La consciencia, el ser en su conjunto racional, ¿se desarrolla en la base material de la existencia o por el contrario, la base material es solo una manifestación física de la consciencia?
Al parecer la consciencia tiene un principio activo, la existencia, y tiene una base material objetiva, la física de la existencia.
¿La consciencia está supeditada a lo físico, o es independiente de ello?
La existencia tal como la conocemos, está sustentada sobre la base material de la física. El tiempo a su vez también se sustenta del mundo físico y del espacio que crea. Pero, ¿y la consciencia, en qué lugar podemos situarla sino dentro de la existencia y de su espacio físico?
Si la consciencia está situada dentro de la existencia no está supeditada a la individualización sino a la generalidad física. Podríamos asegurar que la existencia en su totalidad, sustenta y alberga la consciencia en sus diferentes manifestaciones.
La consciencia dentro de un espacio físico, como el nuestro, el ser, guarda en sí misma la atemporalidad de la existencia sujeta a un espacio físico determinado. Mientras que este espacio físico es finito, la consciencia no lo es, y no está sujeta al tiempo y el espacio, en la medida en que la consciencia permanece siempre en la existencia pero no supeditada a las limitaciones de la física.
La consciencia puede situarse en cualquier lugar del espacio-tiempo, en su función multidimensional. La evolución del ser humano está supeditada a la consciencia en su continuo desarrollo. Es la consciencia la que crea la evolución y no al revés.
Hay una continuidad en todo conocimiento, y está continuidad es llevada a cabo por la consciencia, sin límite alguno de espacio o de tiempo.
La consciencia humana es la continuidad de la consciencia animal, no es una consciencia diferente, sino la misma desarrollada en su avance por nuestro espacio físico determinado en este planeta, ¿y de dónde procede esta consciencia si no es del mismo planeta? La tierra, este espacio- tiempo-físico determinado tiene la capacidad de crear consciencias, de desarrollarlas, pero esta capacidad no es única de este planeta sino que es una capacidad universal.
La consciencia proviene de la tierra, y la tierra del universo. Así pues es el universo el que dota de consciencia su existencia a través de manifestaciones físicas determinadas, generalizando su capacidad cognitiva dentro la propia existencia.
Nuestra consciencia pertenece al universo. El universo a través de la consciencia se desarrolla a sí mismo, pero, ¿de dónde procede la consciencia del universo? La consciencia del universo procede de su misma existencia, de su multiplicidad dimensional. La existencia es consciente de su propia presencia, de su multiplicidad. Nosotros/as somos partes conscientes de esa misma multiplicidad, somos partes conscientes del universo, somos pequeñas mentes que el universo tiene y desarrolla.
¿Con qué objetivo? Con el objetivo mismo del conocimiento de la totalidad de la existencia en sus diferentes etapas. El conocimiento tiene el objetivo siempre de superación, de no repetición. El objetivo del universo es el conocimiento para no repetirse, para evolucionar también hacia otras esferas cognitivas.
El universo ha de conocerse, ha de crear. La vida es la continuidad de la existencia en todas sus dimensiones.