En mi decadencia hacia abuelo cebolleta total mortal un nuevo objetivo (ahora se dice “target”, ¿para qué usar la lengua con la primera gramática de la historia si podemos colar un anglicismo ) se me ha puesto a tiro. Si el año pasado la locución que se llevó el gato al agua fue “Eso (aquí sustituya “eso” por el adjetivo oportuno: guapo, inteligente, cuántico o gambitero) no, lo siguiente” la de ahora es “Te lo compro” o en su enunciación negativa “No te lo compro”. No lo he investigado pero me parece que es una traducción directa del coloquial inglés “I buy it” que he escuchado en alguna que otra “peli” en versión original. Por poner, una noche loca que me confunda expongo a un colega las bases del materialismo histórico y su respuesta no es ni sí ni no ni argumentación alguna. Él dice “Te lo compro” o “No te lo compro”. Pero, ¿qué me vas a comprar, indocumentado? ¿Acaso te estoy vendiendo algo? ¿Tengo cara de comercial de enciclopedias de puerta a puerta? ¿Desde cuándo vivimos en un mercadillo de abstracciones?
“Todo cuerpo preserva su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él”. Te lo compro.” En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. No te lo compro. ¿Por qué no te vas al PRYCA (ahora CARREFOUR) te compras una cama y te acuestas con dos mantas? De verdad, no puedo, como cuando alguien golpea repetidamente un vaso de vidrio vació o rasca con la uña un botijo nuevo. En cambio cuando las traducciones de la lengua foránea son más bien traslaciones podemos encontrar casos más jocosos. Por ejemplo durante los siglos XVII y XVIII los barcos ingleses paraban en los puertos de Málaga y Cádiz y a su encuentro salían las prostitutas ante tanto argonauta falto de amor. Éstos, probablemente poseídos por Shakespeare, les gritaban a las chicas: ¡Show me now! (¡ Enséñamelo ahora!) sugiriendo con tal expresión que las damiselas se levantaran la falda ( huelga decir que no gastaban ropa interior, no hay nada nuevo bajo el sol) y enseñaran su bello sexo como aperitivo para las postreras deliciosas caricias. Del “Show me now”, “mutatis mutandis”, llegamos al “chumino”. Un servidor escuchando el mejor disco de los Who “A quick one” llegó a la conclusión de que nuestro “kiki” (de hecho en Jaén recuerda de niño que existía un bar “El Kiki” y cuando le preguntaba por el significado a su padre sólo recibía silencio administrativo) viene de ahí (“a quickly”). Pero “Te lo compro”... Al próximo que me lo suelte le digo “De acuerdo, son diez mil”.