Un niño cabezón llora ante la proximidad de la Navidad. Como sabe de sobra que los reyes son los padres por el wasap de su móvil pues el niño tiene móvil no sea que le pille una nevada terrible de vuelta a casa y se quede incomunicado por tierra, mar y aire así que llora porque quiere la Ps 5 la cual vale un ojo de la cara pero el progenitor, progenitora o progenitore se la termina comprando para que se calle y le deje tomar la cerveza en paz se lo pueda o no permitir y ante tal práctica de negligencia educativa( los niños, al igual que los adultos y los ancianos, son esponjas para lo que les interesa) el chaval saca la conclusión correcta: las cosas se adquieren no por merecimiento sino por lloros y de tal hazaña se ufana ante sus compañeros de 1 ° de E. S. O. avergonzando a un padre a sus espaldas, padre que también se ufana ante otros padres ya que desde que se plegó a los deseos de su “filio” en su casa “paz y después gloria”… al menos hasta que salga la PS 6. Bien, pues “mutatis mutandis” Pedro Sánchez es el padre y el niño insoportable y malcriado el nacionalismo. Nuestro presidente saca pecho y afirma que no hay mayor estabilidad en la política catalana desde que él gobierna. Al igual que un secuestrador quita el dedo del gatillo cuando recibe el rescate o Hitler se muestra afable y colaborador y un hombre en quien se puede confiar según Chamberlain, primer ministro británico, después de que las potencias occidentales le regalen Checoslovaquia para poco después invadir Polonia que menos que pedirle a los nacionalistas que se sosieguen un poco tras el indulto a sus líderes, la inclusión del ministro que redactó tal medida de gracia en el Tribunal Constitucional, la reforma del delito de sedición (y puede también que el de malversación) a medida( una reforma que por otra parte la sociedad española venía pidiendo a gritos y ahí están las decenas de manifas y concentraciones que no se han producido para demostrarlo) todo para que después de tragarse tal saco de sapos venga Rufián a decir las verdades del barquero sitiado por micrófonos como un concursante de PASAPALABRA en “ El Rosco” o el niño llorón de más arriba que se pavonea de haber logrado que su padre doble la cerviz y como el truco le ha salido tan bien lo volverá a repetir cuando le venga en gana para satisfacer nuevos caprichos que nunca llegan a ningún fin pues los niños caprichosos al igual que los nacionalismos contemporáneos encuentra su esencia y/o razón de ser no en la satisfacción de sus demandas sino en el victimismo perpetuo. Todo lo demás,como decía el rabino, es comentario.
Carlos Oya
La chapaNiño malcriado
Un niño cabezón llora ante la proximidad de la Navidad. Como sabe de sobra que los reyes son los padres por el wasap de su móvil pues el niño tiene móvil...
Foto: EXTRA JAÉN
PS 5