Velasco incendia Jaén

El consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades es muy posible que entienda de Transformación Económica y de Industria y hasta de Universidades pero no tiene conocimiento.

Rogelio Velasco entiende muchas cosas pero no de política. También es posible, aunque poco probable, que entienda demasiado y haya logrado hacernos creer a todos lo contrario. En cualquier caso, su trayectoria como académico y como alto ejecutivo de grandes empresas certifica que es un hombre que, como tantos economistas de élite de su generación, a uno y otro lado del Atlántico, ha sabido cohonestar la ciencia y el dinero.

El modelo de financiación de las universidades andaluzas diseñado por Velasco está incendiando Jaén, lo cual, dicho de algo tan abstracto y remoto como un modelo de financiación, es mucho decir. El consejero ha conseguido enfadar a casi todo el mundo en Jaén, aunque no, claro está, al Partido Popular ni a Cs.

El rector de la UJA, Juan Gómez, presentó su dimisión como presidente de la Asociación de Rectores de Universidades Públicas de Andalucía en protesta por el modelo, que puede hacer perder un grado de Medicina a Jaén.

La Diputación aprobó este jueves una moción en defensa de la UJA: “No vamos a permitir que Moreno firme la defunción de la Universidad de Jaén”. Salió adelante solo con los votos de la mayoría absoluta socialista porque los otros dos grupos con representación en la corporación son PP y Cs.

La Plataforma Ciudadana en Defensa de la Universidad de Jaén, que agrupa a más de 250 organizaciones y colectivos, anunció también ayer su calendario de movilizaciones contra un modelo que consideran “injustificado, arbitrario y perverso”.

Adelante Andalucía piensa que la Junta "está dejando morir a la UJA", mientras "infla" a las universidades privadas, entre ellas la Loyola, a la que la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional ha otorgado “una subvención que ya supera la destinada a todas las universidades andaluzas y de la que es profesora en excedencia la directora de dicha agencia".

La Consejería con el nombre más largo en la historia de las consejerías emitió ayer de nuevo otro comunicado defendiendo las bondades de su modelo. Considera que “Andalucía se convierte en una de las comunidades pioneras en España en articular un modelo de financiación universitaria de este tipo”. ¿De qué tipo? Pues del tipo de los que en Europa, sostiene Velasco, han ido sustituyendo los sistemas incrementales por otros basados en fórmulas que operan sobre variables de escala y rendimiento y que pueden incorporar criterios de cumplimiento de objetivos a través de indicadores cuantificables y contrastables”. Casi ná.

A quienes no entendemos de estas cosas el abstruso lenguaje del consejero nos suena bien. Tan bien como les sonaban a los clientes de la banca las preferentes que les vendía su banquero de toda la vida y que luego resultaron ser un pufo de trileros con corbata. 

Tipos del perfil de Velasco son los que en su día no solo propugnaron la desregulación bancaria o inventaron los famosos productos financieros de alto riesgo que llevaron a la ruina a millones de familias y decenas de naciones, sino que además consiguieron convencer a esas familias y a esas naciones de que la culpa de su ruina era de ellas y no de las armas de destrucción masiva que ellos habían puesto en circulación desde sus Business School y sus Bancos Mundiales.

Aun así, y más allá de prejuicios, es bueno que un país cuente con gente con una preparación sólida como la de Velasco, pero saber de ciencia y haber tenido empleos muy bien pagados nunca fue una garantía para entender de política. En determinadas materias, y la política es una de ellas, lo que natura no da Salamanca no presta, lo cual no ha de ser obstáculo para reconocerle al consejero el mérito civil de estar dedicando unos años de su vida a la política cuando seguro que ganaría mucho más dinero en las Telefónicas y las Vodafones.

Técnicamente, Velasco es consejero del Gobierno andaluz por la cuota de Cs; en realidad, Velasco es consejero por la cuota de Velasco, que no parece hombre que se sienta cómodo en las controversias ideológicas. Velasco cree en la ciencia de Velasco, y no por soberbia, sino porque propiamente no es un político, en el sentido genuino del término, sino más bien un tecnócrata. Los tecnócratas suelen ser políticos de derechas que no saben que lo son. A Velasco le cuadraría más un cargo de viceconsejero o de subsecretario que de consejero o de ministro. El subsecretario es el que entiende de la materia del ministerio y el ministro es el que entiende de política.

Piensa la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Universidad de Jaén que el modelo entraña “un recorte brutal e injustificado para la UJA y que pondría en peligro reduciendo a su mínima expresión a los dos campus, aunque de una forma especial al de Linares". Consejero Velasco, presidente Moreno: cuidadito con los de Linares, que cuando se encienden no hay quien los apague.