Hemos conocido la próxima apertura de un centro hospitalario privado en Jaén, un proyecto que era un rumor desde hacía tiempo. En momentos como éste, en el que las promesas se convierte en hechos, es cuando se deja ver en todo su esplendor la hipocresía de quienes nos gobiernan. Centrándonos en los partidos al mando de las instituciones involucradas, PP y PSOE, la aparente discrepancia que muestran en casi todos los asuntos públicos se disipa cuando entra en juego lo importante; es decir, cuando hay un negocio entre manos.
En primer lugar, el PP de Jaén lleva más de 20 años reclamando una Ciudad Sanitaria de la que, tras 3 años de Moreno Bonilla, sabemos lo mismo que antes; promesas y más promesas. Sin embargo, han seguido los recortes, aumentado los conciertos privados para derivar pacientes y, en Jaén, autorizan un hospital privado en la parcela que ellos mismos cedieron para el Instituto del Bulevar. ¿Cuál es la prioridad? Poderoso caballero...
Por otro lado, tenemos al PSOE, el de la "defensa de lo público" de boquilla, el mismo partido que comenzó a destinar dinero público a los centros privados y destrozó nuestro sistema sanitario. El alcalde de Jaén va a ceder una parcela pública para un hospital privado. ¿Donde está la Plataforma en defensa de la Sanidad Pública de Paco Reyes? ¿Nada que decir? ¿Se saldrán de ella el resto de alcaldes mientras permanezca el de Jaén? Ya les digo yo que de algunos, la vergüenza ya ni se espera.
Cierto que se argumentará lo que supone de creación de puestos de trabajo y actividad económica. Pero no nos engañemos. Lo que hace crecer y empuja a la gente a la sanidad privada es la decadencia de la sanidad pública. Los seguros privados se contratan más cuando la atención primaria está más precarizada, retirando la atención y los diagnósticos por falta de recursos, y eso es lo que venimos sufriendo desde hace años. Viene de lejos aunque la pandemia se ha convertido en la excusa perfecta para el despido de personal y los servicios cerrados. Y siguen recortando el presupuesto de Salud para destinar más dinero a centros privado, desviando dinero público a negocios particulares.
No esperemos que quienes nos gobiernan, sean PP o PSOE, cumplan sus promesas, sino que sigamos el rastro del dinero, que nunca vuelve a atrás. Porque son los mismos que aprueban los recortes y después dicen que se deriva a la privada porque el hospital público “no dispone de los medios personales y/o materiales necesarios”. Un cinismo de hospital.
Manuel Montejo
Sobre nuestras piedras lunaresCínicos de hospital
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