El día 17 de mayo se elige al rector que dirigirá la Universidad de Jaén (UJA) en la etapa más importante desde su fundación contemporánea en 1993. Se habla incluso de la “refundación” de nuestra universidad.
A estas elecciones han concurrido cinco candidatos en la primera vuelta que tuvo lugar el pasado 4 de mayo: Ignacio Benítez, Encarnación Medina, Adoración Mozas, Juan Manuel Rosas y Nicolás Ruiz. Todos ellos han contribuido positivamente a la UJA que va a resultar a partir del 17 de mayo (segunda vuelta) y a la altísima participación democrática de la comunidad universitaria en las elecciones: Sector del Personal Docente e Investigador (PDI) con vinculación permanente (92,87 %), Sector del resto del PDI (65,43%), Sector estudiantes (16,32%) y Sector Personal de Administración y Servicios PAS (80,71%).
La socialización de la Universidad de Jaén y de sus problemas a partir de las movilizaciones de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la UJA en 2022:
En mi opinión, la explicación de esta histórica participación de todos los sectores de la comunidad universitaria tiene que ver con dos hechos significativos. En primer lugar, el hecho de que la comunidad universitaria ha percibido la importancia trascendental de este proceso electoral a rector o rectora a la hora de resolver los problemas de la UJA. Y en segundo lugar, el hecho de la socialización de la Universidad de Jaén y de sus problemas que la sociedad civil jiennense llevó a cabo, y al frente la Plataforma Ciudadana en Defensa de la UJA, cuando paró en las calles de Jaén el 7 de abril de 2022 la aplicación de un modelo de financiación muy perjudicial que el Consejero de Universidades de la Junta de Andalucía, Rogelio Velasco, pretendió imponer a sangre y fuego a la UJA (modelo Velasco) para adelgazarlaen todas sus dimensiones (de personal, docente e investigadora) hasta la insignificancia académica o incluso para llevarla al derribo a medio plazo. Como es conocido, esa batalla la ganamos los jiennenses para toda Andalucía y el Consejero Velasco murió políticamente ese día en las calles de Jaén.
Y aquí hay que enfatizar que la principal consecuencia de la mencionada socialización de la UJA y de sus problemas es que la sociedad civil jiennense los hizo suyos, produciéndose desde entonces una unión entre universidad y sociedad civil como en pocas universidades existe.
Los principales retos a los que se enfrenta la UJA a partir del 17 de mayo:
La segunda vuelta de las elecciones a rector tendrá lugar el 17 de mayo entre los candidatos que han obtenido más votos en la primera vuelta: Nicolás Ruiz Reyes (38 %) y Juan Manuel Rosas (20%). Y, en este sentido, el rector que salga elegido le va a tocar hacer frente a los siguientes grandes retos:
1) El crecimiento y expansión docente e investigadora de la UJA, que se encuentran paralizadasdesde 2010 (excepto el Grado de Medicina) porla Junta deAndalucía, siendo además significativo que en el año 2022 el presupuesto de la UJA haya sido también congelado por parte de la Junta. No tiene sentido que una muy buena Universidad pública esté constreñida desde hace más de una década en ofrecer formación, investigación y transferencia del conocimiento a la sociedad civil que es su fuente principal de alumnos/as, y a la que se debe por orden normativa de su ley de creación de 1993. Téngase en cuenta que el crecimiento de la UJA es al mismo tiempo el derecho a crecer y a progresar del territorio y de la sociedad jiennenses, que no debiera ser obstaculizado por el poder político andaluz.
2) El relevo generacional en la plantilla de la UJA (PDI + PAS), dado que las jubilaciones en la UJA serán masivas a partir del 2030 (después de cuarenta años desde su creación). Circunstancia, que exige un plan de actuación previo para que nuestra universidad no pierda la dimensión docente e investigadora que ha ido ganado con mucho esfuerzo a lo largo de estos treinta años. Lo contrario, sería catastrófico.
3) Un Plan de Investigación propio de la UJA que sea muy potente, y atienda a las necesidades y particularidades de nuestra comunidad universitaria y asimismo a las especificidades de formación e investigación de la sociedad civil jiennense.
4) Un modelo de financiación justo y digno para la UJA, sin discriminaciones en relación a otras universidades andaluzas como ha ocurrido lamentablemente en 2022, ni congelaciones de su presupuesto también en el año 2022. Un modelo de financiación que además respete su derecho al crecimiento natural como institución viva y al servicio de la sociedad de la provincia de Jaén. Sin duda, el crecimiento docente e investigador de la UJA, su relevo generacional y un Plan de Investigación propio ambicioso necesitan de una financiación justa y digna que ha de proporcionarla –como universidad pública que es– la Junta de Andalucía.
5) Implicación de la UJA con la “cultura” de la sociedad civil de los municipios y del conjunto de la provincia de Jaén.
6) Implicación de la UJA con el “territorio” de la provincia de Jaén. Por la madurez organizativa que ya ha alcanzado la UJA, ha llegado el momento –porque así lo demanda la sociedad jiennense– de que nuestra universidad desarrolle una política territorial significativa a favor de la provincia de Jaén y de su sociedad civil, a la que revierta la formación docente, la investigación y la transferencia de resultados que lleva a cabo, que incluya además su presencia permanente en los Ayuntamientos de la provincia y, por supuesto, que lleve su actividad e institución al centro de las ciudades que son sede de sus dos Campus (Jaén y Linares), así como que impulse desde su transversalidad los grandes proyectos estratégicos cuya no realización está lastrando el desarrollo, el progreso y la innovación de nuestra tierra.
La comunidad universitaria deberá decidir el 17 de mayo (segunda vuelta) a qué candidato le da la confianza para ser elegido nuevo rector y, por consiguiente, qué tipo de respuestas a estos grandes retos estima las más convenientes para abordarlos.