Me suda la Polca

Jesús Calamidad

Dejo mi hogar para volver a mi hogar

Nos vemos a la vuelta si está de dios

Seguramente me seguirán la lluvia y las tormentas de vuelta, siempre es así. Lo bueno es que os dejo los pantanos mejor de lo que los encontré. De nada. Y de nada también por ese polvaco sorpresa que os echó vuestra novia o novio el mismito día en el que me los crucé por Jaén o por sus bares. De nada. ¡Por favor, tío, con gusto, por Rock bendito! Es un placer. Pero no te pongas tontainas ni celosista porque la idea de estar conmigo es mucho más atractiva que el estar conmigo, ya te lo digo yo, no te preocupes. Tú aprovecha el polvo y, la próxima vez que me veas, invítate a algo, coño. Considérame el calientaburras del año, solo soy pornografía emocional. Nada por lo que tengas que preocuparte. Un consejo si me lo permites, no te hagas más camisas con las bragas de William Wallace, por favor. Fíjate en mí, estoy cañón hasta ciego perdido y tirado por el suelo. Apuesta por el negro, como hacen las cincuentonas, rock me las bendiga.

Cuando leas ésto ya estaré en casa, probablemente con resaca tras la bienvenida, casi seguro. Lo voy a dejar, te lo juro, pero hoy no, mañana. Sí, allí también soy bienvenido. No seré tan mala persona; igual no, aunque tampoco tan buena, ni mucho menos ni qué decir tiene que no, claro, por supuesto, pero algo menos y algo más que tú, ahí andamos. Yo también voy dejando cadáveres a mi paso. En fin, la cadena alimenticia.



Te digo, yo me he encontrado Jaén muy bien, muy agusticamente, muy jaenísimo más que nunca en el buen sentido. No entiendo tanta queja de los paisanos. Os habéis tragado el cuento de que todo lo de fuera es mejor y es hora de despertar, ya es hora. De hecho esta vez no me he liado a hostias con nadie y no es mi mérito, no, la peña está muy sociable y muy bonica, mucho más que un servidor. Será por las estrellas michelín o porque cada dos pisos hay una clínica dental o una barbería o un estudio de manicura y la peñita se preocupa por su cara y sus manos. Y por mí estupendo porque por mucho que me guste ya no tengo edad y además se te jode el espíritu del vino; ¿en serio, Bunbury otra vez? Sí, siempre que vengo es recurrente, te jodes; y mis huesos ya no se recuperan tan amablemente y me gusta mucho más estar de cañas que de coños y sus consecuencias a tortazo limpio, en ambos casos. Estoy tan pancho que ya no recurro ni a la gramática ni a la ortografía, así de pancho estoy.

Jaén muy bien y muy disfrutable. Jaén es la rehostia y me pienso jubilar, si llego, en Jaén, claro que sí. Mis vacaciones favoritas en Jaén, siempre. El aire es un coñazo, también te lo digo, pero la ciudad es inmensa. Viena es una tía pelleja en comparación con Jaén, salvando las distancias, te pongas lo tonto que te pongas. ¡Qué sí, que si esto y que si aquello! Tú hazme caso, una tía pelleja, ¡cojones, que te lo estoy diciendo! Prueba tú a comer tan de puta madre en Viena, por alusiones, o en Praga o en el puto Londres o el puñetero París y ya me cuentas. Pues eso, tías pellejas. Mucho brilli, brilli pero poco tema. “Pero Calamidad, yo estuve en Budapest y comí muy bien y fue muy guay y todo muy y muchas foticos que luego perderé para siempre y me moló un follón.” ¡Eah, sí, a eso me refiero, palurda! No te aguantas ni tú y por eso tienes que salirte del pellejo. En realidad el disfrutar de la vida consiste en meter y sacar cosas del cuerpo hasta que reviente, consiste en interactuar con otros monos y otras monas e intentar entenderlos, y no quieras venderme el rollete ese de la estética que ya me lo conozco de corrido. Eso puede pasar en cualquier punto cardinal del planeta. La catedral de Jaén no tiene nada que envidiarle a cualquier otro cúmulo de piedras de cualquier otra ciudad del mundo, ni de coña. Lo importante es cómo se come donde estés y cómo se bebe, punto. Y follar, follar también cuenta mucho y Jaén es una reina en el follar. Que no te sientas especial en la plaza Santa María un domingo no es culpa de Andrés de Vandelvira, y que te sientas súper especial a los pies de la pirámide de “quién coño sepa” tampoco. Es tu puta responsabilidad, no lo atribuyas al escenario, es el guion y la actuación lo que cuenta, imbécil.

Aborrezco a los modernos del tipo: „Increíble, chips and fisch al borde del Liffey. Enamora.“ Vamos a ver, cateto, a cuarenta minutos tienes El Diamente en Granada, subnormal. Pescadito y papas, ya está. Vete a dar por culo a Andaluces por el mundo y no me vendas películas de personajillo sin otra cosa salvo vivir en un punto geográfico concreto o andar de turista. Ya no es nada guay eso de viajar, mamona, lo hace todo el mundo con cien euros y así nos va a los que, por cojones, tenemos que viajar.

Putos turistas de mierda, son como las rubias de bote, fingiendo lo que no son para que luego se les vea el potorro moreno a la primera bajada de bragas. Lo entiendo, claro que sí, es más fácil huir en despavorida que luchar, es un clásico, pero lo de justificarlo y glorificarlo... mal. Evidentemente te gusta viajar, te gusta porque la sensación de alejarte te aliena, te quitas el muerto de encima, parece que dejas los problemas atrás pero es solo embriaguez y de eso sé un rato largo. Lo de viajar es como lo de amar, solo se hace con plenitud cuando estás entero, cuando eres capaz de permanecer o de irte, cuando puedes elegir, cuando no estás ansioso o con miedo, cuando solito contigo mismo te meriendas el mundo, el resto es hambre y con hambre no hay pan duro. Y ahí está el intríngulis, ¿quieres gastarte mil euros en ir a, supongamos, Sebastopol porque está de moda, para andar todo el día a calzón quitado porque hay que verlo todo y hacer muchas fotos para que los demás te reconozcan como espíritu libre y aventurero e interesante persona y que eres la hostia puta o prefieres coger esa pasta y pasarte todo el finde con tu familia y amigos disfrutando en el puente de la sierra a calzón quitado? Elige. Ya te digo yo que en Sebastopol no hacen el conejo al ajillo pastor. Es fácil, elige, ¿sitios o personas? Personalmente yo viajo a personas, los sitios me la pelan porque para eso tenemos internet y millones de cámaras, una por cada imbécil de este planeta.

No puedo establecer una relación con las piedras ni con las coordenadas geográficas, pero puedo hacerlo con las personas y éstas no dependen de dónde se encuentren y requieren mucho más que un fin de semana y no vienen con un circuito de monumentos a visitar. De hecho a mis cincuenta tacos todavía no encuentro el punto G, G de gilipollas como decían los de Pabellón. Ese es el problema, que estamos siendo turistas con los demás, esa es la deriva. Yo me niego. Me gusta viajar pero odio hacer turismo, tanto con las ciudades como con las personas. No hay nada peor que un turista, no conozco modo peor de moverse. No hay amor en el turismo, solo hay un polvo de una noche. El turismo es la prostitución del mundo.

Jaén, ya te digo, Jaén muy bien. O eso o igual solo soy un turista en Jaén. Espero que no. De hecho me voy de mi hogar para regresar a mi hogar. Compromiso, hay que comprometerse y ser leal a ello, ese es el camino. Creo que me he dejado el casco de Mandaloriano en ase mi mare, mal. Consejito de la semana: no seas turista de nada, la vida no es tan larga como para andar haciendo el Callejas y perder tanto tiempo en salas de espera que no te conducen a tu destino sino a dejarte la pasta en el negocio de otro no me parece un buen trato. La vida es un viaje pero no uno que se conforme en clase turista. Despierta, a nadie le importa un carajo sobre qué escenario hagas tu triste monólogo por mucho que le den corazoncitos a tu instagram. Te estás esforzando y estás perdiendo por nada y para nada. Atiende al corazón que late a tu lado y obvia esos que hacen ruidito y que te dan desde un retrete y entonces viaja, viaja de verdad. Viaja, viaja de verdad y descubre. El turismo no es un buen invento y en la peli ese es el subtexto. El hogar, la aventura, el exotismo está en los otros y en tí mismo, no lo busques en los sitios, los sitios están muertos, los lugares no pueden amarte. Intensito me voy para mi tierra adoptiva, intensito. Ya me estoy cansando de ser tan intensito, no se folla mucho siendo intensito. Nota para el futuro.

P.D.: Hoy no hay posdata.

P.P.D.: Pero sí que hay posposdata. Me mola Jaén, mucho. Jaén mola un montón, joputas. Y lo que me mola de Jaén son los jiennenses, evidentemente, porque, te repito, yo viajo a las personas y no a los sitios. Viajar a los sitios es solo un cambio geográfico, estéril, viajar a las personas es vivir. Acabo de tirar el micro al suelo y he subido la ceja como un cabronazo porque nadie ha tenido tanta razón jamás, nunca. Estoy guapo hasta ciego y tirado por el suelo por cosas como ésta y no por nada más. Y ahora dejo mi hogar para volver a mi hogar, todo rodeado de turistas. Mi cielo espero que sea pasear arriba y abajo por la carrera hasta el infinito. Que estén los bares abiertos mientras tanto, también. Y si cada diez años me dejas el Pósito con camareros que puedan sonreír ya lo flipo.