No tuve miedo

No tuve miedo. El primer día que nos subíamos a un escenario, el primer día que tocábamos para alguien que no fuesen amigos o hermanos, o novias o futuribles y aspirantes, el primer día que hacíamos lo que tan cómodamente hacíamos en los ensayos sin la familiaridad de la intimidad y la complicidad, y no tuve miedo. Ni una chispitica.
¡Mentiroso, antes me dijiste que vomitó hasta el apuntador! También te dije que tengo los dos primeros conciertos arremolinaos en la quijotera. Te aseguro que en el primero no tuve miedo, ni una chispitica, ná de ná. Y si me dejas, pues te sigo contando. Pide otro par de cañas, ya que estás.

Antes tengo que apuntar que para un primer bolo los ciclos de rock de la Sala San Carlos... ¡espera, espera! ¡Hecha el freno, Madaleno! Lo de los conciertos ya te lo cuento la semana que viene, mejor, hazme caso. Que siiiiii, ¿eh? ¿Qué por qué? ¡Coño!, porque hoy es el día de San Valentín, cabesica. Ya sigo con las crónicas de pollavieja otro día, no te preocupes, que hoy merece toda nuestra atención esta maravillosa y tierna celebración.

Me flipan las fiestas tipo el día de San Valentín de Roma, me flipan. Voy a cantar y todo. ¡Venga, un, dos, tres y..!: “Hoy es el día de los enamorados, con ansias y esperanzas de un quereeeeer. Por eso, teniéndote a mi lado, tu amor en este día lograréeeee. “ Estaba buena la Karina de jovencilla, lo estaba, estaba apretá. ¡Ainsss, estoy pletórico! Quiero aprovechar este foro para desearos a todos; a los que tenéis pareja, enamorados o no, a los que tenéis a la pareja de otra persona, enamorados o no, a los que creéis estar enamorados pero solo sois emocionalmente dependientes, tengáis pareja o no, a los que no sabéis estar solos y a los que sí, a los que estáis enamorados en mono o en estéreo; a todos, un feliz día de los enamorados. Pero se lo quiero desear en especial a los que estáis solos: “Lobos y lobas esteparios, feliz día de los enamorados para vosotros; fieras, grandes, mostros, solterones y solteronas, ¡a vestir santos con independencia! ¡Dadle caña a lo de quedarse para el polletón! Ainss... ¡Naranjas enteras, os como la cara! ¡Valientes, bravos!”.

Yo de vosotros me iba a cenar por ahí solo, con un par de genitales. Yo lo iba a hacer pero me ha surgido tema, ¡qué se le va a hacer! ¡Un puto coñazo, lo sé! Es que tengo muy mala suerte. Pero os digo: iros a cenar por ahí solos, sin complejos. Pero no irse a ningún restaurante de esos de franquicia, no, tú te mereces lo mejor, vete a los estrellas michelín y ocupa una mesa para dos. Sí, nunca es mal momento para hacer la puñeta y, aún menos, para reivindicar tu espacio y darte mimitos. Míralo así, podrás pedir lo que te salga de ahí y nadie te va a piscar del plato, solo por eso ya merece la pena. Pero Calamidad, qué vergüenza, ¿no? ¡Qué, de eso nada! Tú vístete con tus mejores galas e intenta reservar la mejor mesa. Siéntate como si llevaran toda la semana esperándote y pon la espalda recta y el gesto altivo, deja que te traigan la carta y no la mires hasta unos segundos después, muchos. Pide la especialidad o lo que se te cante. Disfruta tu cena, sin prisas y usa el prestigio entre plato y plato. Al acabar el postre que nadie te robará, pide amablemente felicitar al cocinero. No saques el teléfono bajo ningún concepto, en ningún momento y para nada, disfruta la cena y, este es el prestigio, llévate una libretita tipo Moleskine y un boli de los buenos para anotar lo que te salga de las narices, como si haces muñecotes, eso no importa mientras nadie lo lea, pero úsalo entre plato y plato. A parte del teatrillo, que eso siempre mola aunque te pillen con todo el equipo, escribir es hablar contigo mismo, escuchándote con toda la atención, nadie te va a querer más. Créeme, hazme caso, date ese gusto y que nadie ni nada te saque de tu cita contigo mismo. Cómprate algo, regálate lo que quieras y envuélvelo con preciosura porque te lo mereces de ti para ti, punto. Ya en casa abre tu regalo, delante del espejo, con ceremonia, para que puedas ver que era exactanente lo que querías y no algo decepcionante que tienes que fingir que te gusta. Fíjate en tu cara, no estás fingiendo, era justo lo que querías y, aunque no te conozcas a la perfección, te conoces lo suficiente y has disfrutado de tu regalo sin una decepción disimulada.

Ahora espero que hayas cambiado las sábanas y que esté todo ordenado y limpio para que puedas irte a la cama como un rey o una reina y lo que pase a continuación que lo disfrutes porque no será un polvo triste tras una velada decepcionante y un regalo que parece para otra persona, sí, de esos que quieres conservar el ticket. ¿Qué? Masturbarse es pecado pero no es triste, ¿qué dices? Triste es tener sexo con alguien con el que apenas te apetece y como el que va a firmar el cartón del paro. Pero, ¿con uno mismo? ¡Nunca! Es difícil que alguien te dé el puntico que te das tú mismo, eso es asíns. Sobre todo y ya sin coñas que no son coñas, si no te quieres a ti mismo olvídate de querer a nadie.

Quiérete y, con un poco de suerte y mucho darle la burra al trigo, quizá encuentres a otra persona que se quiera también. Posiblemente otra persona que se ha ido a cenar sola y se ha regalado en San Valentín lo que quería, sin complejos, sin usar a nadie, sin miedo a andar sola por el mundo. Quiérete e igual, solterona y solterón, encuentres a otro solterón u otra solterona que están enteros y quieran juntar un par de naranjas y no dos mitades incompletas. No estés triste solterón, no estrés triste solterona, porque eso es mala señal. Tú ponte pleno, completo, tú tira que nadie se ha muerto de eso y sí de lo otro, al menos por dentro. Atento ahí.

¡Joder, que sí! No voy a estar poniendo todo el rato “completo y completa” y “atento y atenta”, ¡coño ya! ¡Joder!

Feliz día de los enamorados a todos, besicos apretaos. ¡Ainsss, estoy pletórico!
P.D.: Dejaos del puto celular en casa si vais a cenar, ¡cojones! Un angelito muere en el cielo cada vez que una pareja están con el puto Tik Tok mientras cenan.