El ocaso de los perdedores

Rubén Beat

Caponata

Caponata es un pequeño rincón de Sicilia donde entre un capuchino y un cannoli siempre se puede degustar un delicioso vino blanco

¿Gastronomía siciliana para comenzar el año? Sí, por favor.

Lo que menos perdura en el tiempo es a menudo lo más necesario para vivir. Y la pasta que preparan Virginia y David, chefs y gerentes del restaurante Caponata, es tan deliciosa que tiene una vida muy corta en los platos que con tanto mimo y arte, desarrollan para comensales muy entregados/as a la muy satisfactoria gastronomía italiana.

Para David, chef siciliano, Caponata le hace sentir más cerca de casa y además es un punto de referencia para los italianos e italianas que visitan o viven en Jaén.



Virginia y David, son matrimonio. Van más allá del concepto de comida para llevar o comer en el mismo gastrobar. Caponata es un pequeño rincón de Sicilia donde entre un capuchino y un cannoli siempre se puede degustar un delicioso vino blanco producido en el Etna o un limoncello charlando al son de la música.

"Come, bebe y haz el amor", así puede resumirse la simpática filosofía de este moderno y bonito restaurante ubicado en el corazón del Bulevar, en la calle Cataluña, número 2.
David dejó su trabajo en su ciudad natal (hace unos cuantos años) para traer las delicias de Palermo a Jaén ciudad. "En nuestro restaurante se comen arancini, anelletti al horno y cannoli. A los españoles y españolas, les gusta..." Y es tan cierto como la salida del sol: realmente asombrosa.

Virginia es de Jaén. Llegó a Sicilia en el año 2005 con una beca Erasmus y le gustó tanto que permaneció allí durante 12 años, donde conoció a David. Palermo se convirtió en su ciudad de adopción y desarrolló su pasión por la comida siciliana, hasta tomar la decisión junto a David, de llevar la cocina de Palermo hasta Jaén. Así es el destino, a veces tan delicioso como una pasta al pesto o una lasaña de calabaza y almendras; ambos platos presentes en la riquísima carta de Caponata.