Los enredos amorosos y de Whatsapp de Ábalos, la colonización de instituciones estatales por el PSOE (INE, EFE, Correos, CIS, Fiscalía, TC…) y la impredecible deriva electoral de la extrema izquierda y del Ejecutivo parecen haber preparado los tambores del calentamiento para el clásico.
El PP parece haber sido el abanderado en preparar a las bases para el próximo encuentro en donde desde luego llega con varias refundaciones ideológicas, con ningún rasguño y con gestiones de las que presumir en diversas autonomías y ayuntamientos, si bien hablamos del Congreso Nacional del PP, que además, se celebrará en Madrid.
Entre líneas no sólo podemos atisbar la consolidación del liderazgo de Feijoo y la plausible cercanía de un comicio nacional en unos momentos de fortuna para facciones liberales, sino también la comunión con Ayuso y el inicio de los Congresos Autonómicos y Provinciales.
Hace tiempo anunciamos que en la primera mitad del curso político 2026 vendrían cambios y es que será donde se realicen estos eventos, que pueden traer cambios.
Decía el pasado día 12 de mayo Feijoo que pasábamos del “Cónclave del Papa al Conclave del PP”, si bien la fumata blanca será rápida y a la primera, y con el papable ya con varias misas a las espaldas, por lo que la incertidumbre ahí no reinará, como tampoco en Andalucía, si bien no se sabe lo que ocurrirá en las provincias.
Lo que sí está claro es que habrá cambios de camarlengos, Secretarios de Estado y resto de cardenales del Santo Padre, Obispo de Roma, Príncipe del Vaticano y en el PP tendremos nuevos Vicesecretarios, Secretarios, Portavoces y demás que desde luego nos darán una señal orgánica del rumbo de lo que ocurra en el resto de congresos, o se va buscando, si bien la vía democrática de que se pueda presentar cualquier candidato o candidata, es tan legítimo como necesario para comprender la raigambre que le dio el art. 6 de nuestra Constitución.
Desde luego, lo más revelador siempre es el rearme ideológico para la batalla cultural, propositiva y de acción que define a un partido reformista, liberal, conservador y que puede no solo tomar las riendas de cualquier gestión sino también preparar el liderazgo de la estrategia de Estado, de País y de Nación a largo plazo.
Pontífice significa constructor de puentes. Que este congreso ofrezca a España esa unión entre aquellos que el Sanchismo ha separado para enfrentarnos con nuestro pasado, robarnos el presente y embaucarnos con un futuro que cada vez vemos más lejos.