La chapa

Carlos Oya

Pereza

Da pereza. Mucha pereza. Escribir sobre lo mismo semana tras semana pero es que a veces no hay otra (también da mucha pereza escuchar a Pereza)...

 Pereza

Foto: EXTRA JAÉN

Bostezo.

Da pereza. Mucha pereza. Escribir sobre lo mismo semana tras semana pero es que a veces no hay otra (también da mucha pereza escuchar a Pereza). Los políticos se han olvidado a quién tienen que dar explicaciones antes que a nadie de sus actos: a los ciudadanos, los hayan votado o no en comicios municipales, regionales o nacionales, y no a sus contrincantes parlamentarios. Pero claro, si se dirigieran a la ciudadanía su “deux et machina” que es el “y tú más” no tendría efecto alguno, al menos para los que tenemos criterio propio y no somos “hooligans” que en vez de ver a un político sobre un atril se embelesan ante un imán sobre un púlpito. Hay cosas que no me gustan que afecta a todo. No me gusta que gran parte del Congreso tenga peores modales que mis alumnos de la E. S. O. aunque se entiende porque a todos los políticos se las trae al fresco la educación. Siento nauseas ante la lucha a “cara de perro “por controlar instituciones judiciales tanto por una parte como por la otra. No comulgo con códigos penales a medida de los que infringen la ley. Abomino del uso irresponsable de términos como “fascismo “, “machismo “, “golpismo” o “dictadura” sin pensar en las funestas consecuencias que pudieran tener. No aguanto los aires de chulito de Rufíán ni la cara de desprecio permanente de Cuca Gamarra. Me parece mal que el presidente vuelva a ser Sánchez para el partido de la oposición. Enerva el hecho de que todo dios hable de Montesquieu sin haber leído “El espíritu de las leyes”. Echo en falta la más mínima autocrítica por nuestros próceres quienes, muy al contrario, disparan pan de higo en vez de ejercitar el menor examen de conciencia y aún menos el propósito de enmienda. Y no puedo olvidar en este memorial de agravios a esos mal llamados periodistas que en vez de dar información prefieren avivar las llamas a base de twits (les viene bien porque la mayoría no da para más de 240 caracteres) más preocupados en su ego que por una noticia veraz. Por último y no por ello menos importante estoy en contra de que el repostero de la esquina haga almendras garrapiñadas con la puerta abierta y atufe la calle tanto si te gustan las garrapiñadas como si no. Con todo “Felices Pascuas” amigos.