Parecería extraño escribir hoy una columna política que no tratase sobre el tema del día, las elecciones en Castilla y León. Sin embargo, pensándolo bien, hace unos años, la campaña, el escrutinio y la formación de gobierno en una comunidad autónoma que no fuera la propia no pasaría de ser una noticia secundaria. Esta importancia se debe a la "espectacularización" política que sufrimos. Todo es un "show" y todo es importante en clave nacional, por lo que cualquier acontecimiento se convierte en la noticia principal durante semanas.
Vayamos a la realidad. En una comunidad autónoma, ni de las más pobladas, ni de las de mayor renta, ni con una tradición de voto equiparable al resto del país, gobierna el PP junto a C´s. Quedando meses para acabar la legislatura y sin que se adivine ninguna crisis de gobierno ni necesidad social urgente, el PP decide, debido a las necesidades del partido y, especialmente, a la de Casado para reforzar su liderato, romper el gobierno y convocar elecciones, con los objetivos de acabar con su socio, gobernar con absoluta, frenar a VOX y ofrecer a Casado una victoria sobre Ayuso y Abascal.
Empieza así una campaña en la que se debate sobre Garzón y la carne española, Sánchez y los fondos europeos, el Gobierno y la gestión de la pandemia, etc., analizándose los posibles resultados como si habláramos del Congreso de los Diputados. ¿Dónde aparece Castilla y León en todo este show? En ningún lado. Las elecciones no se convocan por las necesidades de la región ni de sus habitantes, ni en la campaña se habla de los castellano-leoneses ni de sus problemas.
Así llegamos al día de las elecciones y nos encontramos otro show. Un despliegue mediático propio de unas elecciones trascendentales que nos ofrece una lectura del escrutinio basada en su repercusión a nivel nacional. Se observa que las elecciones han confirmado las tendencias que ya se intuían: se acelera el auge de VOX frente al PP, que casi repite en número de votos pero consigue cambiar de socio; acelera el desgaste de Casado frente a Ayuso; constata la desaparición de C´s, la subida de la España Vaciada y suma otra derrota para el PSOE (y UP). ¿Han oído algún análisis sobre cómo afectará esto a los castellanos-leones? No, y no lo encontrarán, porque eso es lo de menos.
Lo importante es que el show continúe, quizás ahora con las elecciones andaluzas, mientras que los problemas de cada uno de nosotros siguen guardados en un cajón. The show must go on...
Manuel Montejo
Sobre nuestras piedras lunaresThe show must go on
Parecería extraño escribir hoy una columna política que no tratase sobre el tema del día, las elecciones en Castilla y León. Sin embargo, pensándolo bien...