Los últimos datos de hipotecas publicados por el Instituto Nacional de Estadística, que corresponden al mes de enero, nos dicen que en ese mes se constituyeron en la provincia de Jaén 464 préstamos hipotecarios, lo que supone un 34,49% más que en diciembre y un 20,83% más que en enero de 2022, y ello a pesar de que el Banco Central Europeo no ha parado de subir los tipos de interés desde que comenzara a hacerlo en julio de 2022 (después de no haberlos subido en 11 años), para intentar parar la elevada inflación. Del 0% pasó al 0,5%, de ahí al 1,75% en septiembre, al 2% en octubre, al 2,5% en diciembre, al 3% en febrero y al 3,5% el pasado 16 de marzo.
La media mensual del Euribor (que es el tipo de referencia para el mercado hipotecario) ya se situaba en enero en el 3,337% (en enero de 2022 se encontraba en el -0,477%), lo que debía haber desincentivado la constitución de hipotecas, aunque parece que no ha sido así.
En Andalucía y en España también ha aumentado el número de créditos hipotecarios, pero en menor medida que lo ha hecho en el conjunto provincial (en torno al 3%, en ambos casos).
Respecto al importe total de las hipotecas constituidas en Jaén, ha sido superior a los 39 millones de euros, lo que equivale a un crédito hipotecario medio de 85 mil euros, un valor similar al de ejercicios anteriores.
Si hacemos la distinción entre fincas rústicas y urbanas, apuntar que de las 464 hipotecadas sólo 27 son del primer tipo (rústicas), una cifra inferior a la de otros meses de enero. El valor global de estas hipotecas es de algo más de 2 millones de euros; por finca estaríamos hablando de un importe similar al de las urbanas.
¿Seguiremos hipotecándonos en el futuro? Todo apunta a que los tipos de interés van a seguir subiendo, al menos hasta que se consiga situar la inflación en Europa en torno al 2%, lo que no parece que vaya a suceder a corto plazo, aunque en España ya esté en el 3,3%. Esto desincentivará la inversión, pero todavía hay bastante dinero ahorrado en Jaén y el ladrillo sigue siendo una fórmula atractiva a la que destinar nuestros depósitos, sobre todo en momentos de precios al alza como los actuales.