Vayamos por partes. En primer lugar, ¿quién es el consejero de Universidades de la Junta de Andalucía, Rogelio Velasco (Cs)? Nacido en Sevilla en 1957 obtuvo su licenciatura en Economía en la Universidad Hispalense y se doctoró en la misma disciplina en la Universidad de Málaga, donde ejerció de profesor desde 1989 hasta 1990. Después ha sido catedrático en la Universidad de Granada, una de las grandes beneficiadas, sino la que más, en el borrador de financiación de las Universidades Públicas Andaluzas.
Además de trabajar en instituciones científicas fuera España, como en la Universidad de Berkeley entre 1990 y 1993, fue profesor de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York y consultor del Banco Interamericano de Desarrollo y Banco Mundial en Washington D.C. También ha desarrollado su labor de investigador en la empresa privada y ha ocupado diversos puestos en Telefónica, como director de Finanzas; o director de Inversiones de Venture Capital. Desde enero de 2012 hasta su incorporación al gobierno de la Junta de Andalucía en 2019 fue profesor de Emprendimiento en la IE Business School de Madrid, un centro privado de élite.
Con estos mimbres, y conocedor del raquítico futuro político en las filas de Ciudadanos, Velasco, ha ideado un modelo de financiación muy alejado del equilibrio territorial para los andaluces y sus universidades, de lo público como herramienta de cohesión, y muy cercano a modelos neoliberales en los que la captación de recursos externos a los de la administración priman por encima de otro muchos.
Les traigo un ejemplo práctico de cómo beneficia, el modelo que se pretende implantar, a la Universidad de Granada (UGR) y cómo perjudica a la de Jaén, que es más que esclarecedor. La UGR ha incluido en la documentación aportada a la Consejería del señor Velasco el gasto del personal del campus de Ceuta, que depende de ella, como capítulo 1, es decir, de Personal. Sin embargo, este gasto lo asume el Gobierno de España y no la Universidad de Granada. Mientras tanto, la Universidad de Jaén, que tiene externalizado el servicio de limpieza, no puede incluir este gasto de Personal, de nuevo capítulo 1, pero sí debe afrontarlo religiosamente. Dos varas de medir distintas que por el momento no ha reparado la Consejería de Universidades.
No es de extrañar, por tanto, y ante las humillantes declaraciones del consejero hacia la Universidad de Jaén esta semana en el Parlamento andaluz, que el rector de la UJA, Juan Gómez, se haya echado a la trinchera y además de presentar su dimisión como rector de rectores, ayer lanzara el órdago del nombramiento de José Juan Gaforio como vicedecano de la Facultad de Medicina, que vería en peligro su implantación en el próximo curso. Como tampoco debe llamar al asombro el apoyo unánime de la sociedad jiennense, con los intereses oportunos a las puertas de unas elecciones autonómicas, o los silencios del PP a la espera de que Juanma Moreno le dé una patada al borrador más allá del próximo curso, salvando la cita electoral de otoño, pero con el cuidado oportuno que requiere no pisar callos con su socio Juan Marín y mirando siempre de reojo a VOX, ya que el modelo de financiación de las universidades le viene que ni pintado con el capote que echa a la implantación de dos universidades privadas en Andalucía: ya se encargarán ellos de hacer llegar alguna más de corte religioso y de derechaca extrema para forjar a los futuros salvadores de la patria.
Nuevo partido
Y como vamos por partes, y siguiendo con la patria, en esta ocasión la chica, la de Jaén, Jaén, no nos equivocábamos al referir esta semana el malestar del movimiento vecinal, el mayoritario en la capital, OCO, con el salto a la política de la plataforma Jaén Merece Más. Hoy mismo han anunciado que no tienen nada que ver con ellos.
El jueves fue presentado el proyecto político de la plataforma, liderado por Ignacio Ruiz Merino, profesionalmente ligado a Seguros Maphre durante casi toda su vida laboral, ahora jubilado y carnavalero jiennense de pro, ganador con su trabajo sobre el Carnaval de Jaén, junto a David Romero, del Primer Premio de Investigación del Ayuntamiento de Jaén. Junto a él destacan las vicepresidentas Carmen Barrios, ubetense ligada al sector oleícola y firme defensora de los derechos de la mujer; y Verónica Medina, de la plataforma de Afectados por el Covid en Jaén; y entre los hilos, como coordinador, el hotelero Juan Manuel Camacho.
En épocas de crisis, sociológicamente, las posturas políticas tienden a radicalizarse y en no pocas ocasiones el crisol orgánico se desplaza hacia el nacionalismo, ya sea de izquierdas, ya sea de derechas. Jaén Merece Más, como plataforma, y ahora como partido, insiste en que las ideologías deben quedarse en la casa de cada cual y que el único argumento que vale en su formación es el de Jaén y la defensa de sus intereses, que no deja de ser nacionalismo local o provincial. La cuestión ahora es ver de qué pie cojean, porque aunque el partido quiera sacudirse cualquier sesgo político, de tener algún tipo de representación en los comicios, deberán apoyar a un partido u otro mayoritario, y ahí, por mucho que se quiera, la ideología tendrá su peso. Un buen termómetro para conocer hoy las tendencias políticas son siemrpe las redes sociales y a poco que buceen en las de la mayoría de ellos encontrarán mucho ABC y COPE y un amplio abanico de tradicionalismo conservador.
Lo dicho, de Jaén, Jaén.