Sobre nuestras piedras lunares

Manuel Montejo

El mismo Plan

La presidenta de la Comisión Europea ha anunciado que España será el primer país en recibir el primer envío de los fondos europeos Next Generation...

La presidenta de la Comisión Europea ha anunciado que España será el primer país en recibir el primer envío de los fondos europeos Next Generation. El motivo, explicó Von der Leyen, es que España ha avanzado lo suficiente en la implementación de su plan nacional, el documento que fija nuestra estrategia de futuro. Aparentemente, una gran noticia ante la necesidad del maná que nos saque de las consecuencias de esta, y anteriores, crisis.
Lo que sorprende es la falta de transparencia sobre un plan tan “avanzado”. Se nos ha repetido que el pomposamente llamado “Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia” no solo era el instrumento para el desarrollo de los fondos, activando una economía aún débil por los efectos del COVID, sino que guiará una transformación económica y social en clave “verde y digital”. Sin embargo, al intentar conocer el contenido concreto del plan sólo encontramos palabrería y lugares comunes. Igual ocurre al pretender vislumbrar sus consecuencias económicas. Se destaca el carácter estructural de los fondos y la naturaleza mutualista de la deuda con la que se financian. Lo que no se dice es que, en realidad, sí tienen un coste para España. Por un lado, comparando la cuantía de los fondos y el enorme aumento de la deuda pública española. Por otro, el coste derivado de la deuda contraída por la CE para financiarlos y que se devolverá con cargo al presupuesto comunitario. Y por último, y más importante, el coste aún desconocido que tendrá sobre todos nosotros la condicionalidad exigida por la CE para recibir las transferencias.
Si todo esto ya nos haría recelar sobre los fondos europeos, el panorama empeora al desconocer los objetivos reales del plan y, por tanto, su financiación. Un objetivo tan ambicioso como la transformación de la economía española requiere de un amplio presupuesto y un diagnóstico exhaustivo de nuestra situación. Pero de la lectura de los documentos conocidos podemos deducir que el volumen de fondos es insuficiente para los retos a afrontar, que los objetivos poco o nada tendrán de “verde y digital”, a pesar de que todos los proyectos lleven esa etiqueta y que todo apunta a que los principales beneficiarios serán las grandes corporaciones, que ya fueron rescatadas hace años.
En resumen, el plan es más de lo mismo, reforzando el actual modelo económico al que ya se le ven las grietas laborales y sociales. Se ha perdido una oportunidad para poner las bases de otra economía, más sólida, autónoma e igualitaria.