Me suda la Polca

Jesús Calamidad

El mobil

La realidad es decepcionante, por eso bebemos y creamos inteligencias artificiales y nos damos al turismo

¿Has visto lo que puede hacer la IA con una foto? ¡Coño, yo lo flipo! Me he metido a experimentar con esa movida, sí, de la mano de la Torpeda, sí claro, que es la Meisterin de todas esas movidas, la muy. La Meisterin de todas esas movidas y de las plantas y los tiestos y esas cosas de jardín, y te lo explica todo en su canal de youtube “El Jardín de Inma”. Claro, y como es tan espontánea y tan graciosa, la muy, pues te enteras muy requetebien, vaya que sí. Con la IA estoy jugando con fotos antiguas convirtiéndolas en secuencias de vídeo y se te pela el chorizo, en serio, claro que sí. “Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, es una bestialidad, es una brutalidad, es una barbaridad, una barbaridad”, como cantaba Don Hilarión en la Verbena de la Paloma. Es impresionante que eso lo pueda hacer una amalgama de ceros y unos, de verdad. Pruébalo, que es una barbaridad.

¿Y qué fotos antiguas he seleccionado yo para darles vidilla y crear secuencias de vídeo que después montaré para crear secuencias más extensas y argumentadas a modo de pequeños cortos o vídeos musicales, si tengo ganas o no me vence la pereza o la hora de las cañas? ¿Cuáles dirías tú, eh? ¿Cuáles? ¡Dí! ¡Venga! ¡Venga, si lo sabes muy bien, canalla! ¡Exacto, fotos mías, autorretratos o cualquiera en las que yo aparezca, claro! ¿Cómo no iba a ser así, mujer? Si para unos la IA está siendo una fuente inagotable de pornografía al gusto y a la carta, para mí será un estanque de Narciso con capacidad de edición y retoque, claro que sí. Será el grimorio con el que obraré la magia que me permita reescribir mi juventud hacia un multiverso donde encuentre la línea argumental que debería de haber seguido la misma, y no ese cutrerío granaíno-jiennense que pareciese haber escrito un híbrido entre Miller, Ozores y Bukowsky, guionizado y traducido por Loriga, que aconteció. ¡Maldita sea lá! Yo sigo con la Paloma, que es un gusto eso del género chico.



Pero como resulta que el programa; o lo que sea, yo uso el Luma, que ni puta idea de lo que es; tarda un cojón de pato en crear cada secuencia, así como mil horas o tres siglos, y el ordenata se queda medio lelo de lo que le exige la inteligencia superior, pues me pongo a mirar el móvil, claro, que para eso está. Mirando que mirando, explorando que explorando y trasteando que es gerundio, llego a la agenda, lugar ignoto y poco visitado salvo cuando se le precisa, y a mí que no me gusta hacer de menos, me entra la culpa ñoña y me propongo desentrañar sus misterios más profundos. La verdad, no tiene muchos, era de esperar. No tiene muchos salvo uno al que le voy a sacar un jugo inesperado.

Supongo que la agenda de tu celular tendrá los mismos campos a rellenar que el del resto de los mortales cuando quieres añadir un nuevo contacto. A saber: Nombre, Apellido, Dirección, Email... etc... y ahora viene lo bueno, Empresa. ¡Jamás he utilizado el de “Empresa”! Y lo mejor de todo, lo he comprobado, y al menos en el mío es así, si lo utilizas, si rellenas el campo “Empresa”, cuando te llaman aparece lo que hayas introducido, evidentemente, pero debajo a modo de subtítulo, de sub-tí-tu-lo. Una cucada. A saber:

Periquito López

“Consorcio de Drogados y Destrucciones, S.A.”

Es una tarjeta de visita en toda regla. Todo lo digital tiene su origen en lo material, claro. Aquí en las Austrias, además, suele aparecer el tratamiento universitario o profesional precediendo al nombre, cosas guiris. Pero, pensamiento divergente de por medio, ¿qué más posibilidades podría tener ese campo en concreto, Calamidad, mi tesoro? Algunas muy interesantes, querida, pero yo me voy a dar a la que más me pueda beneficiar. Ejemplos siguiendo la secuencia “Nombre”, “Apellido o Mote” y “Empresa” que se me antojan, con “Empresa” en cursiva:

Fulanita De Tal

“¿Qué querrá ésta ahora? Acuérdate de la movidaaaa, acuérdate: \m/”

Fulanito De Tal

“Necesita pasta, fijo. No descuelgues. O mejor, descuelga, cien pavos te debe aún el mamón.”

Menganita De Cuál

“¡No contestes, por tu madre! LdC, mucho. Ese cuerpazo no compensa. ¡Qué no!”

Menganito De Cuál

“¡Alerta subnormal, alerta subnormal, alerta subnormal!”

Cetanita De Quién

“Narcisista patológica. Tú verás.”

Cetanito De Quién

“¡A grescas con la parienta o le ha dado permiso! Coñazo y vaciacorrales, prepara excusa.”

Flopencita Fetén

“¡Ay, cabecita loca! Rechaza, mi rey, y bloquea. Eres muy tonto para tanta mujer. Haz lo correcto.”

Flopencito Fetén

“¡Hostia, cógelo!¡Fiestaca!¡Cogelooooooo! Fiestas del vino, no te digo más.”

Zutanita Caponata

“Está de entre novios, fijo. Dúchate y cambia las sábanas. ¡A topeee!”

Zutanito Caponato

“¡No quieres más bandas de Rock! ¿Entiendes? No es no, supéralo. Madura.”,etc...

Creo que ha quedado ilustrado. También se pueden anotar características físicas, lugares o lo que sea que ayude a identificar al llamador, si es que estás a tope con el Tinder o eres un fiera. Personalmente, he encontrado el modo de compensar mi mala memoria o mi falta de interés, que también. ¿Está guay, eh? De nada, para eso estamos. También te digo, cuando vas medio pedo es más útil que la Siri el trucazo éste, una pasada. No aplica a la peña de confianza, claro, a esa peña ya se supone que la tengas calada, se supone, un poco, se supone, ¿no? Igual como tía no le encuentras utilidad, normal, porque esa capacidad para retener datos ya la quisiera para sí la IA. ¡Aaaayyy, no hago más que dar! Soy todo generosidad y dádivas. Aún así el universo no me premia, Coelho, no lo hace, no. Todavía estoy esperando a que la IA acabe, joder, con las ganas que tengo de ver a mi yo joven hacer cosas imposibles y chuléricas. La realidad es decepcionante, por eso bebemos y creamos inteligencias artificiales y nos damos al turismo, que es otra forma de ficción teatralizada bajo control, y por eso mola el campo “Empresa” de la agenda del celular, que era decepcionante hasta este momento. A partir de ahora será otra cosa, me mola. Divergencia.

P.D.: Escribo mucho “claro” porque está claro, claro.