Nunca tuve muy claro, tal y como se las gastan los liderazgos últimamente en el PP, si poner, o no, el acento a Erik. O en Érik. Política y ortográficamente debería hacerlo; de hecho, vengo haciéndolo, aunque sin mucha convicción, ni solución de continuidad. La consulta a la RAE no admite dudas: Sí, porque lo correcto es que los nombres de origen extranjero de personas hispanohablantes se adapten al sistema grafofonológico del español y se escriban con tilde si así lo exigen las reglas de acentuación. La palabra “Érik” tiene tilde, es llana y lleva la vocal tónica en la “e”. Ahí tendría que terminar el debate, con el consiguiente punto y aparte, pero no es tan fácil orillar definitivamente la cuestión, olvidarse del tema para los restos, cuando del acento que se ponga, o no, en el liderazgo, fuerte y tónico, de Erik/Érik Domínguez depende la suerte inmediata de un proyecto político ideado para dar la vuelta a la tortilla, de una vez por todas, en la Diputación de Jaén. Palabras mayores. Bien es cierto que el acercamiento al PP de Erik/Érik en su pueblo, Guarromán, podría decirse, nació por generación espontánea. Casualidades del destino. Los Guerola emigraron al País Vasco en los 60 y no fue hasta principios de los 90, después de la cruenta década de reconversión industrial de los 80 en Euskadi, cuando los Domínguez Guerola, los padres de Erik, deciden regresar a Andalucía al socaire de las raíces maternas. En el municipio guarromanense gobierna entonces un hegemónico PSOE liderado por Francisco García, Paquillo en la nomenklatura de la dirección provincial del partido, el tito Quico para Erik, puesto que el alcalde está casado con una prima hermana de su madre. El lazo de sangre propiciará estampas felices de veranos azules compartidos entre ambas familias en Salobreña. Aquella prehistoria afectiva habría encaminado políticamente al joven Erik hacia la militancia socialista si no llega a ser, al margen de las propias convicciones en su evolución ideológica, por la influencia, mayormente, de dos mujeres: María del Carmen Caballero, la ex presidenta del PP de Guarromán que capta para su proyecto municipalista a dos muchachos entusiastas, amantes de las tradiciones de Guarromán, Alberto Rubio (actual alcalde) y Erik (el imprescindible segundo de a bordo, especialmente en materia socio-laboral), y Raquel López, su pilar, novia de toda la vida, esposa y madre de sus dos hijos, cuya familia, los Tadeo, vinculada confesionalmente al judaísmo, auspiciara los primeros pasos de Erik como activista de la Asociación de Amigos de Israel en España. Todo tiene su por qué. Y su aquel.
El presidente provincial del PP, Erik/Érik Domínguez, fue en 2018, con permiso del entonces alcalde capitalino, Cuqui Márquez, el primer casadista confeso de Jaén. Diplomado en Relaciones Laborales por la UJA, artífice del proceso de estabilización del empleo en el Ayuntamiento de Guarromán, Erik/Érik trabajó diez años por cuenta ajena en la más conocida asesoría-gestoría de su localidad. Un bagaje de experiencia, a todas luces, de incalculable valor para dedicarse luego a la política. Aún recuerdan algunos socialistas veteranos de la ciudad de Jaén la ocurrente gracieta que estilaba el que fuera delegado de Economía e Industria de la Junta hasta septiembre de 1986, José Gutiérrez Millán, Pepito para los íntimos, al responder a cualquier llamada telefónica que le pasaran de alguien que dijera venir de parte del todopoderoso consejero de la Presidencia: “Gestoría Gaspar Zarrías, dígame”. El oficio de gestor, en política, siempre, siempre, imprime carácter. El que se le supone, como el valor en la mili, a Erik/Érik, lidiando con la habilidad del superviviente desde que asumió el cargo en San Clemente 15. Ora abandonándose al criterio sugerido desde Sevilla o Madrid por Juan Bravo, ora asintiendo ante las atinadas sugerencias de Lina García. Ora por allá, ora por acullá. Nadar y guardar la ropa. Que el alcaldable idóneo para Jaén es José Agustín González Romo, a decir del jefe Bravo, ni mil palabras más. Que en Linares la apuesta, también de Juanele, habría sido Raúl Caro-Accino, alcalde caído (y a la fuga) de Cs, pero se abre la grieta de su renuncia poco decorosa (y menos edificante) al acta de concejal, lo que invita al pope Juan Lillo a conjurarse abiertamente en contra de la opción Caro, pues nadie mejor que la diputada autonómica (de nuevo cuño) Auxiliadora del Olmo para asumir el reto, en el supuesto de que Bravo, Lina y Estrella, Jesús Estrella, el tridente de poder interno en Jaén que Erik/Érik está obligado a mirar de reojo a la hora de adoptar cualquier decisión trascendente, no contrapongan reparo grave al respecto. Todo, en cualesquiera de los casos, sin pisar callos y sin que se note demasiado. Ya me entienden. En el poder, Erik/Érik sabe, como si estuviera al tanto de lo que Omar Torrijos aconsejó encarecidamente a Felipe González hace casi cuarenta años, que si te afliges, te aflojan. La asunción de la portavocía de Agricultura por parte de Erik/Érik, en Las Cinco Llagas, merced a su conocido estajanovismo, así lo demuestra.
A partir de esta misma semana, no hay puente que valga, ni truco ni trato, toca vender la bondad de las cuentas 2023 del Gobierno de Andalucía para la provincia de Jaén. 390 millones y medio de euros en inversiones, 22 de los cuales serán para seguir avanzando en los trámites y la redacción de la Ciudad Sanitaria, comenzando la colada por la mismísima lavandería. Prioridad de trazo grueso para la Sanidad y la Educación, con infinidad de actuaciones en centros educativos y de salud, y un puñado de millones más para “desenmarañar” la reactivación del tranvía, el ramal de Linares-Vadollano o el acceso a Geolit, las obras de adecentamiento (sin asomo de desdoblamiento) en las carreteras A-306 y A-311, el Puente del Aguadero o el trazado hacia Sorihuela del Guadalimar. Desenmarañar, que se traduce en la mera formulación administrativa de revisiones al alza de las licitaciones que quedaron desiertas ante la subida del precio de los materiales. Es decir, volver a empezar. La campaña subsiguiente de proselitismo progubernamental a favor de los Presupuestos de la Junta, a lo largo y ancho de la geografía jiennense, concentrará tal atención y esfuerzos que el PP de Jaén ha decidido posponer hasta la segunda quincena de enero la celebración de su anunciadísima Convención Provincial del 5 y 6 de noviembre en Ifeja. Erik/Érik no se anduvo por el tronco a la hora de sortear ramas quebradas con las que justificar, hace sólo unas horas, el aplazamiento del cónclave de presentación de candidatos hasta después de Navidad: “Hay varios motivos: No hay hoteles ya en la ciudad, toda vez que coinciden dos importantes eventos como son la Fiesta del Primer Aceite y la Feria del Automóvil y, además, tercera pata a considerar, varios de los candidatos de ciudades de más de 20.000 habitantes, al no estar oficialmente ‘aflorados’, no podríamos aún anunciarlos”.
Conservador y cabalístico, fiel a sus principios, “De vivir apercibido, nadie se ha arrepentido”, mientras otros agotan preliminares, “Por lo que perdiste, no estés triste; hazte cuenta que nunca lo tuviste”, Erik/Érik aguarda a que las cosas caigan por su propio peso, poniendo el acento político en lo que realmente importa, “Mucho ayuda, quien poco estorba”. Amén.