalariadas tiene un empleo a tiempo parcial, el 93% de los hombres trabaja a jornada completa. Y aún hay quien se pregunta por qué la natalidad continúa cayendo en picado en nuestro país. La mujer se ha cansado de ser una superwoman, porque si no hay guarderías gratuitas para niños menores de tres años ¿quién se hace cargo de sus hijos si ellas acuden a sus centros de trabajo? ¿Quién cuida de sus mayores? Según un estudio de CC OO, “la desigualdad laboral no está en el contrato en sí, sino que se filtra en múltiples formas (precariedad, temporalidad, menor formación, dificultad para conciliar, etcétera) que hace que, al final, las mujeres perciban por su trabajo menos dinero que los hombres”, son dificultades que contribuyen a ensanchar la grieta de género y eso que ahora hay más licenciadas que licenciados que se han incorporado masivamente al mundo laboral, pero en condiciones de desventaja. Según la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), la brecha salarial ha aumentado por primera vez desde 2017 y se sitúa en el 20%, esto quiere decir que las mujeres están trabajando gratis 73 días al año y, a este ritmo, se tardará medio siglo en alcanzar la igualdad salarial. El número de mujeres con contratos temporales es "el doble" que el de hombres, mientras que las mujeres con contratos a tiempo parcial son "más del triple" (152.900 mujeres frente a 42.400 hombres). Teniendo en cuenta que las mujeres son la mitad de la población, no parece que sea pedir demasiado que a igual trabajo, igual salario. ¿Por qué aún sigue existiendo la brecha salarial de género?