El ocaso de los perdedores

Rubén Beat

Evolución

Ni en la esfera pública ni en la privada la religión ocupa ya un lugar en nuestra mesa

Si bien desde el siglo pasado al actual hemos perdido la característica medieval de la ansiedad religiosa, hemos ganado por otra parte en el desarrollo de nuestras capacidades mentales, la inquietud existencialista.

Esta misma inquietud siempre ha estado presente en el ser humano pero nunca ha estado tan desarrollada en la sociedad como en nuestra época moderna, y es una característica muy a tener en cuenta porque pone en cuestión supuestas verdades custodiadas durante siglos por quienes impusieron su poder por la violencia consumada.

Ni en la esfera pública ni en la privada la religión ocupa ya un lugar en nuestra mesa, sin embargo fue así durante siglos, y hoy día podría considerarse una revolución silenciosa y desarrollada de manera tan natural que no ha necesitado más que el paso del tiempo para consensuarse.



El ejemplo de que todo evoluciona hacia su mejor forma, es la adaptación de este hecho en nuestras mentes. Y ello ha conllevado a la par nuevas teorías, en su tiempo, organizativas de la sociedad pero hasta el momento ninguna de ellas ha sido decisiva en la constancia del paso del tiempo, es decir, ninguna de ellas ha aguantado el desarrollo de realidad, o la historia, según se quiera nombrar.

Tan irrebatibles como irreversibles, se han llevado a la práctica teorías que han coincidido en la destrucción del ser humano, si bien no en sus principios teóricos, sí en sus principios prácticos. El marxismo y el nacional-socialismo han intentado sustituir la condición religiosa del ser humano por una condición política basada en la propia opresión de sus objetivos, en la cual, la religión es sustituida por la mano de hierro del Estado.

El proceso evolutivo del ser humano es alcanzar la libertad tanto en la vida privada como en la vida pública, y hay que actuar en consecuencia.

Existir y ser ciudadano o ciudadana política, conlleva una serie de responsabilidades porque no solamente se es ciudadano/a político/a en la esfera pública sino también en la privada. Es decir, nuestra edad moderna requiere no de nuevos valores sino de nuevas aplicaciones de los valores que eran utilizados en la óptica religiosa y opresora como herramienta de sometimiento y hoy día deben ser utilizados como herramientas de emancipación. Pongamos varios ejemplos. El nacionalismo siempre ha sido utilizado como herramienta del poder para sustituir a dios por la nación. Cuando veis a la gente gritando "nación" bien podrían gritar "dios" porque conceptualmente es similar. Hoy día la nación es sustituida gradualmente por la palabra y concepto de "democracia", y esto significa que democracia engloba todo lo relacionado con la libertad tanto en la esfera pública como la privada.

La palabra "individualismo" es un intento de sustitución de la realidad pública por la privada, queriendo reconvertir la esfera pública en privada, es decir, queriendo construir una "sociedad privada" si esto fuera posible porque es enfrentarse a la propia evolución del ser humano.

Empecemos el nuevo año requiriendo para nosotros y nosotras, verdades tan significativas como seres humanos, que nos llevarán hacia sociedades cada vez más libres y no podría ser de otra forma que de la mano de la democracia, tanto en el ámbito público como en el privado.