Sobre nuestras piedras lunares

Manuel Montejo

Falsos liberales

Existe en España un tipo político bastante peculiar, el falso liberal. No es exclusivo de nuestro país pero sí bastante extendido, quizás debido a la ausencia..

Existe en España un tipo político bastante peculiar, el falso liberal. No es exclusivo de nuestro país pero sí bastante extendido, quizás debido a la ausencia de un auténtico desarrollo económico y político durante el s. XIX. España transitó demasiado rápido del absolutismo monárquico a las dictaduras conservadoras, pasando por alto la Ilustración, las revoluciones burguesas y las ideas propiamente liberales. Solo así se explica el extravagante pensamiento de estos liberales de pacotilla que pueblan desde los partidos conservadores a los progresistas, incluso en partidos que pretenden llamarse así sin que se sepa por qué.
El falso liberal defiende la libertad de empresa pero solo para mantener sus beneficios. Cuando vienen mal dadas, reclama la ayuda del Estado. Si estos liberales ostentan un cargo público, lo que hacen a menudo porque les encanta vivir toda la vida del Estado, usan el dinero público como si fuera su patrimonio, mientras desprecian lo público y privatizan todo, eso sí asegurando los beneficios a sus amiguetes. Su discurso es una continua propaganda anti-impuestos, pidiendo bajar los de sociedades, sucesiones e IRPF, en sus tramos altos. Sin embargo, cuando gobiernan, casualmente suben los impuestos indirectos y los de las rentas bajas.
Esta semana, Díaz Ayuso, la liberal que llamaba "parásitos y mantenidos" a las colas del hambre, ha intentado esconder las becas para colegios privados a familias con más de 100.000€ de renta. Y, como el "troll" de redes sociales que es, intenta evitar el escándalo con una bomba de humo, comparándolo con el cambio de sexo o el aborto. En el fondo no es más que otra idea básica del liberal español. Con los impuestos de la gente que menos gana se subvencionan los gastos de la que más gana, transfiriendo el dinero de todos en sentido inverso.
Un liberal de verdad no financiaría con recursos públicos la educación privada. Sin embargo, lo que hacen estos falsos liberales es desviar dinero público a empresas privadas. Vamos a ver cómo funciona: con becas públicas, gestionadas por una empresa privada, sufragamos estudios en centros privados, a las que optan familias con rentas altas. El círculo se cierra inflando las notas del niño, como se ha hecho siempre, para que parte de la beca vuelva a la empresa. Un gran negocio "liberal".
Ni defienden la libertad ni los derechos de nadie. Sólo sus negocios, siendo su marca de clase este uso de las palabras para cambiar nuestra percepción. Es decir, una gran mentira.