Merecer (R.A.E.) :
1. tr. Dicho de una persona: Hacerse digna de premio o de castigo. U. t. c. prnl. Te mereces un premio.
2. tr. Dicho de una cosa: Tener cierto grado o estimación. Eso no merece tanto dinero.
3. tr. desus. Conseguir o alcanzar algo que se intenta o desea, lograr.
4. intr. Hacer méritos, buenas obras, ser digno de premio.
He aquí las cuatro acepciones que la Real Academia de la Lengua Española nos ofrece con respecto a “merecer”. En la primera se hace referencia a una persona, no sé si valdría también para una población, como sería el caso. La segunda la descarto porque Jaén no es una cosa, faltaría más… Jaén cosificado. La tercera está en desuso. Y la cuarta…la cuarta me vale, creo que por ahí van los tiros.
Entendemos entonces que Jaén hace méritos y por tanto es digno de premios.
Pero es que no se trata de eso. No se trata de que a esta nuestra ciudad le den una galletita por que sube la patita. No tiene que venir nadie a darnos ningún premio. Simplemente se trata de dar al césar, lo que es del césar. Jaén, como cualquier otra población, tiene que tener recursos suficientes para avanzar, infraestructuras para desarrollarse y una población que viva, no que sobreviva, dentro de unos márgenes mínimos de felicidad y bienestar.
Estos no son premios, son algunos de los derechos de una sociedad al amparo del estado del bienestar, que vive y practica la democracia desde (aquí me habría encantado poder escribir “tiempos inmemoriales”) hace tan sólo cuarenta y ocho años.
Así que no, Jaén no merece más, ni menos tampoco, como decía una bisabuela mía cuando le servían el plato y le preguntaban ¿“Le pongo un poquito de pringá”? y ella respondía: “Un poquito no, lo que me corresponda”.
Y si, ya hemos llegado al tema electoral, a las municipales, a las de aquí, las que gestionan nuestros barrios, nuestras calles, nuestro entorno. Las que se encargan de hacer y deshacer, de las que depende que uno entre a Jaén y salga con esa buena impresión de haber estado en una ciudad moderna que respeta lo antiguo. Que rebosa cultura, que ama lo suyo y es capaz de mirar hacia el futuro. Esto nos gustaría a todos, ¿verdad?
Los jiennenses han hablado, y han votado, los que lo han hecho. El algodón no engaña. Al no haber mayorías absolutas, cosa que me parece estupendo, porque así la representación de nuestros concejales será mucho más plural, es necesario pactar y ponerse a funcionar.
Así que es el momento de pactar con la opción más votada, demostrar que se lucha por lo que Jaén merece respetando a la mayoría y establecer una hoja de ruta. Tiempo habrá de romper pactos si no se cumplen los intereses de Jaén, repito, los intereses de Jaén. Tiempo habrá de convocar otras elecciones si se demuestra que no se está luchando por lo pactado y avanzando.
Llegó la hora de demostrar si Jaén Merece Más está preparada para la política justa y democrática o si por el contrario no es más que una asociación vecinal venida a más a la que han confiado su voto algo más de siete mil vecinos. Unas veces se gana, otras se pierde, pero si se actúa democráticamente y se aceptan y respetan las normas del juego, al final ganamos todos.