Está tan absurdo el mundo que el telediario parece de ciencia ficción. Mentiras, extrema violencia, falta de valores, imágenes increíbles en las que los reporteros son gente de la calle y la cámara es su móvil… Sí, recuerdo, con cierta nostalgia, cuando te aburría verlo porque la noticia era la subida o bajada de la bolsa. En fin, a veces pienso que el informativo más realista es “Cuarto Milenio” y que la existencia de ovnis o fantasmas es más veraz que muchas realidades que están sucediendo. Al menos, Iker Jiménez y compañía, como dejan abierta la resolución del misterio, mantienen encendida la luz al final del túnel pese a que, hablando de lo paranormal, la ciencia ha podido demostrar que la luz del túnel que ven las personas que están a punto de morir no son las puertas del cielo ni el recuerdo de tu nacimiento recreando el canal del parto. No, se trata de una isquemia retinal producida por la falta de oxígeno y sangre en el órgano de la vista. Algo similar a la visión de tubo que sufren algunos pilotos de caza que, debido al aumento de la fuerza G, también padecen esta falta de riego en sus ojos. Con todo esto y sin la esperanza en otra vida después de la muerte, están tan ocultos nuestros principios en la actual sociedad que prefiero refugiarme en los enigmas del ocultismo.
“Ocultismo” es uno de los temas principales del último disco de la banda más mordaz del panorama musical: Los Punsetes. Un esperado álbum lanzado el pasado jueves 24 de noviembre que se llama AFDTRQHOT y en el que la incógnita de estas siglas se resuelve, precisamente, en la letra de esta pieza cuando Ariadna Paniagua, la hierática y, aún así, carismática vocalista del quinteto, canta la muy "punsética” frase: “Al final del túnel resulta que hay otro túnel” (AFDTRQHOT). Digo “punsética” y no pesimista porque Los Punsetes, con una dosis máxima de sarcasmo, consiguen sin proponérselo ser el látigo que azota a nuestras contradicciones y a nuestra superficialidad. “Ocultismo”, además, son varias canciones en una. El “Bohemian Rhapsody” de este gran grupo madrileño que experimenta, recorre y se recrea en los diferentes estilos con los que nos deleitan: el punk, el indi o el shoegaze siempre envueltos en la falsa simplicidad de lo naíf. No obstante, lo más importante que desarrollan Los Punsetes es desplegar las enormes alas de su creatividad para hacer lo que les da la gana con una frescura y una absoluta libertad dignas de admiración.
AFDTRQHOT es un tesoro musical que sirve para desahogarse y cantar lo que no te atreves a decir a esas personas que te incordian o te hacen daño porque sí, gracias al ingenio de temas como “Cerdos”, “Que te vaya mal”, “Cosas que no me gustan” o “No puedes correr”. Ácidos, provocadores, irreverentes pero, sobre todo, honestos; Los Punsetes te van a sorprender con una autocrítica magistral en mi favorita, la pegadiza “Hola, destrucción”, o en el descarnado pasotismo de “Estratos geológicos”. También, te gustará mucho la bien arreglada a doble voz “Un condenado a muerte se ha escapado” y el irónico medio tiempo llamado “Fomo”. Un álbum que empieza con la genialidad de “España corazones” en la que se enumeran las incongruentes y disparatadas definiciones que políticos y adoctrinados, según ideología, le otorgan a un término tan abstracto como la patria. Una estúpida polémica que, incluso, abre informativos y, así, uno no puede evitar pensar que está tan absurdo el mundo que el telediario parece de ciencia ficción.