Con perspectiva sureña

Antonia Merino

¡Pedroooo!

Pedro es el nombre que la semana pasada más veces resonó entre los muros de la “casa rosa” de la calle Hurtado. ¡Por fin llegaban noticias positivas allende Des

 ¡Pedroooo!

Foto: EXTRA JAÉN

Pedro Sánchez.

Pedro es el nombre que la semana pasada más veces resonó entre los muros de la “casa rosa” de la calle Hurtado. ¡Por fin llegaban noticias positivas allende Despeñaperros! No era para menos. Tras el varapalo del Plan COLCE (Concentración de Órganos Logísticos Centrales del Ejército) y unos más que decepcionantes presupuestos, el Gobierno español decidió adelantar la carta de los Reyes Magos con un valioso presente para Jaén, la implantación en la capital del Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación (CETEDEX), un proyecto aplaudido por unos, silenciado por otros y cuestionado por los agoreros de turno. Nunca llueve a gusto de todos, incluso si las noticias pueden ser ventajosas hay que darle mil vueltas al calcetín para hallar los peros necesarios para aventurar un trágico naufragio y exclamar en tono impertinente “ya lo dije”. Así es nuestro Jaén querido. Moncloa ha optado por echar un capote a la calle Hurtado. 2023 es un año electoral. En mayo serán las elecciones municipales y a finales de 2023, las generales. En ambas citas, todos se juegan mucho: unos esperan teñir de azul intenso la Diputación Provincial y otros esperan conservarla. Sin embargo, el proyecto del Ministerio de Defensa, pese a la algarabía de descreídos y maledicentes, llega como agua bendita para esta ciudad tan necesitada de buenas noticias y de inversiones. El proyecto es atractivo. Muy atractivo. Las cifras hablan por sí solas. Más de doscientos millones de euros y 2.600 puestos de trabajo es lo que está previsto que genere el CETEDEX, a los que hay que añadir los empleos de las empresas auxiliares que pueda originar. La duda en esta tierra tan acostumbrada al olvido es si volverá a ser el cuento de la lechera o esta vez será la buena. Para nuestra desgracia la hemeroteca atestigua numerosos proyectos que se quedaron en eso, en proyectos; uno de los más recientes y que va para clásico es el tranvía, pero no es el único. Eso genera desconfianza en el ciudadano y alienta el uso político de algunos de los partidos de la oposición y sus camarillas mediáticas y sociales, que han tardado poco en vender la especie de que el CETEDEX es una gran mentira, tan solo humo. Son cainitas, agoreros del desastre, que alardean de su amor por Jaén y que en el fondo prefieren que no haya proyecto antes de que se apunte un tanto su rival político. No los verán subirse a la ola y pedir inversiones y proyectos similares a los gobernantes de sus partidos, por ejemplo a la Junta de Andalucía. Lean “La libertad de elegir”, de Milton Friedman y lo entenderán.