No creo que haga falta entenderlo todo. Por desgracia, existen injusticias, problemas o situaciones de todo tipo que, para superarlas, hay que aceptarlas aunque no las podamos comprender. Yo, sin ir más lejos, acepto con deportividad que mi pareja también esté enamorada de otro. Habéis leído bien. He dicho con deportividad y no con resignación porque nadie puede competir con la luminosa sonrisa-milagro de Iván el titán. Sí, se trata del hijo de una de sus mejores amigas. Un guaperas de nueve años que, en el mismo instante que nació, se convirtió en héroe y lo sigue siendo cada día a pesar de sufrir una parálisis cerebral que no le impide ser feliz. No pretendo quitarle mérito pero, para lograr esto, cuenta con la inestimable colaboración de un súper equipo. Primero está Sheila, su madre. Un metro y medio de amor en estado puro que, no sólo lo sostiene todo sino que, además, tiene un ángel de la guarda que le ha dictado las inspiradas palabras de dos recomendables libros que están ayudando a mucha gente: "Almas discapaciamadas" y "Acércame una piedra". Rafa, su padre, rompe el tópico de que un hombre no puede hacer dos cosas al mismo tiempo. Él hace varias y las hace perfectas mientras llena la casa de alegría y risas con su contagiosa carcajada. Mariela, su hermanita, es un bellísimo bicho que se entera de todo excepto de que su hermano tiene parálisis cerebral y juega con él como si nada. No sé, en realidad, me parece que esta niña sabe demasiado. Después, por supuesto, no podía faltar el apoyo institucional. La primera silla adaptada les costó 3000 euros y, a los tres años, les devolvieron mil. Ahora, han tenido que comprar la segunda por 7000 euros y nadie sabe cuándo ni cuánto les devolverán. Gracias campeones. Venga, a seguir diciendo tonterías por los parlamentos. Así, votad a quien queráis, animad a los futbolistas millonarios que más os gusten y admirad a los artistas que os llenen pero no podéis negarme que, por parte de todos, esta familia sí que se merece que sea muy fuerte el aplauso. "Fuerte el aplauso" es el single que abre el quinto álbum del grupo "Miss Caffeina". Una canción pegadiza, bailable y muy bien trabajada en recursos y arreglos que la hacen idónea para empezar cualquier LP. Éste, vio la luz el pasado viernes 4 de febrero en la misma semana que comenzó el nuevo año chino y, por este motivo, el disco se llama "El año del tigre" que es el animal que regirá el 4719 según su calendario.
Aunque en la actualidad parece que el calificativo de "indie" sirve para todo y acompaña, muchas veces, a Miss Caffeina, yo los considero, sobre todo, poperos. Sin embargo, ellos suelen ser bastante eclécticos en cuanto a la capacidad de reunir elementos de diferentes estilos. Es posible que "El año del tigre" sea su trabajo más enérgico porque está enfocado hacia una esperada gira que, en el pasado y como tantos otros, tuvieron que cancelar por la pandemia. En cuanto a los textos, quizás también por el dichoso covid que les obligó a componer durante el confinamiento, es un álbum muy introspectivo y, a la vez, esperanzador. De esta manera, entre sus once cortes, podemos destacar la adictiva "Punto muerto" con la inconfundible participación en la voz de la nueva marquesa de Torroja y ex vocalista de los míticos Mecano, así como las genuinas "Por si", "Los replicantes" o "Autoayuda".
El quinto larga duración nada descafeinado de Miss Caffeina sigue con esa dinámica progresiva que muestra la banda de ir quitando protagonismo a las guitarras y acaba con un tema en el que tratan de hacer una original crítica social que, sin embargo, a veces cae en populismos manidos y en eso de que una mentira repetida mil veces se transforme en verdad. Una canción cuyo título se queja con un "No entiendo nada" y, como sabéis, en mi opinión, para poder superar la dureza y la crueldad de algunas realidades, al igual que hace Iván el titán, no creo que haga falta entenderlo todo.