Eventos consuetudinarios

Pepe Fernández

El milagro de Juanma

El 2 de diciembre de 2018 era domingo y los andaluces fuimos convocados a votar nuestro Parlamento. Nos había convocado precipitadamente a urnas Susana Díaz...

 El milagro de Juanma

Foto: EXTRA JAÉN

Juanma Moreno.

El 2 de diciembre de 2018 era domingo y los andaluces fuimos convocados a votar nuestro Parlamento. Nos había convocado precipitadamente a urnas Susana Díaz.

Fue un adelanto mortal para la izquierda visto con la perspectiva del tiempo transcurrido, ya que si Susana Díaz no hubiese roto unilateralmente el pacto con IU - con argumentos bastante débiles- y no hubiese adelantado la consulta un año por razones personales y partidistas, es muy probable que la lógica de coincidencias electorales precedentes con las generales se hubiese repetido y beneficiado a la izquierda andaluza.

Los datos así lo confirmaron al salir elegido presidente  Juanma Moreno Bonilla en una carambola que el PSOE-A no ha sabido digerir en mucho tiempo, llegando a ser en su momento copartícipes de la convocatoria para rodear el Parlamento de Andalucía con una protesta popular en la que bajo el pretexto de gritar contra el fascismo que iba a votar por Moreno Bonilla, se proclamaba 'Andalucía no está en venta'  lema central de la manifestación.  El socialismo andaluz se sumó a la idea de la izquierda  más radical, seguramente en un intento de diluir ante la opinión pública la gravedad del paso en falso determinante dado por el llamado 'susanismo' al adelantar elecciones. Fue el principio del fin.

Con 26 diputados, pedían la cabeza de Bonilla

Aquella tarde del dos de diciembre, el dirigente popular andaluz y juez en excedencia, Juan Ignacio Zoido, en cuanto tuvo en sus manos los primeros datos a pie de urna cogió un Ave urgente a Madrid. Los resultados del PP andaluz eran los peores que la derecha había cosechado en toda su historia - Alianza Popular incluida- con solo 25 escaños, 26 contando a Moreno Bonilla. El ex juez Zoido elaboró durante las dos horas de trayecto 'la sentencia' que iba a someter a la consideración de Mariano Rajoy en Génova 13 y cuyo fallo final era: creación de una gestora al frente del PP andaluz y adiós a Juanma. (La noche de este 19J Zoido se pegó sonriente y feliz en las fotos junto a Bonilla y esposa como un pariente más)

Aquella noche de diciembre de 2018 tardó en aparecer la solución finalmente ganadora, pero salió ante la sorpresa de todos, encuestadores incluidos. Sumando el PP votos de Ciudadanos y de Vox, Susana Díaz no revalidaría en nombre del PSOE la gestión del gobierno de la Junta. La misma Susana Díaz que perdió casi dos años de su gestión como gobernante a pie de tajo, metida en una guerra galáctica contra Pedro Sánchez y que acabaría perdiendo estrepitosamente. Medio millón de electores socialistas se quedaron en sus casas y no votaron en diciembre de 2018.

Ese resultado, contra todo pronóstico, fue el que salvó in extremis la cabeza de un perfecto desconocido en la política autonómica como era hace cuatro años Juan Manuel Moreno Bonilla, aunque ya lo había intentado sin suerte en las anteriores elecciones.

Así comenzó una historia que después de transcurrir 3 años, 6 meses y 17 días ha culminado con un éxito espectacular e histórico de Juanma Moreno, comparable en términos políticos al del 23 de mayo de 1982, cuando Rafael Escuredo al frente del PSOE-A, -'El gran partido de los andaluces'-, obtuvo 66 escaños, la primera gran mayoría absoluta que quisieron los andaluces otorgar a una fuerza política para que gobernase sus destinos. «La primera mayoría absoluta de un partido en España desde la transición», titulaba El País.

Exactamente lo que ha sucedido este domingo de junio primaveral y caluroso pero al revés.

La red…clientelar

Durante décadas  el PSOE se apalancó, elección tras elección, en el gobierno andaluz lo que le permitió, además de afrontar la primera transformación real de Andalucía, crear en paralelo su propia «red clientelar» que le iba a servir para reforzar y garantizar la presencia de la marca y sus sistemáticas victorias electorales dominando los puntos más recónditos del territorio. Eso, el PSOE, lo acabará pagando con creces en términos políticos, porque ese es el pecado original del caso Eres. Llegó un momento en el que el PSOE parecía algo divino y celestial, estaban en todos sitios, nada se les escapaba a su control. Premiaban y castigaban, según les caías. Los eternos ocupantes de los bancos de la oposición de la derecha, un selecto grupo de ellos, se contentarían con calentar escaños y cobrar dietas a cambio de una política discreta de la Junta de puertas abiertas para ellos, que permitían desarrollar las tareas de lobby a la que muchos se dedicaron durante años. La de cosas que podría contar  al respecto si viviese Rafael (Lele) Álvarez Colunga, ex presidente de la CEA.  El ciclo de tres décadas del PSOE en Andalucía ha durado tantos años no solamente por los votos de los andaluces, que por supuesto, sino por meter en el reparto de la tarta del presupuesto a quienes eran de otras sensibilidades políticas o religiosas, como la patronal, los sindicatos, la iglesia católica… La ideología siempre fue lo de menos en las cuestiones de dinero. Con los Eres se compraba la paz social, con los acuerdos de concertación la paz política y todos tan contentos durante años. Pecados que no delitos al fin y al cabo.

De cuando estalló el caso Eres

Todo iba transcurriendo con cierta placidez y complicidad entre los políticos hasta el arranque de la segunda década en la que el PP, liderado por Javier Arenas tras su segunda vuelta de Madrid, decide ponerse las pilas y abrir brecha en los juzgados con el caso Mercasevilla, los Eres y todo lo que se conoció después. Nada improvisaron, todo encajó a la perfección con el tiempo - tuvieron suerte hasta con la instructora Mercedes Alaya, casualmente compañera y amiga de Zoido- y eso supuso, nada más y nada menos, que una profunda herida de gravedad en la femoral socialista, en todo el PSOE, abierta y goteando durante años, con dos de sus presidentes federales condenados y esperando la última pronunciación del Supremo en unos días, quizás semanas. Para Pepe Griñán se piden años de prisión. Sumándole a esos castigos penales tres estigmas políticos y mediáticos contra los socialistas en general tan injustos y falsos como letales y de los que no se han podido apear en estos años: «ladrones, cocainómanos y puteros», calificativos que abundan todavía como insultos contra ellos en las redes sociales de la ultraderecha.

Dato que nos conduce a dejar sobre la mesa una de las brechas que tienen abiertas las democracias occidentales, la manipulación del electorado a través de las posibilidades que ofrecen las redes en la era digital, todo ello con grandes presupuestos de por medio que 'alguien' paga con intenciones no confesadas.

Juanma hizo el milagro azul

Solo desde esa óptica actual de como funcionan las cocinas de la política puede entenderse mejor el milagro de Juanma, elevado en un santiamén a los altares de la derecha española y a los libros de Historia, un suceso que será estudiado en serio por politólogos y sociólogos ya que es de una singularidad que sorprende. Al gran vencedor del 19J andaluz le han bastado solo 1.295 días  para lograr su gran proeza política. De no ser nadie a lograr una indiscutida mayoría absoluta, no parece que se deba solo a la gestión realizada por el ejecutivo bipartito en tres años, pandemia de por medio. Entonces, ¿qué ha pasado aquí?

El PP andaluz, una vez en el gobierno controlando el poder y sus resortes de todo tipo, decidió acertadamente para sus intereses fabricar el líder que no tenían, exactamente el que pedía el mercado en tiempos de alto enconamiento de la política, concentrar todos los esfuerzos mediáticos  en potenciar la figura de Juanma Moreno Bonilla, que ha llegado hasta el final sin sudar la camiseta y casi sin bajarse del autocar. Con la espléndida imagen de un tipo al que apetece invitar a comer para que te cuente.

Comparar el Juanma  de las primeras elecciones con el que ha revalidado el cargo de presidente este domingo, sirve para comprobar lo mucho que ha aprendido Moreno a la hora de proyectar su imagen y transmitir sus mensajes o compromisos. Y no solo habla con vacas y personas, también con las rapaces a las que puso en libertad el otro día en Doñana. Moreno Bonilla es un profesional de la política consolidado. Juanma atesora experiencia suficiente como para saber quién es, de donde viene, a donde va y con quien quiere ir. Sin olvidar que un superviviente tantos años en la selva política, debe de estar curtido en métodos de ataque y defensa, o lo que es lo mismo que por las buenas es un santo, pero por las malas «puede ser un mal enemigo que no para hasta cazar la pieza, es frío y calculador aunque no lo parezca con su aspecto de buena gente» dice alguien que le ha tratado mucho y le ha conoce bien.

Pero toda esa preparación a la que se ha sometido no hubiese tenido sentido alguno si no tuviese los medios con que proyectarse a la sociedad, especialmente las pantallas de TV cuyo consumo ha aumentado considerablemente durante los dos años de pandemia y desde donde Pedro Sánchez y Moreno Bonilla nos mantenían informados de la realidad oficial andaluza y española. Canal Sur TV ha sido, sin duda, el principal soporte empleado por el PP para promocionar la figura de Juanma, su gobierno, su política, su nombre, -prohibir que le llamasen Juan Manuel- al tiempo que iban modelando y perfilando día a día al líder. La tele pública ha hecho cosas por la imagen de Moreno que nunca se vieron con anteriores dirigentes socialistas, como hacerle un telediario sobre ¡un buque de guerra! Un líder que ahora levanta a las masas, pero que durante mucho tiempo no las enloquecía precisamente.

Y todo gracias al marketing empleado para vender gestión y eficacia no sectaria de un gobierno a medio gas, constreñido como todos a causa de los límites impuestos por la pandemia Covid y el Estado de Alarma.

Con esa imagen de hombre simpático y amable, campechano y cercano en el trato, negociador confeso, liberal y no partidista, el PP ha logrado el candidato perfecto para el oportuno momento del año 2022.

La caída de Pablo Casado y sus efectos

No ha existido improvisación en el PP en estos años en la fabricación de su líder Juanma, quizás el único imprevisto fue el golpe de mano del 23F contra Pablo Casado pero les salió bien la jugada. Los populares andaluces no fueron los muñidores del golpe como algunos pregonan para demostrar lo listos e importantes que son, pero fueron decisivos tomando la iniciativa en cuanto Pablo Casado le mentó al hermano comisionista a Isabel Díaz Ayuso y Troya empezó a arder. Es muy posible que este acontecimiento interno en el PP le haya otorgado a la postre un considerable plus electoral a Moreno que no hubiese tenido con Casado y Teo García Egea en Génova 13, ya que ha logrado consolidarse como dirigente autonómico de pleno derecho, con voz y criterio propio e independiente, frente al sucursalismo activo en el resto de formaciones dependientes todas de Madrid, menos la de Teresa Rodriguez. Ha sido uno de los mensajes que mayor credibilidad ha aportado a los discursos del  hoy presidente en funciones de la Junta, mensajes autonomistas donde pueden intuirse ideas de gobernanza andaluza del desaparecido profesor Manolo Clavero.

Sería absurdo creer que la elevación de Juanma a los altares de San Telmo se ha hecho solo con un equipo de Canal Sur TV pegado a la trasera del coche presidencial. No, a ese objetivo ha ayudado y mucho el millonario presupuesto de publicidad institucional que, controlado desde la Consejería de Presidencia, han invertido en los grupos editoriales en función de su línea editorial, no de su audiencia. Un famoso editor cabreado que llamó a Elías Bendodo tras haberle enseñado los dientes en papel y en digital, recibió esta respuesta cortante: «Mira fulano, la Junta te da equis miles de euros al año. Si quieres puedo dejártelos a cero, tú decides». Chulerías las justas, se acabó la discusión.

La inversión de dinero público para publicidad en los medios se ha disparado muy por encima de las cifras desorbitadas - según criticaba el PP- que llegó a emplear el PSOE en situaciones similares del pasado. Esa inversión, como es de imaginar, lleva aparejado el respeto a una línea editorial marcada por el gobierno en función de sus intereses, siendo fundamental cuidar y respetar la imagen del presidente.

Un servicio a la democracia

No obstante  a la figura de este andaluz que sin ataduras de ningún tipo va a gobernar Andalucía durante los próximos cuatros años, hay que agradecerle como demócratas un gran servicio del que no se habla suficientemente. El haber parado a la extrema derecha, aguarles la fiesta que habían planeado como el inicio de una nueva 'Reconquista’  de España desde la Plaza de Armas de Sevilla. Nunca se extendió Juan Marín en explicar qué quería decir con que si entraba Vox en la Junta «habrá lio», pero para muchos tras comprobar como se comportaba en carne y hueso la candidata Olona, esa entrada en el gobierno hubiera supuesto un desgobierno e inestabilidad de tal calibre que los andaluces sufrirían sus consecuencias a muy corto plazo.  No eran gobernantes los que aspiraban al gobierno andaluz, eran aventureros que no ocultaban, divertidos, su aventura de inspiración divina. Los mensajes lanzados por Vox en El Ejido contra los inmigrantes que trabajan en los invernaderos y habitan las calles del pueblo en sus tiempos de ocio, provocaron la caída del voto de la extrema derecha en favor del PP. Literalmente, me dice un empresario, a la gente les entró miedo con el discurso agresivo de esta gente y se acordó de como ardió El Ejido en los sucesos del 2000.

Después de meses en un sinvivir, como demócratas, hoy es de justicia agradecer a la figura política de Juanma Moreno el que haya sido capaz de frenar el ascenso de la extrema derecha en España. Una gran aportación, sin duda.

El PSOE tocado, no hundido

El PSOE ha quedado tocado, pero no hundido tras el desastre electoral del domingo. La brecha abierta por el 'iceberg Juanma' es de enormes proporciones, prácticamente han salvado gran parte del mobiliario, pero las vías de agua ya están abiertas.

Horas ha tardado el profesor Luis Ángel Hierro, el tercer candidato en las primarias andaluzas, en abrir el debate interno vía Twitter.

https://twitter.com/LuisAngelHierro/status/1538638999983493122?s=20&t=8UhMJz9IviVx2kYio1N9Ag

De mi bloc de notas de la noche electoral, extraigo algunas consideraciones referidas al PSOE-A y a Juan Espadas, su candidato y Secretario General. Aspectos y consideraciones que quizás ayuden a entender algunas cosas que han pasado en esta catástrofe electoral socialista. La segunda más triste de su historia en cuatro décadas desde su fundación.

-Juan Espadas, un candidato desconocido fuera de Sevilla, sin carisma de líder ni tiempo suficiente para lograr serlo. Sin los medios de promoción que ha disfrutado su adversario durante años. Para colmo muchos electores han percibido que Espadas, el menos conocido, se parece mucho al más conocido Bonilla. Juan Espadas podría ser, salvando cuatro cuestiones ideológicas de base, un candidato perfecto de centro izquierda para el PP. Un candidato, por tanto, incapaz de movilizar el voto progresista y de izquierdas, imposibilitado por ejemplo para articular una crítica a un Obispo por el hecho de ser católico practicante. Aspecto de su intimidad personal del que ha hablado con orgullo en sus entrevistas electorales en Canal Sur TV.

-Espadas y su equipo no han sabido responder o no han tenido reflejos ante al golpe dialéctico eficacísimo lanzado por Moreno constantemente en los dos debates. Muchos andaluces han acabado sabiendo, tras los debates, de la biografía del candidato socialista que fue alcalde de Sevilla y, sobre todo, que formó parte de los gobiernos «malditos» de Manolo Chaves y Pepe Griñán. Para muchos en el PSOE, Espadas perdió la ocasión magnífica de hacer lo que hizo en Málaga José Luis Rodríguez Zapatero reivindicando, en esta campaña donde se ha seguido hablando del puticlub Don Angelo, la honestidad personal de los dos expresidentes condenados por los Eres.

-Gatopardismo. Tras las primarias que le ganó a Susana Díaz, todo cambió, cierto, pero solo para que corriese el escalafón. Se han renovado caras, sí, pero no a los herederos de un modelo de partido y una forma de hacer política rechazada por el electorado. Y, ojo, llegan las municipales con muchas curvas, aunque quien piense que puedan extrapolarse resultados se puede equivocar.

-Aparecer apadrinado y acompañado por Pedro Sánchez le ha restado apoyos a Juan Espadas y al PSOE-A. El denominado 'frente anti Sánchez' funciona, aumentando en proporción con las visitas de los españoles a las gasolineras o supermercados y en los resultados del domingo hay mucho de eso. La insufrible carestía para poder sobrevivir va a pasar una factura electoral increíble en las generales, de hecho el 19J el PSOE ya ha pagado un porcentaje a cuenta. Ojo, y no todos van de feria, de playa o de romería como nos venden por las teles. La inmensa mayoría ya no puede.

- Bonilla y Espadas pactaron como caballeros de comunión semanal no sacar en campaña asuntos personales ni de corrupción. De no ser cierto este pacto, en evidencia ha quedado su estricto cumplimiento. Ambos estaban convencidos que la única mierda electoral la iban a soltar los de Vox para provocarles, justificando así un acuerdo de sentido común el no entrar en ese terreno. Al final, efectivamente, la extrema derecha se llenó de basura empleando a uno de sus perros de presa para morder en el bajo viente a Juan Marín, quien cometió el error de abrir él mismo la puerta de su vida privada en una entrevista intimista en el diario Sur.

-Ha sido un gran error prescindir de Susana Díaz en la campaña. Ella se ofreció, pero Sánchez decretó que ni hablar, que no quería ver a esa señora mitineando ante la alcachofa roja del partido; sigue sin perdonarle aquello de 'Pedro, el problema eres tú' .

-A Susana Díaz no la ha echado de menos el electorado socialista, quizás sí un porcentaje importante de la militancia -¿el 40% que la votó en Primarias?- que saben interpretar las presencias (en las listas) y las ausencias en las decisiones. Para el resto de electores es difícil comprender y digerir que quien hace solo mil quinientos días era el gran referente del socialismo, apoyada por Felipe González y los pesos pesados ungidos por el espíritu de Suresnes, haya sido despreciada a la hora de contar con ella para pedir el voto a sus paisanos. Y lo más peliagudo en este caso, con ella se le ha hecho un feo enorme a miles de militantes andaluces que no saben leer estos misterios del partido en los posos del café. Ahora Susana Díaz se reencontrará con su viejo amigo Juan Marín en el plató de 'Todo es mentira', donde ayer aceptó colaborar también el vicepresidente en funciones.

-Los electores por regla general suelen perdonar más fácilmente los errores que cometen los partidos en la gestión de lo público - el propio siempre roba mejor, con más arte que el adversario- sin embargo lo que nunca suele perdonar  el votante son las guerras tribales o civiles internas en los partidos en la lucha por el control del poder. El PSOE-A logró hacernos creer que su transición había sido modélica y lo fue en apariencia. No faltaron fotos y sonrisas para sellar los acuerdos que llevaron a Susana al Senado, lejos de las mesas de camilla sevillanas, fuente inagotable de ruidosas conspiraciones. La militancia quiso creérselo, pero el paso de los meses ha demostrado que la grieta existente en el PSOE andaluz sigue abierta, peligrosamente abierta si se tiene en cuenta que Andalucía es laboratorio para lo bueno y para lo malo. Y a ver si el color azul se intensifica conforme lleguen las elecciones autonómicas y municipales, los ayuntamientos, el verdadero bastión de poder del PSOE-A en los territorios. Una hecatombe electoral similar a la del domingo pasado colocaría al PSOE  a borde del abismo, ante un doble salto mortal sin red y abocado a unas inciertas generales.

-Estas elecciones han roto muchísimos esquemas establecidos y respetados durante años. Cuando el voto no tiene más dueño que su titular, va y viene en el bipartidismo con bastante comodidad. Y, de vez en cuando, cuando se cabrea demasiado presta su voto de castigo a opciones extremistas. Los andaluces, más listos de lo que muchos imaginan, han enviado un aviso serio al PSOE-A, los cambios operados en la era Espadas no han aportado nada, más bien lo contrario con la pérdida de dos escaños. Tras lo sucedido solo un congreso extraordinario abierto, renovador de verdad y sin tutelas, ayudaría a la regeneración real del partido y a implantar una forma distinta de hacer política, causa fundamental por la que ha ido perdiendo votantes y poder. Y sigue.