Sobre nuestras piedras lunares

Manuel Montejo

Salud y negocios

Permítanme que no escriba sobre el proceso de sustitución del líder del PP que, como todos los de esa familia (recuerden el de Hernández Mancha)...

Permítanme que no escriba sobre el proceso de sustitución del líder del PP que, como todos los de esa familia (recuerden el de Hernández Mancha), estará plagado de conspiraciones, traiciones, comisiones y reconocimientos de delitos. Ya cansa la ostentación de intereses personales y económicos entre los que se reparten el poder y hoy prefiero escribir sobre lo que realmente nos afecta a usted y a mí.
Hace dos días, 3 mil jiennenses se manifestaron por la mejora de la Sanidad Pública, reclamando que el derecho a la salud no se convierta en un negocio más (lo cual también tiene que ver con la guerra pepera en Madrid). Porque quizás a fuerza de sufrir el desmantelamiento del Sistema Sanitario, desde hace años, nos hemos olvidado de algunas cuestiones fundamentales. Por ejemplo, de que la inserción en el artículo 43 de la Constitución del derecho a la protección de la salud determina que vivamos en un Estado Social, a la vez que lo convierte en un derecho prestacional. Por tanto, todas aquellas cuestiones que afecten a la gestión del Servicio Sanitario, esos eufemismos como racionalización, externalización o concertación, deben supeditarse a la prestación efectiva y de calidad de este derecho.
Nada que ver con las decisiones de nuestros políticos. A pesar de la propaganda que suelen utilizar, sabemos que cada año tenemos menos presupuesto, más recortes y peor calidad, mientras aumentan las privatizaciones, los conciertos y los seguros privados de salud. Ante las manifestaciones en todas las capitales andaluzas, la viceconsejera de Sanidad de la Junta, igual que antes hacían sus colegas del PSOE y ella criticaba, se limitaba a retorcer y manipular datos para dibujar una realidad que solo ella, y quizás su círculo más íntimo, ven: la Sanidad andaluza está mejor que nunca.
Puede que a ella las citas de atención primaria no le tarden 2 semanas o las de especialista 6 meses pero eso es lo que sufrimos nosotros, y todo ese personal harto de semejante desastre. Mientras, los seguros privados crecen a un ritmo del 4%, batiendo records debido al colapso público y haciendo harto sospechoso este trasvase: disminuye el dinero público en sanidad, que no sabemos dónde va, mientras los ciudadanos tienen pagan otro sistema sanitario. Es decir, nos privan de un derecho y nos obligan a una doble recaudación, lo que nos hace menos un Estado Social y más un Estado saqueador.
Recuerden que ya le pasó al PSOE de Susana Díaz: harán negocios con nuestra salud pero no lo olvidaremos.