Hipocresía

Las guerras, todas, despiertan sentimientos dolorosos, negativos e irracionales, siendo difícil tener cierta perspectiva sobre ella. Ante el dolor y el miedo, se puede reaccionar con valor y determinación, ayudando a quien sufre, o con hipocresía, utilizando el sufrimiento ajeno para imponer los intereses propios, sean los que sean. El diccionario de la RAE define hipocresía como "fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan" y nada más cercano a lo que se percibe estos días con todo lo referido a la invasión de Ucrania. Por ello, quizás lo más importante, y lo más difícil, sea pensar por uno mismo y huir de tanta hipocresía.
En las guerras no hay buenos y malos, pero sí agredidos y agresores, porque no son películas, ni todo el mundo es un experto sobre ellas. No debemos hacer distinción entre guerras ni entre unas víctimas y otras. Los motivos de las guerras son un conjunto de factores geopolíticos, económicos, sociales, culturales e ideológicos, sin que se deban a la mera "maldad". Conocerlos puede ayudar a encontrar una solución, tanto victoriosa como negociada, sin que ello implique justificar la monstruosidad de la muerte de un ser humano a manos de otro. En toda guerra existe la propaganda y la censura, en todos los bandos, siendo cierto que "la primera víctima cuando llega la guerra es la verdad".
En todo esto pienso, y creo que más gente, al observar una guerra e inevitablemente ponerme del lado del débil pero sin poder olvidar algunas cosas: que el conflicto empezó en 2014 (y las víctimas de estos 8 años parecen no contar), que la OTAN ha jugado un papel activo en él, que se libra una batalla geopolítica entre EEUU y China, con Rusia y la UE de por medio, que Putin se juega su futuro en un país con muchos problemas, que es fundamental el papel del nacionalismo en el Donbass y la posición crítica de parte del pueblo ucraniano, las dudas sobre si enviar armas a un ejército inferior no es aumentar la agonía y las víctimas (en lugar de enviar tropas), otras guerras en Europa en las que bombardeó la OTAN,...
Tantos factores que resulta imposible explicarlo en un artículo o en pequeño debate en cualquier sitio, siendo complicado expresar una opinión contraria a la mayoría. Quizás solo haya que empatizar, informarse de forma plural y pedir que nos traten como a adultos, con respeto y sinceridad, explicándonos los esfuerzos que se hacen para ponerle fin, sin hipocresía ni decirnos de qué bando estar.