En este espectáculo en el que se ha convertido el panorama político, destaca, por encima de todos los demás, el dirigente que es capaz de dar las mayores sorpresas, los golpes de efecto más inesperados y, por ello, siguiendo la estela de Pedro Sánchez, todos nuestros políticos, de aquí y de allá, pretenden ser unos genios de la táctica política. Se creen, y se comportan, como si fueran los protagonistas de un episodio de Juego de Tronos o unos "Maquiavelos" modernos, tomando decisiones en clave de luchas de poder, tanto internas como respecto a los otros partidos, y gobiernan con la mirada puesta en las encuestas y los sondeos de opinión. Sin embargo, su principal problema es que, como se suele malinterpretar a Maquiavelo, al final no hacen más que actuar y pueden quedar reducidos a unos meros asistentes a la "Boda Roja", aquel episodio de la serie de HBO en el que se masacraba al Rey del Norte y a toda su corte, desapareciendo del escenario político en cuestión de meses y quedando en el olvido cuando menos lo esperaban.
En "El príncipe", Maquiavelo realiza una crítica de la política del amiguismo y del reparto de favores y describe un sistema político caracterizado por los "juegos de tronos". Por ello, constata que, en determinadas circunstancias, los “príncipes" pueden verse obligados a ser traicioneros, crueles y manipuladores, ya que para ser efectivo en política debes tener en cuenta la realidad, las fuerzas de las que dispones tú y tus enemigos. Pero no hace, como se cree, una defensa de un comportamiento falto de moralidad e integridad; no ensalza que "el fin justifica los medios", porque es consciente de que esta actitud suele ser un callejón sin salida que acabará, tarde o temprano, con aquel que la ejecute.
Sin embargo, nuestros políticos se están acostumbrando, cada vez más, a basar toda su actividad en estos juegos palaciegos, enfrentándose unos a otros por pequeños trozos de poder, en movimientos tácticos sin otro horizonte que los meses siguientes, y dejando de lado la toma de decisiones que sirvan realmente a la sociedad, sin plantear cuestiones que puedan cambiar la vida de la gente y con pocas discusiones sobre nuestros problemas o cómo arreglarlos.
Así, vemos como en Cataluña el rechazo de los Comunes a los Presupuestos de ERC y PSC ha precipitado el adelanto electoral y ha sacudido todo el panorama nacional. Aunque el motivo oficial alegado es el megaproyecto hotelero del Hard Rock, las especulaciones llevan a diferentes análisis sobre las intenciones de cada actor y las consecuencias que tendrán. Podríamos pensar que los Comunes han roto las negociaciones por su exclusión de la gobernabilidad de Barcelona por parte de PSC y ERC o por las disputas internas en el espacio de Sumar de Yolanda Díaz, a la que culpan desde el PSOE. Pero también pueden ser la excusa perfecta, en una negociación secreta y un escenario pactado, para un Aragonés que no quiere esperar a que Puigdemont se pueda presentar como candidato, un PSC que espera sacar rédito electoral de la amnistía en Cataluña sin esperar a que Puigdemont crezca más, unos Comunes que creen poder tener un mejor resultado ahora que en septiembre o la primavera próxima o un Pedro Sánchez que imagina a Salvador Illa de President, ya que si ERC vuelve a ser el partido más votado del independentismo, es lógico que prefiera ser el socio minoritario de Govern con el PSC.
Además, este adelanto electoral le permite a Sánchez negociar en mejores condiciones los presupuestos con Junts, que podrá permitirse hacer más concesiones tras el 12 de mayo, por lo que la consecuencia lógica es desechar los presupuestos este año y dejarlos para el próximo, con Puigdemont más tranquilo, sin que pueda utilizar la bala de la ruptura de cara a las elecciones catalanas y un PSOE más cerca de agotar la legislatura. Especialmente si, con las elecciones vascas en el horizonte, se continúa una coalición con el PNV, para lehendakari y las poderosas diputaciones generales, que refuerce a Sánchez en Madrid. Al Presidente se le hacía muy difícil negociar los PGE con ERC, Junts, EH Bildu y PNV en modo electoral; problema resuelto.
Yolanda Díaz bastante tiene con su guerra soterrada con lo que queda del Podemos aferrado a Pablo Iglesias. Todo este espectáculo no le favorece porque dificulta su intento de acaparar protagonismo en el Gobierno, llevando la batuta de las decisiones que le acercan a su electorado. A más guerra PSOE-PP, menos se ve a Sumar.
Por su parte, a Junts el adelanto le ha pillado con el pie cambiado, ya que su estrategia pasaba por escenificar alguna ruptura a mitad de la legislatura, para desmarcarse de ERC, como entregados al PSOE, y presentarse ellos como únicos adalides del independentismo, el auténtico, ya que su mayor preocupación es ese espacio independentista en el que se cree que tanto ERC como Junts han renunciado a la independencia a cambio de su salvación judicial.
Puigdemont está intentando hacer creer que podrá presentarse y volver para la investidura pero los plazos de tramitación de la amnistía, y las cuestiones que presente el Tribunal Supremo, no se lo van a permitir, por lo que va a tener que optar por otra estrategia electoral para alcanzar su objetivo de sobrepasar a ERC y forzarla otra vez a un tripartito junto con la CUP, que ahora se antoja muy complicado.
En el PP, Feijóo se frotaba las manos con el caso Koldo, arremetiendo con todo contra la corrupción del PSOE y haciendo gala de la decencia y honestidad del PP. Sin embargo, no calculó que alguien tendría alguna carta guardada contra él, y "confió" demasiado en la honestidad de los suyos, de modo que se lo han devuelto donde más daño se le puede hacer, en la "Jefa", con un caso de presunta corrupción familiar, otro más, de Ayuso, que puede hacer tambalearse tanto a la presidenta madrileña como al gallego, al dejarle sólo dos opciones: ir hasta el final con ella, y despeñarse juntos, o dejarla caer, como ya intentó Casado, aunque con el riesgo de acabar como el anterior Presidente del PP, del que ya no se sabe nada.
Ayuso, tan valiente y acostumbrada a lanzarse al ataque sin red de seguridad, al menos aparente, ya que los contratos millonarios en publicidad le cubren las espaldas allá donde llega el dinero de la Comunidad, desmintió todas las acusaciones y negó todo "fraude" de su novio. Pero no esperaba que fuera su propio novio quien la desmintiese cuando se supo que había reconocido el fraude fiscal ante Hacienda. Otro error de cálculo que veremos en qué queda, habida cuenta de que la información va a ir saliendo poco a poco a medida que se le pueda hacer daño a Ayuso y al PP. Ayuso corre el riesgo de aparecer como beneficiaria de los delitos fiscales de su novio mientras el PP ha perdido, con el adelanto electoral, parte de la munición que le suponía la amnistía.
Y aquí, en Jaén, en nuestra realidad más cercana, más de lo mismo. Aparecemos de nuevo en el candelero, esta vez para "mercadear", según palabras del Alcalde. Aunque realmente se trata de, al menos, aparentar que se "mercadea" porque si fuera un mercadeo auténtico tendría que darse algún intercambio de dinero y, en nuestro caso, dinero, al menos para Jaén, poco. Si prestamos atención a las noticias y acontecimientos de estas últimas semanas, parece que de lo que se trata es de que "hablen de nosotros", “como sea pero que salgamos en los medios”.
JM+ dice que intenta obtener más proyectos para Jaén pero, entre que la lista de deseos es la misma que siempre nos han negado y que la intención de obtener una quita a la deuda municipal parece una quimera, nos quedamos solamente con una rueda de prensa en la que no se anuncia nada sino que se intenta que todos los medios estén pendientes de JM+: "puede que haya noticia o puede que no, porque estamos negociando pero al menos hablen de nosotros". Algo tienen que hacer si no quieren acabar fagocitados o, lo que es peor, pasar desapercibidos. Pero su margen es pequeño porque solo pueden negociar sobre promesas que les hace bien "Mentiroso Compulsivo número 1" (PP) o bien "Mentiroso Compulsivo número 2 (PSOE). Difícil elección. Así, al final, se quedan como estaban pero con un “Project Manager”; vaya usted a saber si eso es mejor o peor…
Millán ha intentado prometer mucho (aunque la quita le dé risa) pero solo puede concretar lo que le deje Madrid, que no va a aprobar un trato de favor que tenga que explicar a otros ayuntamientos. Pero cuando escuchó a Aragonés anunciar el adelanto electoral y a Pedro Sánchez dejar los nuevos presupuestos para 2025, vio alejarse la Alcaldía, igual que vemos alejarse nosotros cada viejo nuevo proyecto o promesa. Y tuvo que llegar el que manda para confirmarnos a todos que ni quita ni quito.
Agustín temió por momentos perder la Alcaldía y lo único que le quedaba era llamar a Sevilla para que respondieran como siempre: tranvía para 2025, Ciudad de la Justicia para 2025,... y después será 2026 o 2027, porque ya sabemos que en Jaén las cosas se hacen bien y para eso se necesita tiempo, unas cuantas décadas. Más promesas y más listas de los deseos que no hay quien se crea y poco más, ya que parece que el único objetivo del PP es mantener la Alcaldía, como sea. Y parece que con más coordinación, no sabemos de qué, porque poco se puede coordinar donde no hay nada, ha conseguido que JM+ deje de “mercadear”. Todo un “show” que no nos sirve para nada.
Así, mientras unos y otros, aquí y allí, montan este triste espectáculo, no hay nadie que se dedique a nuestros problemas, a lo que de verdad nos importa, porque sus juegos estratégicos ocupan todo el tiempo y su interés, ya que piensan que de ellos depende su supervivencia. Pero deberían tener cuidado para no acabar siendo unos protagonistas más en una "Boda Roja" que acabe con todos ellos. Los ciudadanos necesitamos que se gobierne, y que se pueda gobernar, decentemente, con vergüenza, para el interés común, sin chantajes, ni juegos y con soluciones a nuestros problemas.