Supongo que están ustedes ya muy al tanto de las movilizaciones del campo de estos días y no pretendo yo cansosearles más, pero si me muerdo la lengua estos días me envenenaría y prefiero dejarles alguna reflexión a modo de eso de estallo exploto, que tan de moda esta en eso de los youtubers.
Es difícil no empatizar con esos productores que reciben un pago ínfimo por sus productos cuando en las redes de distribución se incrementa en un 500, 600 o incluso 800 por ciento. Los mercados, amigos. Los mercados desregulados que tanto gustan a nuestros lüberalles de guardia y contra la que votan los ultrapatriotas de pulserita y fachaleco. Es el mercado, amigos y habría que explicar quien se esta forrando con esos márgenes que pagamos usted y yo y que no van a parar a las manos de los productores.
Es difícil también no empatizar con las reivindicaciones sobre los requisitos ecológicos o salariales para la producción en el mercado europeo que no se exigen a los exportadores a nuestro mercado. Pero si el uso de plaguicidas o ciertos fertilizantes se ha demostrado poco saludable, no parece lógico que para evitar esa competencia desleal, se autorice su uso. Parece más razonable exigir esas condiciones a la importación de productos fuera de la UE. Pero atentos, muchas tragaderas de estas vienen de las negociaciones en otros ámbitos como la pesca en caladeros fuera de nuestras aguas. Quid pro quo.
Entendidas estas y otras reivindicaciones, hay que prestar atención al batallón del gorrito de papel albal. A Manolin, el camionero sin camión que pide poco menos que una guerra, a Lola la agricultora sin tierras, que felicita puntualmente al generalisimo en su cumpleaños, al abogado del nazi de desocupa, el matrimonio antivacunas que dice que la sequía no existe, que es un negocio, que niegan el cambio climático, alguno otro desquiciado que acaba comiendo sus propios excrementos (sí, tal cual), el pseudoperiodista y bulologo alpiste y tal fauna, dispuestos a incendiar el país a cualquier precio y que llevan en esta actitud desde la pandemia.
A quien representan todos estos frikis, que insisten en que nos están fumigando con los chemtrails, que con las vacunas nos inoculan un chip, que la tierra es plana, que siembran los cielos de químicos para evitar que llueva, que se están derribando pantanos para no poder regar y toda una serie de idioteces sobre el 5G y sobre los ecologistas y la ecología.
¡¡Que es la ciencia, ciruelos! ¡¡La ciencia, el método científico, que no asegura nada hasta que no ha sido comprobado y verificado!! ¡¡Que no cabe discusión a lo que la ciencia ha demostrado y menos con los delirios de cualquier meningítico que tiene claras dificultades cognitivas!!
Y por favor, entre manifa y manifa, hagan el favor de leerse los contenidos de la agenda 2030. Y dejen de hacer el ridículo cuando lo hayan hecho, que van a acabar pidiendo que se derogue la ley de la gravedad.
Y ya que mañana es el día de la radio, y en mi táctica de coger el rábano por las hojas, aprovecho para pedir amablemente a los compañeros, que piensen bien a quien acercan la alcachofa dándolo por portavoz de no se sabe bien que o quien y que en el fondo, acaba por comprobarse que son puros activistas de la ultraderecha mas incendiaria.
Van a hacer falta toneladas de papel albal para hacer gorritos.
Y déjenme que les haga una recomendación sobre el trabajo digno en la radio cercana y comprometida, alejada de todos estos clickbaiteros. No dejen de ver la serie documental sobre el 25 aniversario de Multimedia Jiennense que pueden encontrar en nuestros medios digitales. La radio en la provincia difícilmente se podría entender sin Multimedia. La van a disfrutar.
Que pasen mañana de un feliz día de la radio.