La bisagra

Raúl Beltrán

La vida y el fútbol son así

Tenía un amigo que decía que con dos frases se podía mantener una conversación sobre fútbol sin complejos ante un nutrido grupo de apasionados...

 La vida y el fútbol son así

Foto: EXTRA JAÉN

Hinchas.

Tenía un amigo que decía que con dos frases se podía mantener una conversación sobre fútbol sin complejos ante un nutrido grupo de apasionados. Las oraciones eran: “El fútbol es así” y “tú no tienes ni puta idea de fútbol”. Hoy en día no difiere mucho esta exageración a cualquier materia de las surgen de forma espontánea en una conversación de terraza, al abrigo de un tercio y una ración de boquerones.

¿Se puede luchar contra la simplificación obtusa y acomodada de la realidad compleja a consignas falsas? Definitivamente no. No creo que sea el único que ante una conversación exaltada sobre asuntos complejos he tratado de explicar algunas variantes más de la ecuación que hace que el resultado sea sustancialmente distinto y que no se limite a una sentencia injusta y desvirtuada. No quiere esto decir que alguien sea más listo o más tonto, sino que conoce en mayor o menor profundidad el asunto del que se trata.

Por ejemplo, cuando alguien utiliza el axioma, “los inversores no quieren venir a Jaén porque Urbanismo es el cáncer de esta ciudad”, no está mal rebatir que, independientemente del funcionamiento de la Concejalía de Urbanismo, con sus aciertos y errores, el hecho de no contar con un PGOU, herramienta de ordenamiento fundamental para una ciudad, hace que sea necesario realizar una modificación puntual del viejo PGOU de los años noventa, que es el que tenemos en la ciudad de Jaén, y que este proceso administrativo requiere unos plazos, que generalmente no son cortos, algo que ahuyenta a los inversores porque no hay una seguridad jurídica y no siempre se cuenta con el tiempo suficiente para retener a los inversores. Aunque no deja de ser una simplificación más, se aleja del argumento “Urbanismo es una mierda, ¿por qué?, porque sí”.

Hay quienes, incluso, en un ejercicio de moderación escuchan los argumentos de quienes tienen más datos que aportar para atajar el axioma estéril y ramplón de “esto es una mierda”, “el Ayuntamiento es una mierda”, “la Junta es una mierda”, “Jaén es una mierda” y tras oír las explicaciones, con cara de vaca que mira al tren en mitad de la vía, callan. Estos son los menos. De cualquier modo, un día después, o una semana, o un mes, no dudarán en volver al “esto es una mierda, porque sí”, como si nadie nunca le hubiera explicado los entresijos de esas cuestiones.

Y tú que estás nuevamente frente a él, ellos, ellas, ella, animales, personas o cosas, con tu tercio compartiendo un plato de boquerones, no tienes más remedio que agachar la cabeza, mirar el móvil y esperar que la conversación cambie al partido del fin de semana para decir con fe ciega: ¡Tú no tienes ni puta idea de fútbol!