Está chupado eso de echar un polvo, facilísimo. No hace falta montar una banda de rock, ni de coña.
Un inciso, el Woody Allen es un puñetero “snob” que lleva décadas intentando compensar lo incómodo que resulta de mirar, lo peor de todo es que nadie se lo ha pedido, nadie, han sido sus complejos, dándoselas de intensito y listo. Entiendo las neurosis pero ya no filma sobre ellas, lástima. En su “Golpe de suerte” ya destila desesperación y tontería, es de vergüenza ajena, en serio. ¿Qué es eso de dedicarte, siendo un viejales que huele raro, a hacer películas sobre aún jovencitos pijos insoportables con problemitas existenciales inventados? ¡Madure, señor! París, la Gran Manzana, Roma, Barcelona y demás es ya de catetos, no te des tantos aires, orejón. Todo ésto es porque no sabe, con lo viejo que es, lo fácil que resulta eso de echar un polvo. Si fuese consciente de ello se dedicaría a echar el polvo y a dejarnos en paz a los demás. Éste ha cogido el camino largo, el muy. Menudo tontarraco. Suena un poco freudiano pero te jodes porque el que está escribiendo soy yo. Y sí, te lo juro, no hace falta echar el polvo para haber conseguido el polvo. Qué sí, que yo también me las he dado de muy inteligente riéndome como una ñoña en el cine con alguna frasecita de sus pelis y mirado para los lados buscando reconocimiento, no vaya a ser que alguien se lo pierda. Que alguien se pierda que pillé la referencia o el chascarrillo de tío culto e inteligente. Es que también soy gilipollas, yo también. Es una pandemia.
Mira, la vanidad es el pecado favorito del diablo y la llave y la palanca que baja todas las bragas y braguetas del mundo. ¡Vaya, ya me he chivado! Soy un bocachanclas. Ya está hecho. Es así, había que decirlo y se ha dicho, punto. La vanidad es el mejor lubricante del mundo, hipoalergénico y sin picores ni salpullidos.
Como te lo cuento, cuanto más inalcanzable te parezca tu objetivo, más esté en el Olimpo de los bellísimos y bellísimas, más susceptible de caer en el anzuelo es, ya te lo digo yo. Pruébalo y ya lo verás. No te he mentido nunca. La vanidad es una trampa golosa y una falla en un sistema de seguridad ya de por sí flojito porque follar es follar y la jodienda no tiene enmienda. Los miles de millones que pueblan el planeta lo demuestran. Está chupado eso de echar un polvo, facilísimo, hazme caso. Tampoco hace falta haberlo echado para contabilizarlo, el metapolvo es la evolución del polvo y no agarras ladillas. Esto último quizá requiera desarrollo pero otro día.
¿No ves que la gente se siente muy solica y están que lampan por aprobación y reconocimiento? Desesperados. Claro, están a por uvas, necesitan casito. La mayoría tienen la profundidad de una bandeja de té y es más fácil desnudarlos que vestirlos. Lleva diez veces más tiempo escoger un modelito en el Zara que bajar unas polleras en los probadores del mismo; del que estaba en los jardinillos, claro, el nuevo en el centro comercial no es follabilizable; no me lo parece, no lo veo, da cosica. Ya no verás los probadores del Zara de la misma forma, es lo que tiene. Esto podría no resultar muy políticamente correcto pero todo el mundo sabe que a todos los tontos les da por lo mismo y, si además lo aliñas con una miajica del pecadillo favorito del más bello de todos los ángeles, ya tienes la cuadratura del círculo y una suscripción anual a Trojan. A los Trojan que se dedican al poliuretano y no a los que se dedican al vinilo, por favor. Si eres más de Durex pues no pasa nada, también me vale. Control no, Control no, de eso nada, Control no, por ahí no paso. Qué susto me dio una unidad de Control, qué susto.
Lo que pasa es que nos complicamos la vida con complejos y traumas; no como el Allen que se buscó la vida con ellos, antes, ahora no; nos cagamos patas para abajo y eso está mal. Lo de cortarse está mal, tanto en los brazos como lo de no actuar por vergüenza o miedo, lo de cagar, bien, muy bien. Hay que centrarse en los complejos y traumas ajenos y utilizarlos de mangueta. Hay que hacer más caso a Arquímedes, buscar una apoyadura y mover el mundo o bajar unas bragas o una bragueta. Está chupado eso de echar un polvo, facilísimo. La carne es solo carne, diferentes maneras de cocinarla, incluso cruda como en el carpaccio, solo es carne y la carne es débil. Otra cosa es la otra cosa, esa otra cosa es otra cosa, harina de otro costal, y ahora no es el momento de hablar de ello. Ya veremos en el futuro, si lo hay, que ya es mucho rondando los cincuenta.
P.D.: Dedica un par de minutos al día en pensar en todas las otras personas con las que se ha acostado tu pareja en el pasado o en el presente, ups. Vaya, qué cosas. ¿Ves lo fácil que es echar un polvo? Es facilísimo. La otra cosa es otra cosa, ¿ves? El día que yo falte...
P.P.D.: Sigo disfrutando mucho con Volbeat. Son un grupazo, entre tristes y fiesteros, entre rockabilly y hardrock, entre ser un macarra y estar bien peinado, bien, muy bien. Los disfruto mucho, casi tanto como disfrutaba de... Sin exagerar. No te enfades, deconstrúyete. La carne es solo carne y es débil. Supéralo. Esto es mentira pero podría ser verdad, como todo lo relevante. No te enrolles Charles Boyer, por lo visto solo es masculinidad frágil o igual no. ¿Quién sabe?