El ocaso de los perdedores

Rubén Beat

Aceitunas sin anchoas

Como sabéis quienes habéis leído algunos de mis escritos escribo con el seudónimo de Rubén Beat, pero me llamo Rubén Fernández Carrascosa y escribo libros

Está regulinchi que uno hable de sí mismo, pero peor es no hacerlo de vez en cuando en alegoría a la personalidad, algo muy propio de la poesía no elevada al egocentrismo. Por lo tanto vamos a hacerlo yo y mi triple personalidad (humano, monito e hipopótamo). Y como hace calor, mi parte de hipopótamo en remojo es la que prevalece.

Como sabéis quienes habéis leído algunos de mis escritos, aquí en el Extra Jaén, escribo con el seudónimo de Rubén Beat, pero en realidad me llamo Rubén Fernández Carrascosa y a diferencia de Clark Kent (tanto en la panza cervecera como que soy más feo que una araña) escribo libros(aunque cueste creerlo, sí, los feos también escribimos). Los libros son seres que en lugar de piernas tienen hojas y son de todos los colores y lugares (hasta de Macondo, lo que aquí equivaldría a Villargordo de Arriba, ya que ninguno de los dos existe). Lo que sí existen son las ganas de expresar el caos de la manera más sencilla y caótica, pues si estamos hechos/as del material de los sueños y las estrellas, todo el mundo sabe que soñar que vas en pelotas por mitad de un centro comercial, es lo más parecido a una broma que te puede gastar una estrella(sí, las estrellas son nudistas). En todo caso, siempre estamos desnudos/as ante una hoja en blanco, y esto es literal, en OnlyEscritores podéis ver (o mejor no) mis fotos en bolas y con cara de asombro a la hora de empezar un libro.

He escrito ocho libritos, ¡es verdad! Con una editorial muy maja, Aliar Ediciones, y si queréis saber más a este respecto, tenéis que leer mi último libro "El atardecer de un náufrago".



He de admitir que escribo con la intención de forrarme y dejar de picar piedra, algo muy propio de un caballero, con la pequeña diferencia de que de lo único que me he forrado es de chapas de cerveza. Bueno, siendo realista, esa primera reacción primigenia de hacerme millonario y mirar por encima de los calcetines al vulgo insignificante, conseguí reducirla a cero en largas terapias de grupo con mi amigo invisible. Por lo tanto ya no quiero un Ferrari, ¡quiero cuatro o cinco!

El caso es que escribo novela, poesía, relatos, algún cuento y algún guion. Podrá gustaros más o menos, o nada, pero lo que importa es mi Ferrari, ¡qué no!

No soy nuevo en esto de la literatura, llevo leyendo cientos de años, muchos más de los que llevo escribiendo y todavía no han intentado asesinarme, será porque no intento ofender a nadie en particular sino a todos/as en general.

Bueno, tengo una página de autor en Facebook, abierta al público, con mi nombre y apellidos, donde podéis ver mis libros y dónde comprarlos si os apetece. También subo algunos poemas, fotos de mi cuenta en OnlyEscritores y más cosillas entretenidas. Pues eso, ¡larga vida a los chapuzones de verano y vivan los hipopótamos!