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Pepe Fernández

"Efecto mariposa" en el PP tras el aleteo de la moción de censura en Lora

Esta es una historia política singular con políticos bastante singulares. Ha sucedido en la localidad sevillana de Lora del Río, a 60 kms de la capital, donde..

 "Efecto mariposa" en el PP tras el aleteo de la moción de censura en Lora

Foto: EXTRA JAÉN

Moción en Lora.

Esta es una historia política singular con políticos bastante singulares. Ha sucedido en la localidad sevillana de Lora del Río, a 60 kms de la capital, donde hace tres años el Partido Popular obtuvo mayoría absoluta para gobernar una población de 18.861 habitantes, históricamente dominada por la izquierda, en una comarca combativa donde aún se recuerda a María, 'La Pasionaria de Lora' y sus luchas campesinas como jornalera en los 70-80.

El viernes pasado, formalmente con esa misma mayoría obtenida en 2019, el PP perdía el gobierno y la alcaldía tras una moción de censura apoyada por la oposición y también por algunos de sus propios concejales.  Un sucedido político en un pequeño pueblo, como se verá, con repercusiones a nivel provincial y regional, lo más parecido al denominado 'Efecto Mariposa'.

En las elecciones municipales del 26 de mayo de 2019 el PP obtuvo en Lora el 48,23% de los votos con 9 concejales, mayoría absoluta de un plenario de 17. El PSOE se quedó en el 27,04% y 5 ediles. Adelante Andalucía obtuvo el 15,61% y dos concejales, y C.C.L. se quedó con el 5,64% de los votos y un concejal; tres puntos más que Ciudadanos en Lora que obtuvo 261 votos (2,7%) y cero concejales.

Pero no se trata de una historia solo de desencuentros políticos locales en el mismo partido, algo bastante habitual, ni mucho menos, aunque también hay algo de eso pero con buenas dosis de mala leche acumulada.

En realidad podemos estar ante una crisis política e institucional en cuyo trasfondo se adivina a las claras el último gran reajuste (ajuste final más bien) que le queda a Juanma Moreno Bonilla para enterrar definitivamente las huellas que el «casadismo»/«teodorismo» le dejó en el partido en Sevilla y Andalucía. Se trata, nada más y nada menos, que hacerse con el control efectivo de la capital, plaza hostil para el malagueño durante años, muy complicada para Moreno y donde fue recibido a portagayola con artículos duros de colegas de la derecha, entre ellos el del director de ABC de Sevilla; «Un despropósito», titulaba Alvaro Ybarra el hecho de que Mariano Rajoy nombrase a Bonilla presidente del PP andaluz «desde Ankara». Fue tras el famoso dedazo y tenía razón Alvaro, un despropósito, una jugada más de Javier Arenas, siempre desde las sombras.

Serán cosas del llamado 'efecto mariposa' pero con el paso del tiempo - y sobre todo el 19J- las cosas evolucionan de tal manera en el seno del PP andaluz, que el aleteo de una moción de censura en Lora, devoto pueblo de la Señora de Setefilla, puede servirle a Bonilla y su aparato para proceder y resolver de una vez por todas el limbo político en el que las contiendas provinciales de los últimos años han situado al PP sevillano, donde Juan Ignacio Zoido ha tenido bastante más culpa que responsabilidad, muy pareja a la de Arenas. Ambos, que tanto se quisieron, acabaron en el enfrentamiento total, la consiguiente retirada de saludos y la devolución de rosarios.

Los protagonistas

Para no perderse en esta historia, estos son algunos de los personajes principales que coinciden en los acontecimientos políticos loreños de referencia.

Virginia Pérez, presidenta provincial del PP de Sevilla, esposa de uno de los concejales, Eloy Tarno, enfrentado desde 2021 al alcalde censurado.

Antonio Enamorado, alcalde de Lora, populista y torpón en sus estrategias. En la oposición le tienen bautizado como «el trumpito loreño». Está apoyado por Moreno Bonilla a través del edil de Carmona Juan Ávila. Días antes de que lo echaran de alcalde mandó a sus paisanos una carta institucional donde les anunciaba que volvería a presentarse como candidato del PP en Lora el año que viene.

Eloy Tarno, histórico cuadro del PP sevillano al que han ubicado en distintos destinos políticos de concejal en la provincia. Hombre volante del aparato que igual sirve para concejal en Constantina como en Lora del Río. Está casado con la presidenta provincial del PP.

Alvaro Aranda, fue primer teniente de alcalde con Antonio Enamorado y junto a Tarno son los dos concejales con lo que se abre la crisis municipal y el PP empieza a ver peligrar su mayoría absoluta. Aranda tenía aspiraciones para ser candidato si Enamorado escalaba el día de mañana a Diputación o al Parlamento.

El alcalde, a principios del 2021, va y les quitó poder a ambos, las delegaciones de peso que dirigían, aunque les mantuvo los sueldos y a Tarno le confió las llamadas 'marías': Patrimonio, Desarrollo Industrial (en Lora) y Estadística. Para muchos en el partido «lo que le hizo Enamorado a Eloy Tarno fue una humillación innecesaria»

Juan Avila, alcalde de Carmona, el hombre al que Moreno Bonilla una tarde tomando café en el Parador le pidió personalmente que presentase su candidatura al congreso provincial de Sevilla. Todo ello frente a la de Virginia Pérez, candidata tutelada por Pablo Casado y Teodoro García Egea desde Génova, en una batalla que acabó perdiendo Juanma Moreno por goleada: 1.176 votos para Virginia y 742 para su apadrinado Ávila. Tras el escandaloso congreso, todos fueron condenados desde arriba a entenderse, Avila asumió la vicepresidencia del PP de Sevilla dentro de un imposible equilibrio que hizo ´aguas´ desde el primer momento. 

 En el anterior congreso provincial, no exento también  de fuertes tensiones,  Virginia Pérez ganó por solo ¡cuatro votos! a la candidatura apadrinada por Zoido y que lideraba entonces Juan Bueno.

Juan Avila, hombre de confianza de Moreno en el PP de Sevilla, en el laberinto loreño obviamente ha jugado a favor del alcalde Antonio Enamorado en tanto que en su momento se situó en línea con Moreno Bonilla a favor del relevo de Virginia Pérez.

Francisco (Fran) Carrasco, socialista, que sin pensarlo ni impulsarlo, se ha visto investido como nuevo alcalde y con una herencia en el cajón que se presume poco positiva a corto y medio plazo para los servicios públicos loreños, especialmente los referidos al suministro de agua potable. (Ojo a este asunto con Aqualia de por medio, empresa que nunca suele perder).

La moción de censura

El pasado viernes, mediante moción de censura posterior a una moción de confianza no superada, el PP se ha quedado sin el control político y el gobierno municipal de la localidad de Lora, a 10 meses y 23 días del 28 de mayo de 2023, fecha en que se deben celebrar las próximas elecciones municipales.

Estallaba por los aires el PP de Lora tras prosperar una moción en la que los grupos de la oposición no habían tenido arte ni parte, salvo en la tramitación legal y formal de los dos plenos previos a la crisis final, el de la cuestión de confianza planteado por el alcalde, se supone que con conocimiento y visto bueno de la dirección provincial del partido, y consecuencia del primero al no recibir la confianza se llega a la moción de censura. La oposición se limitó a ser coherente con su voto a favor de censurar al alcalde del que habían pedido también su dimisión en reiteradas ocasiones.

Pero que prosperase la moción de censura teniendo formalmente mayoría absoluta el PP, es algo difícil de comprender visto desde fuera.

El PP responsabiliza a la oposición

Virginia Pérez, nada más conocerse la noticia, emitió un comunicado en nombre de la dirección provincial del PP de Sevilla. Se trata de uno de esos comunicados a los que un político tiene complicado enfrentarse si va por derecho, sobre todo cuando se presume de estar dispuesto a respetar la verdad. Comunicado muy ambiguo en este caso que se limita a lamentar que le hayan arrebatado una alcaldía al PP a un año de las elecciones municipales. Punto. Ese es el titular del comunicado así desarrollado:

«A meses de que se acabe la legislatura con la celebración de las elecciones municipales, se nos arrebata la alcaldía de Lora del Río cuando realmente lo que la localidad necesitaba era altura política del resto de grupos para aprobar el presupuesto municipal ante los momentos complicados que se avecinan…»

Como se comprueba el PP de Sevilla, su presidenta, pretende trasladar la responsabilidad política de lo sucedido en Lora a la oposición al PP que no apoyó los presupuestos presentados por su partido, que tenía mayoría absoluta para aprobarlos en solitario y sin ayuda. Surrealismo en estado puro.

Pero por muchos esfuerzos que haga la Sra. Pérez al soltar cortinas de humo como esta, los hechos son sagrados y transmiten una incómoda verdad. Esta crisis local del PP, con proyección provincial y regional, no ha sido provocada solamente por la no aprobación de los presupuestos municipales en Lora, ni mucho menos. Fue en el  Pleno del 11 de febrero de 2022 en el que ninguna intervención tuvo su consorte, al haber dimitido del cargo de concejal semanas antes, el 6 de enero.

Por buscar una fecha que evidencie el inicio de las hostilidades internas hay que trasladarse más atrás,  a principios de marzo de 2021, hace un año y cuatro meses. En esas calendas el alcalde Antonio Enamorado afrontó por sorpresa una reestructuración de su gobierno municipal. En la comparecencia pública contaban las crónicas que estuvo acompañado por seis de sus ocho concejales. «Dos de las ausencias correspondieron a Eloy Tarno y Álvaro Aranda, los ediles que han visto reducida su presencia en el gobierno municipal».

Un reajuste en clave de partido

Los motivos reales para el reajuste no escapaban a nadie. Los dos concejales degradados en público, Tarno y Aranda, eran precisamente los dos únicos ediles que en Lora apoyaban la candidatura de Génova 13 y no la de San Telmo, o lo que es lo mismo, apoyaban la liderada por la mujer de Eloy Tarno, por otra parte de una lógica aplastante siendo su marido.

La remodelación, sin duda, fue interpretada como reflejo local de la batalla provincial que se libraba entonces en las alturas por el control del PP de Sevilla. En las bajuras, en los bajos fondos del partido, pasaron cosas muy graves. En este enlace pueden escuchar el mensaje de Wasap grabado por Juan Avila a sus partidarios de entonces donde resume con una inusual crudeza y claridad lo que a su juicio estaba pasando en aquella contienda precongresual escasamente democrática y a cara de perro, incluyendo amenazas judiciales. «Sinvergüenzas» es el calificativo más suave que emplea Avila contra la candidatura oficialista de la Sra. Pérez. Avila en esa misma comunicación grabada también da detalles de sus contactos y charlas de esos días con Moreno Bonilla, implicado hasta el tuétano en apoyar la renovación en Sevilla.

Tras el tumultuoso congreso provincial sevillano, en abril de 2021, cuyo titular periodístico fue 'Génova impone a Moreno Bonilla la dirección del PP de Sevilla', en Lora del Río, Eloy Tarno al que le habían retirado tiempo atrás las importantes delegaciones de Economía, Empleo, Patrimonio y Central de Compras, dejándole las 'marías', renunciaba a las mismas quedando como concejal raso y sin sueldo hasta que definitivamente dejó su acta tras las Navidades pasadas, concretamente el día de Reyes.

Pese a que corrió la lista del PP para sustituirle y pese a la incorporación de un independiente al equipo de gobierno, el alcalde no ha logrado la confianza suficiente para seguir en el cargo.

El alcalde, principal escollo

En todo este proceso, según cuentan militantes loreños de la derecha y ratifican desde la oposición, han sido numerosos los avisos enviados en estos meses al PP en el sentido de que el único escollo existente para poder recuperar la mayoría absoluta era la presencia como alcalde de Antonio Enamorado. Por tanto, su dimisión hubiese dejado el ayuntamiento tal y como estaba, en poder del PP y con mayoría absoluta.

Pero no, a Enamorado alguien le tuvo que haber jaleado y prometido apoyos sólidos para que haya decidido resistir hasta el final, plantar cara y llevarse por delante a quien hiciera falta, incluida si puede a la presidenta provincial Virginia Pérez. En ese contexto habría que encuadrar la tesis expandida por órganos de la extremaderecha - almuerzo intoxicador incluido de por medio- según la cual Virginia Pérez estaría detrás de la operación Lora para limitar la libertad de los alcaldes díscolos, todo ello aderezado con lo sucedido en la última directiva provincial en el Hotel Meliá donde Antonio Enamorado preguntó por lo suyo en ruegos y preguntas y la presidenta dicen que dio por clausurado el acto con el consiguiente descontento general. Esos medios ultras también cuentan que al final de la reunión de la dirección sevillana del PP el marido de la presidenta, el ex concejal Eloy Tarno y Antonio Enamorado tuvieron algo más que palabras en una bronca monumental y a la vista de todos.

La reconquista de Sevilla

Si han seguido hasta aquí el relato, observarán cuan complejas y variadas son las ramificaciones políticas y personales que tiene el asunto y llegados a este punto cabe preguntarse cuanto tardarán en tomar las medidas, largamente meditadas por Juanma y su equipo, respecto al cierre del “asunto Sevilla”, uniformar de una vez el mando político del partido en Andalucia, colocando el guión del vencedor, con todos los honores y fanfarrias televisivas, en lo alto de la Giralda.

Lo sucedido en el PP de Lora en nada beneficia a la presidenta provincial, más bien debilita en términos políticos a quien, por razones familiares, ha tenido que estar al cabo de la calle de lo más nimio que haya sucedido en el ayuntamiento de Lora en estos años, cuando de la crisis que se ha ido larvando en este tiempo su pareja ha sido testigo directo y protagonista principal. En el PP de Sevilla, quienes no admiran precisamente a Pérez, echan sobre ella toda la responsabilidad del espectáculo político que el PP ha dado en Lora, amargando las celebraciones del 19J a los populares sevillanos, entre otras razones porque nadie se cree que todo lo importante y políticamente trascendente ocurrido allí haya escapado en estos años al control y visto bueno de la presidenta provincial. Una localidad, por otra parte, muy visitada en estos años por la Sra. Pérez como parlamentaria y dirigente provincial del PP.

Juanma perdona, pero no olvida

El PP ha perdido Lora por una pelea local interna a la que ni quiso ni finalmente pudo poner coto la presidenta provincial. Que su marido haya sido una figura destacada en la gestación de esta crisis, le ha restado autoridad política y moral para cortar de raíz los primeros enfrentamientos que han derivado en el desastre político final de la pasada semana. No les ha echado la izquierda, se han ido ellos solos, zombis, sin el concurso de la oposición.

La torpeza con la que se ha gestionado desde Sevilla la crisis interna del PP de Lora, con consecuencias graves como la pérdida de un gobierno municipal y cuota de poder político en toda la Vega del Guadalquivir, según algunas fuentes populares podría suponer la puntilla a la presidenta Virginia Pérez, figura política muy debilitada ante el presidente regional. Juanma Moreno ya ha demostrado que es capaz de perdonar, pero no de olvidar y eso permite aventurar movimientos en el PP sevillano a corto o medio plazo.

En este juego del calamar de los populares sevillanos, como efecto colateral, deambula por las calles y medios, bastante solo por cierto, el senador José Luis Sanz como candidato oficial a la alcaldía de Sevilla, propuesto en su día por Virginia Pérez a Génova 13 por la vía de urgencia y sin pasar por San Telmo. Una candidatura hoy para muchos a reconsiderar según opinión bastante extendida y ruidosa en el partido, especialmente tras el 19J y particularmente entre aquellos que no han sabido ganar y contener sus deseos de ajustar cuentas. El propio Sanz me confesó días antes de las autonómicas que lo suyo estaba bendecido tanto por Juanma como por Alberto Núñez Feijóo con los que ya había hablado del asunto. Parece pues que José Luis Sanz seguirá siendo el candidato del PP al ayuntamiento hispalense; tiene menos coste político un relevo en una presidencia provincial del partido (con mucho celofán, lazos, besos y purpurina), que cambiar de caballo con la carrera empezada y sin el adecuado repuesto en la cuadra.

Además, la eterna Sevilla dual acogerá bien el poder elegir entre dos candidatos tan distintos y tan distantes, personal e ideológicamente. Desde luego existen más rasgos diferenciadores entre Antonio Muñoz y José Luis Sanz que los que existen entre Juan Espadas y Juanma Moreno.