Si tienes las ideas claras, iniciativa y capacidad de trabajo, se puede conseguir cualquier cosa. Con certeza, un ejemplo de esto fue Pedro Zaragoza, el alcalde que convirtió un pueblo pesquero de 2000 habitantes en la ciudad con más rascacielos del país y una de las mecas internacionales del turismo. Un visionario que, sabiendo lo que podía ser Benidorm, no dudo en coger su vespa y viajar durante 8 horas en 1953 hasta el Palacio de El Pardo para pedirle al dictador Franco que la ley que prohibía el uso del bikini en las playas españolas, no rigiera en su pueblo. Nadie sabe cómo lo convenció. Nadie sabe cómo conseguió doblegar esa moral ultracatólica que imperaba en España pero, por supuesto, la liberación fue, otra vez, el inicio de la transformación y, aunque Pedro Zaragoza sólo pensó que sería bueno para el turismo y la economía de su población costera, también fue un primer pasito para la emancipación de la mujer en aquella España oscura. Así, Benidorm empezó a crecer sin freno por ser ese único refugio de luz en la tiniebla. Una siempre soleada, en todas las épocas del año, burbuja vital.
"Mi burbuja vital" es la primera canción del nuevo trabajo discográfico, lanzado el pasado viernes 4 de marzo, de Fangoria. Un tema en el que este famoso dúo se refugia en un mundo virtual donde poder desplegar sus alas. Sí, una de las grandes especialidades de Alaska y Nacho Canut, la intérprete y el compositor, junto a Carlos Berlanga, de su revolucionario, tanto como la llegada del bikini a Benidorm, "¿A quién le importa?" Un gran himno de liberación que marcaría, tras la transición democrática, el inicio de la transformación hacia una sociedad más feminista.
Este nuevo disco llamado "Edificaciones paganas" es el segundo de una trilogía que Fangoria está realizando con formato EP (extended play) de cinco canciones. Una colección que comenzó el año pasado con su "Existencialismo Pop" y que, como veis, siempre usan las siglas E y P en sus títulos por lo que ya tenemos una pequeña pista de cómo se llamará el tercero y último.
Después de la mencionada "Mi burbuja vital", no podía faltar un bailable "tecno pop" con "La pregunta del millón" para, luego, sorprendernos con "No me das pena". Un cabaret que le va como anillo al dedo a la nueva forma de cantar de Alaska arrastrando las sílabas porque, así como Luz Casal cambio su deje rockero por la sensibilidad y cadencia del bolero para continuar en la cresta de la ola, no se habla tanto de la evolución que ha desarrollado la gran musa de la movida madrileña y esposa de Mario Vaquerizo que progresa, desde el descaro y la crudeza punk, hacia la desenfadada y chulesca voz de vedette que muestra ahora para seguir triunfando como siempre.
Fangoria continúa con un "house" llamado "Del uno al diez" y termina su EP "Edificaciones paganas" que, como su nombre indica, homenajea a las urbes de rascacielos y bloques de pisos, dando gloria a su metrópolis favorita con "Satanismo, arte abstracto y Benidorm". Una maravillosa canción que, desde luego, hablando de esta perla del mediterráneo, tenía que ensalzar también a la música disco de los años setenta que fue la banda sonora de esta meca del turismo en la década de su mayor auge.
En definitiva, Alaska junto a su inseparable Nacho Canut en Fangoria culmina otro disco del que se extraerán grandes éxitos como el "Momentismo absoluto" de su anterior trabajo "Existencialismo pop". Ella, a través de la liberación, tiene esa determinación que siempre la hace resurgir. Esa simple vespa capaz de aparcar en un palacio para convencernos y seguir transformando nuestra sociedad porque, al igual que Pedro Zaragoza, Alaska sabe que si tienes las ideas claras, iniciativa y capacidad de trabajo, se puede conseguir cualquier cosa.
Juan Manuel Vallecillo
El arpa de DoroteaFangoria: Edificaciones paganas
Fangoria acaba de editar su último trabajo discográfico
Foto: Jesús Hellín
Fangoria.