“¿Alguien me dice que contratando a esos 8.000 sanitarios vamos a solucionarlo todo?". Es la inconcebible respuesta de todo un Vicepresidente de la Junta de Andalucía a tantas escenas de colapso sanitario que nos arrolla. Es la respuesta de nuestra Junta a una situación de deriva de la sanidad pública que ha llegado a límites impensables en apenas unos pocos días.
En Jaén, en toda Andalucía, se repiten las imágenes de las colas inmensas ante los Centros de Salud, las demoras en la realización y en los resultados de las pruebas, la falta de profesionales sin que la Junta de Andalucía demuestre preocupación y las derivas sistemáticas a la privada.
Parece mentira que, en una legislatura marcada por la pésima gestión sanitaria del Gobierno Andaluz, personajes como el Vicepresidente o el Consejero de Salud hayan aguantado sin dimitir, desastre tras desastre, decisión errónea tras decisión errónea. Claro que, mientras los palos se los lleve la segunda línea; la primera, la de Moreno Bonilla, está tranquila, y se queda lejos del volcán de la incompetencia que paradójicamente depende de él. De apagar los ataques mediáticos ya se ocupa Bendodo y el presupuesto para propaganda.
Lo cierto es que en medio de este caos que parecía inimaginable, hay una ganadora imprevista: la sanidad privada, que ve cómo el terrible despropósito de la pública la alimenta de miles de nuevos clientes que prefieren tirar de ahorros siempre difíciles de reunir, antes que esperar una tardía respuesta tras las colas de los ambulatorios; atroz que las aseguradoras y los centros privados hinchen sus cuentas de resultados a costa de una sanidad pública que se desangra en Andalucía, fruto de la irresponsabilidad y el tacticismo de unos dirigentes sin escrúpulos.
Y así acaba el año. Con el inmenso agradecimiento a la ciencia que fue capaz de exprimir conocimientos e investigación para la llegada de las vacunas; con el reconocimiento de por vida a miles de sanitarios, muchos de ellos cesados por gente como ese Marín que es capaz de poner en tela de juicio su valor como solucionadores y ángeles de nuestra salud; y acaba, para mí, con el sincero deseo de salud para todos ustedes, lectores y lectoras del Viva Jaén, que merecen, sin ninguna duda, la mejor Sanidad Pública que pueda existir, y de la que tan cerca estuvimos en otros tiempos. El 2.022 puede ser el año para recuperarla.
Ana Tudela
Con el alma en pie¡Y para el 2022, salud!
“¿Alguien me dice que contratando a esos 8.000 sanitarios vamos a solucionarlo todo?". Es la inconcebible respuesta de todo un Vicepresidente de la Junta...