¡Grandes, inmortales, tus episodios de una guerra interminable, Almudena! ¡Qué gran vacío dejas, le dejas sobre todo a él! “Como mi silueta en la ventana, así duele una noche, con ese mismo invierno de cuando tú me faltas, con esa misma nieve que me ha dejado en blanco, pues todo se me olvida si tengo que aprender a recordarte”. Luis García Montero.
La vida se nos va en los noviembres, nieve derretida que desagua en el domingo del río que nos lleva, indefectiblemente, como a Antonio Escohotado, Arsenio Moreno, Diego Martínez o Gloria Fuertes, como sucederá con nosotros el día menos pensado. Noviembre siempre fue el mes de los muertos, de las invocaciones repetidas al más allá, que en el fondo es un más acá, malcarado e impío. Este noviembre de despedidas anticipadas es el mes de la escenificación definitiva, mil veces presentida, del fin de la legislatura andaluza.
Cuando Moreno Bonilla, consumada la votación de rechazo a sus cuentas, metía en el mismo saco a toda la oposición, incluyendo a Vox, -“Vox traiciona el cambio en Andalucía”-, era como si asistiésemos a un déjà vu, a la intervención maquinal que reproducía nuestro fuero interno cada vez que Juanma reiteraba, en sede parlamentaria o fuera de ella, que agotaría la legislatura a cualquier precio. Un titular que es ya soniquete: “Si Vox lo paraliza todo, no tendré más remedio que convocar elecciones”. No solo a la iniciativa legislativa del actual Ejecutivo, monda y lironda, sin embargo, cabe atribuir la aprobación en las últimas horas de uno de los proyectos-estrella del gobierno de coalición PP-Cs, la emblemática LISTA, la Ley de Impulso y Sostenibilidad del Territorio de Andalucía, la urbanística, la del taco, la que desenmaraña la compleja compatibilidad entre los planeamientos municipales y el autonómico, la que permitirá construir viviendas aisladas en suelo rústico, edificar de manera legal en zonas hasta hoy no urbanizables. Y para que la LISTA estuviera lista hizo falta, ni que decir, la complicidad de Vox, que votó a favor, y las tragaderas del PSOE, que se abstuvo. Habrá que ver, a partir de ahora, cómo se pone orden y concierto a la manifiesta incapacidad de control de muchos ayuntamientos jiennenses sobrados de riqueza paisajística y sin un solo inspector de obras en plantilla. Era la hoja de ruta preestablecida: sacar adelante las leyes de tributos y suelo y luego convocar elecciones. Lo demás es puro paripé. Se acabó. ¿O acaso imaginan al PSOE durante más de medio año aprobándole decretos de modificación de crédito a Juanma con tal de que coja algo más de peso Juan Espadas?
El día después de esos comicios, que seguramente estén tan próximos al 28-F como el andalucismo refundido y prête-à-porter del presidente de la Junta, híbrido de un Blas Infante desideologizado con la cara de Clavero Arévalo, iniciará diálogo preferente de investidura con la formación ultraderechista. Vox, además, está en plena recomposición interna: otro cambio de jefe de prensa en Sevilla que dulcifique imagen y reanude contactos cortocircuitados, el posible desembarco en el ruedo andaluz de la diputada por Granada Macarena Olona, predestinada a ser la candidata a la Junta, así como el relanzamiento de la marca en Jaén capital a través de Manuel Jesús Gordo, al tiempo que un fallo judicial consume la expulsión de Salud Anguita. Benito Morillo, coordinador provincial, en tanto jubila alguna que otra vieja gloria de la faz de la Jaén profunda, no descarta la incorporación a sus filas del todavía parlamentario andaluz Paco Palacios, ex número ‘2’ del PP sanclementino. Palacios accedió a estar en Granada aunque eso no quiera decir nada…
Sobre el bosquejo de los presupuestos de la ciudad de Jaén, tras cuatro años prorrogados, sobrevuela, asimismo, el responso del niño muerto. Son equilibrados, sin ingresos ficticios y con un ajuste que deberá refrendar el Ministerio de Hacienda, pero para aprobarlos hará falta remover Roma con Santiago. Igual el nuevo obispo, Sebastián Chico, ya en ejercicio, podría echar una mano. Santa Catalina, por lo pronto, en su fiesta de manto blanco, no obró el milagro. La segunda parte, la viajera, de la VIII Fiesta del Primer Aceite de Jaén trasladó nuestros ochenta y tantos aceites tempranos al Parque de la Taconera de Pamplona, con Paco Reyes a la cabeza. El de Bedmar -orgánica y cardiológicamente hablando, en perfecto estado de revista- dice sentirse como nunca. Protestas por el ERE de Unicaja, que planea echar a 50 empleados y cerrar 10 oficinas en la provincia. Las lumbreras que regalaron nuestra saneada Caja de Jaén bien podrían, así las cosas, a beneficio de inventario, pedir y rendir cuentas.
“Cada día es una consecuencia del lugar en el que se han barajado las historias generacionales y las fugas de los destinos”. Frase final de su último artículo, ‘Unos ojos tristes’. Almudena Grandes.