Cuando un año termina y alumbra un nuevo enero, la penumbra resurge en Jaén con la publicación de los resultados del censo de población por el Instituto Nacional de Estadística.
Y así año tras año, en una caída lenta, continua y sin freno; y lo peor de todo sin nadie que quiera o sepa lograr una inflexión en esta penosa curva.
Si analizamos la serie histórica desde 2021, la comunidad andaluza ha incrementado su población en 99.343 habitantes, donde podemos destacar el crecimiento de Málaga con 55.773 y la pérdida de población de Jaén con 6.931 habitantes menos.
Jaén es una de las 7 provincias de España que reduce su población, un 0,6% dentro de un contexto de crecimiento positivo en España y Andalucía. Jaén es la única provincia andaluza que pierde población de forma sistemática desde el año 2000, donde el INE la sitúa como la de menor tasa de extranjeros de España, y de donde más se ha reducido su población.
Pero si estos datos son preocupantes a nivel de la provincia, los indicadores en el ámbito de nuestras Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, son aún más tristes, en todos ellos tenemos pérdida de población por municipio o en crecimiento natural, con una población cada vez más envejecida, ya rondamos el 24 % de mayores de 64 años, 5 puntos sobre la media andaluza, situación que afecta en mayor manera a la Sierra de Segura.
Esta fotografía de la situación, nos debe servir para saber hacia donde vamos a dedicar nuestro esfuerzo, cuál va a ser nuestro plan, cómo vamos a reformular las estrategias, y aceptar aprendiendo de los errores y visto el fracaso de las existentes.
Todos somos conscientes que la pérdida de población y el envejecimiento, se asientan sobre la estructura económica de la provincia, tenemos un empleo de muy escasa cualificación, precario, mal pagado y poco estable, es necesaria una visión clara del problema de cara a afrontarlo y hacer nuestra misión fundamental: frenar el despoblamiento.
Es necesaria una apuesta clara de la inversión pública, de todas las administraciones, que atraigan tejido empresarial y generen empleo. Los programas e iniciativas de empleo son necesarios, pero no son más que soluciones coyunturales, lo que Jaén y nuestras Sierras necesitan son actuaciones estructurales, sostenidas en el tiempo, generadoras de sinergias, que frenen la salida de nuestro capital humano, joven, hacia otras regiones y provincias.